Mi Amigo Invencible habló de todo: conceptos, independencia, disco nuevo. Una entrevista exclusiva antes del show que van a dar este sábado en el Viejo Correo junto a Sue Mon Mont, Los Espíritus, Atrás Hay Truenos y Tobogán Andaluz.

Por Joel Vargas

Fotos de Lucía Iglesias , Gisela Arevalos y Candela Gallo

¿Cómo seguir luego de un disco tan exitoso? ¿Qué pasos dar? ¿Qué planes llevar acabo? Mi Amigo Invencible responde todas estas interrogantes con una honestidad brutal. El año pasado se coronaron como una de las bandas más interesantes de la nueva escena independiente. Un vivo caliente y La Nostalgia Soundsystem disco del año para ArteZeta – fueron la clave del éxito.

Al desmenuzar el imaginario invencible nos encontramos con un grupo de amigos, que se arriesga muchísimo en cada producción. Mariano Di Cesare, frontman y guitarrista, es un tipo perfeccionista que trata de encontrar el sonido exacto para los conceptos que trabaja Mariano Castro, encargado de las voces en varias canciones. El trío compositivo se completa con Nicolás Voloschin, el otro violero. La fuerza motora, bata y bajo, descansa en Arturo Martín y Juan Pablo Quatrini, el único que no es oriundo de Mendoza pero los cuyanos lo tratan como a un hermano, un juninense que juega a ser un turista cada vez que va a la tierra del vino. La banda se completa, con el aporte en percusiones y de magias varias de Leonardo Gudiño.

Su sonido evoluciona disco tras disco, es difícil encasillarlos en un género específico. Son pirómanos musicales, sus canciones crean el fuego, la madre de toda la naturaleza. En los ensayos son fogatas controladas. Porque no deja de ser un simulacro, aunque con mucha alma. Todos saben que el incendio queda para los shows. Al sumergirse en su vasta discografía descubrimos una dualidad: existe esa piromanía, las ansias de encenderse y, a su vez, se advierte, en muchas melodías más mansas, un carácter bombero que aplaca las llamas.

Hace ya unos meses me invitaron a un ensayo, pude apreciar la combustión espontanea que generan y como cranean los shows. La charla se extendió luego por Internet y expandimos conceptos. Reafirme que es una de las bandas más interesantes que apareció en la nueva escena independiente en los últimos años. Porque trabaja algo anacrónico, el álbum conceptual. MAI produce discos para ser escuchados de principio a fin sin alterar el orden y con un concepto claro. Donde entra en juego todo el texto discográfico, su significación completa: el componente musical, el packaging y el booklet. Un disco-obra en sí mismo. El carácter de la fetichización del disco objeto había sido opacado y desterrado por el mp3. El Mató un Policía Motorizado recuperó esta tradición con su trilogía de EP’S y MAI sigue por esa misma línea: “hacer discos conceptuales es un ejercicio que nos gusta llevar a cabo. Jugamos a crear lugares, personajes y situaciones que tienen como referencia tanto el ánimo como las inquietudes de la banda”, afirma Castro al preguntarle el por qué de esa decisión.  Di Cesare agrega: “Nace todo a partir de una idea, una idea que nace a partir de un chispazo y después se trabaja sobre eso”. Rocambole, en el prólogo de Díscolo (libro que recoge muchos de los packaging más arriesgados del rock vernáculo) explica con mucha precisión la importancia de esta práctica: “dentro del género del rock, las tapas de la mayoría de sus discos han procurado un significado, buscado con un intenso trabajo previo; han sido el envoltorio que no sólo cubría al disco sino también su carta de presentación en sociedad”. Y acierta al afirmar que el rock argentino “ha tenido desde sus orígenes una línea de pensamiento que insistió en acompañar con una gráfica sugerente y particular lo que pasaba musicalmente con la cultura joven y las rebeldías del momento”. Mi Amigo Invencible recoge el guante de esa tradición, reapropiándose de esas herramientas para lograr una esencia propia, única. Juega con las formas narrativas y construye un mundo posible. Un espejo con muchos reflejos, algunos oscuros y otros con mucha luz.

AZ: La Nostalgia Soundsystem tiene un concepto que se lo puede relacionar con la mudanza de ustedes a Buenos Aires, pero ¿cuál sería el concepto más simbólico?

Mariano Castro: El hecho de la nostalgia como una sensación y sonido permanente en ambas ciudades, históricamente a Buenos Aires se lo relacionó con el tango como también a Mendoza se la relacionó con la tonada, dos tipos de expresiones que están atravesadas por la melancolía. También el sonido de las calles es nostálgico, las quejas, los amores pasados, los temores y algunos momentos de euforia pasajera son en cierto sentido el sonido ambiente de estos lugares.

AZ: Ya en Relatos de un Incendio se podía percibir esta mudanza en “Bahía do Point Olive” cantan “mudando todo hacia otro lugar”, ¿el éxodo a Buenos Aires era algo planeado cuando compusieron esta canción?  Además es una canción que es muy, perdón la redundancia, nostálgica.

MC: Ese “lugar” que describe la canción no hace referencia específicamente a un lugar geográfico o al hecho de un traslado físico, hace referencia a no sentirte conforme y mandar las cosas a la mierda, dejar la comodidad de  lado y sentirnos mejor estando en una posición incómoda.

AZ: Los dos primeros discos tienen en común en su nombre, la palabra Guaper ¿Qué significa? Lo asocio a la figura de un perro, ¿es así?

MC: El perro es una de las primeras imágenes que asociamos a un “amigo invencible” que todavía no se deja ver pero que se siente presente.

AZ: Al pasar un tiempo considerable de la edición de La Nostalgia Soundystem se puede hacer  un  balance ¿Cómo vivieron la repercusión del disco?

Juan Pablo Quatrini: Lo viví con bastante sorpresa tenía mucha incertidumbre, fue un proceso de grabación raro. Llegaron las maquetas de la batería de Mendoza y después fuimos grabando los instrumentos individualmente. Recuerdo que en mis sesiones de grabación con los auriculares escuchaba mientras tocaba el bajo y la batería, no tenía ni idea de cómo iba a quedar el producto final. Fue muy largo hasta que el disco salió. No quise escuchar mucho y cuando lo escuché me partió la cabeza. Flasheé mucho y empecé a tener la incertidumbre de cómo le podía llegar a la gente. Me tomó bastante de sorpresa, no pensé que iba a tener la repercusión que tuvo.

Nicolás Voloschin: La respuesta mediática estuvo buenísima. Trabajamos mucho para eso.

Mi Amigo Invencible se encuentra grabando La Danza de los Principiantes, el sucesor de La Nostalgia. Otra vez los acompaña en la coproducción, y como ingeniero de grabación Leandro Lacerna, ganador del año pasado de la Bienal de Arte Joven de la Ciudad de Buenos Aires. “Él nos aporta, además del oído externo, su gran experiencia técnica a la hora de resolver los problemas, sabe medir sus intenciones como un espectador corriente y no como un músico-productor, nos entrega obstrucciones que luego se liberan en las atmósferas sonoras. Eso es ahora que lo pienso, un gran hacedor de atmósferas”, detalla Di Cesare.

AZ: Después de un disco tan reconocido, ¿lo toman como una presión hacer disco nuevo o no?

NV: No hay miedos, sino que están esas ganas de flashear, de divertirse.

Mariano Di Cesare: Eso es lo que no debemos perder nunca. Obviamente que inconscientemente lo pensás, decís: “che en el disco pasado la verdad que pegaban estas canciones más así”. Para no atarse a algo que ya hicimos, ahora seguimos adelante. Tampoco no nos podemos anclar a un disco que le fue bien porque si no te pudrís.

NV: Tengo bastante confianza en los que hacemos y cómo lo hacemos.

JQ: Aparte estamos planteándolo de una manera distinta a lo que fue el disco anterior así que la incertidumbre es más grande. Es cambiar de modus operandi, cambiar con respecto a La Nostalgia.

MDC: Es la primera vez que grabamos en vivo, el motor en realidad: las violas, el bajo y la bata. La idea principal era la soltura en las interpretaciones de cada instrumento, y eso, creemos que está presente en el sonido de lo que quedó grabado.

AZ: ¿Cómo va el proceso de grabación?

MDC: Va como piña. Temas distintos a los anteriores y con muchas cosas de lo viejo y lo nuevo. Redescubriendo las cosas que nacieron de una habitación a la sala, y de la sala al estudio. Dos o tres veces por semana de acá hasta la masterización.

AZ: ¿Dónde lo están grabando?

MDC: Las cosas que quedan, las voces y percusiones, en Luigi Sabitacione (donde grabamos La Nostalgia) y nos quedan algunas sesiones de pianos, farfisas y órganos en el estudio donde grabamos el resto, Crazy Diamond.

AZ: Volvamos a lo conceptual ¿En qué consiste La danza de los principiantes?

MC: En que al final de todo, siempre nos encontramos como un principio, solo que con distintas preguntas que quieren descifrar lo mismo que las anteriores, sobre todo las referidas a las pasiones, que es el lugar donde siempre somos principiantes.

AZ: Hay un concepto integrador de los discos Relatos de un Incendio, La Nostalgia, y La Danza. Lo veo asociado al eterno retorno y a la concepción circular del tiempo por parte de los griegos.

MC: Es un poco a lo que íbamos antes, nos ubicamos frente a un incendio entendiéndolo un elemento que termina con una historia para comenzar una nueva.

Los periodistas siempre queremos etiquetar todo, definir el sonido, y expandir el imaginario de una banda hasta al hartazgo.Mi Amigo Invencible con su mestizaje de género y el tratamiento minucioso de la canción puso en cuestionamiento qué es el indie del que tanto se habla. Con su irrupción en la nueva escena independiente resquebrajó un concepto instalado a martillazo por los metadiscursos especializados. Mariano Di Cesare señala que ellos no son indies y que “el under de Buenos Aires escucha más otras cosas por fuera del rock nacional y nosotros somos más rock nacional que otra cosa, siempre escuchamos eso más que el under del mundo. Yo escuchaba entrevistas de músicos de acá y hablaban de bandas de afuera. Nosotros siempre nombramos a Spinetta y Charly”. Di Cesare sigue con su análisis del presente del rock argentino y asegura que “antes el mainstream podría ser artísticamente mucho más rico que el under pero ahora se dio vuelta la torta“. Para que eso haya pasado señala como responsable a El Mató un Policía Motorizado, que “vino a cambiar las estructuras a partir de que apareció. Mi Amigo Invencible también empezó a engendrarse a partir de ese nuevo movimiento en el rock nacional, no es que estamos basados en ellos pero gracias a El Mató  se abrieron las cabezas de muchísimas personas, por ejemplo la mía. Hizo que dejara atrás toda la escuela musical que tenía antes, me abrió el mundo. Esa es su influencia, un cambio radical del rock y ser parte de ese cambio. Musicalmente escuchamos bocha las violas, aunque estamos más influenciados por las bandas de siempre, por las bandas de cada uno, yo flasheo más con Pez y Pink Floyd que con El Mató para tocar”.

AZ: Si viene una propuesta de un sello grande. ¿La aceptarían?

MDC: Depende de la propuesta y cuanto tengás que entregar de vos, si tenés que entregar más de lo que vos tenés que dar y poder dar, no. Pero si no tenés que hacer más nada que tocar y te dan oportunidades nuevas está todo bien, no tiene nada que ver eso. Me parece que es algo antiguo decir sí o no al capitalismo.

JPQ: En lo personal banco mucho nuestra movida independiente y autogestiva por un tema del orgullo que te genera cuando terminas, o cuando ves que se empiezan a dar resultados y que se pueden dar las cosas y salen bien las cosas. Creo que como que da mucho mas orgullo el hecho de haberla laburado vos mismo por fuera de una estructura mercantilista o como quieras llamarlo, un grupo de asesores o lo que sea. No sé, mi punto de vista personal creo que resignar eso, a mi por lo menos me quitaría esa cuota del orgullo del hazlo tu mismo.

MDC: Pero a la vez, se entiende eso. Toda la vida hemos laburado así, siempre nos hemos puesto laburar, laburar, laburar y que venga un chabón a hacer tu laburo y que vos te dediques a tocar y hacer música nada más es otro punto de vista que te desliga también. A veces tocas medio estresado porque estuviste laburando toda la semana para el reci. Está todo bien con la autogestión, la entiendo a full pero hay veces que necesitas que alguien haga las cosas por vos porque te estás olvidando de la música y está todo bien ser un colectivo, ser lo que sea pero la música es lo que te temes que ocupar primero. Si esa gente, la que viene a ofrecerte algo quiere que vos cambies tu manera de hacer las cosas ahí le vamos a decir que no pero si viene con una propuesta mejor que la nuestra y nos va a traer facilidades obviamente que sí.

AZ: Aunque también existe poder hacer eso de forma independiente.

MDC: Hasta ahora nosotros hemos sido nuestro mejor sello pero no ha venido ninguno que supere nuestra expectativa, nuestra forma de hacer las cosas. Somos seis, cada uno se ocupa de una parte del organismo, cada uno tiene sus tareas. Y los chicos de Fuego Amigo ayudan.

AZ: ¿Siendo seis no hay problemas para ponerse de acuerdo en todo?

MDC: No porque cada uno tiene su tarea específica.

AZ: Entonces hay un ataque de zombies, cada uno tiene un arma y confía en lo que va a hacer el otro.

MDC: Nos ponemos de espaldas cada uno y armamos una ronda y que vengan por todos lados, cada uno va a recibir por el lado que le toca.

JPQ: Yo quiero un tramontina (risas).

MDC: A veces cuesta ponerse de acuerdo pero cosas que están saliendo decimos que sí a todo, excepto huevadas que cuando no hay un voto mayor es porque no es relevante la historia. Sabemos que fechas decir que si y que fechas decir que no, de las fechas me encargo yo por ejemplo, las fechas las consigo sabiendo que los chicos van a decir que sí, si les diría vamos a tocar con una banda que no nos gusta porque me van a decir que no, obviamente. Ya nos conocemos

JPQ: Pero aparte en el seno mismo de la banda, tenemos personalidades que son bastantes compatibles entre nosotros, somos muy amigos fuera de la sala de ensayo, somos de juntarnos. Nos conócenos mucho también, sabemos también como persuadir antes respuestas negativas de los demás.

MDC: En el ensayo alguno le dice al otro, por lo general yo, pero todos decimos: “che en esta parte fíjate que…”. Hacer eso cuesta más pero hay que ser tolerante. También nos decimos: “che no me gusta que hagás esto o trata de hacer lo otro”  pero con total libertad. No hay una carga de tensión porque si no sería re difícil laburar. A nadie le gusta que  le digan lo que tiene que hacer, pero sabemos que cada uno lo puede decir porque si no es una careteada.  Las bandas que no son así no duran nada.

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