Por Clara Sirvén
No soy una gran compradora de remeras rockeras porque soy de las fundamentalistas que creen que si te ponés una remera es que sos ultra fan y defendés con uñas y dientes toda la obra (o lo que corresponda), y me pasa con muy pocas cosas eso. No tengo camiseta de mi equipo, ni buzos con dibujos que no entiendo, ni pantalones con escudos de ni idea. Tengo una remera de Iggy Pop regalada, una de los Beatles robada, una de Blur recontra bien cuidada –la misma que tiene Nat Motorizada en su post-, una de Placard que es una banda amiga, y mi preferida.
A diferencia de lo común (¿Qué será lo común?), mi remera rockera elegida no es vieja, no me la regaló nadie importante, no la usé en un gran show ni duermo con ella todas las noches. Es una remera blanca, tipo Hering (sub 30s abstenerse). No tiene un nombre, no tiene una foto, no tiene un dibujo, ni siquiera la inscripción está centrada. Es una remera con 6 palabras en inglés: I SHOT A MAN IN RENO.
Conocí a Johnny Cash de viejo él y vieja yo, nos gustamos desde el primer momento (yo de él, claro), y lo instalé como parte de vida no sé si diaria, pero cotidiana seguro. Es un tipo de comodín, cuando no sabés qué poner, ahí hay SEGURO un disquito que escuchaste hace mucho o que te recontra gustó ayer, y play, listo. Problema solucionado, ritmo instaurado, orejas contentas, todo funciona bien. Así que Johnny y su maravillosa mujer June Carter pasaron a formar parte de la rutina musical que abunda en casa. ¿Fanática? Cero. Creo que tenés que conocer absolutamente todo y amar sin distinción para ser considerado FAN. Es un término un poco funesto, pero está bien, se usa. Cuestión: no soy fan de Johnny. Sí lo disfruto, lo admiro y lo quiero mucho. ¿Lo suficiente como para ponerme una remera? No, claro.
A todo esto, seguía siendo la reacia a ponerme remeras con inscripciones de cosas de las que no estoy 100% segura. De cobarde, quizá, mirá si me cruzo uno que sabe más y me dice “escuchaste el inédito 1984 en Calamuchita? Estaba Luca”, ¿Y qué digo ahí?: “no, no lo escuché, disculpe doctor, me saco la remera”.
Años después mi prima, Mechi Coronato, una mina absolutamente llena de arte y creatividad, pero a tal punto que da un poco de envidia, lanza su línea de ropa vía Facebook y me dice, en un inbox, “esta te va a gustar”. Y era, sí. Era la remera simple, fácil, completa, una remera que los que sabemos quién es Johnny entendemos. I SHOT A MAN IN RENO. Frase suelta de una canción movidísima, “Folsom Prison Blues”. Esa frase de esa canción que cantó frente a (no me acuerdo cuántos) cantidad de presos y todos se rieron. Esa frase que continúa con un “just to watch him die”, oscurísimo, extremo, perturbador. Pero quién no habrá soñado, en algún punto de la fantasía exagerada que se desarrolla con tanto netflix, ver “morir” a alguien. No sé, un jefe, una vieja en el colectivo, un Don Juan empecinado en no darte bola.
Le disparé a un tipo en Reno, sí. Sólo para verlo morir, sí. Y lo digo en una remera blanca.//∆z
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Clara Sirvén (1982) es periodista, productora, prensa, multiuso. Duerme poco, lee mucho y no sabe hablar de ella misma.