El conjunto oriundo de La Matanza habló con AZ acerca de sus orígenes, su disco Volumen 1, sus proyectos y su inclasificable rock experimental.
Por Pablo Díaz Marenghi
Los ejemplos de amigos que se juntan a tocar, arman su banda de rock y salen al ruedo sobran a montones en la escena independiente. ¿Cómo saber dónde detenerse entre una inmensidad apabullante, diversa y heterogénea? Una sugerencia, un posible mapa por donde trazar un recorrido se encuentra en Los Viajes. Nacidos hace cuatro años y monedas, su música reúne búsquedas sonoras con juventud y ansias por recorrer el mundo haciendo canciones. Sin muchas metas más que las de hacer lo que más les apasiona, Santiago, Martín, Leo y Mariana conforman un grupo que ya grabó su disco de estudio –Volumen 1 (2012)- y que no se detiene. Ritmos psicodélicos, guitarras rabiosas, referencias visuales y casi surrealistas en sus letras conforman el rompecabezas que compone la identidad de Los Viajes. En esta entrevista con AZ profundizan acerca de sus comienzos, sus influencias, su historia y su porvenir. Una aproximación a una banda que vale la pena ser escuchada.
AZ: ¿Cómo surge Viajes?
V: Viajes nace allá por el 2010. Arrancamos ensayando por Capital y después nos asentamos un tiempo largo en Ituzaingó. Sin objetivo fijo y sin ninguna pretensión estética en particular nos juntábamos a jugar un rato, algo así como tocar, pasarla bien y ya. Pasado un tiempo nos encontramos teniendo algún que otro prototipo de canción en proceso y con cierta continuidad de ensayos esas ideas se fueron refinando y afirmando. Nuestro primer y único trabajo que anda dando vueltas por ahí (Volumen 1) resume y contiene materialmente esos primeros años. Pero ahora Viajes es otro, ya desde la formalidad hay ciertos cambios: Mariana (actual baterista) se integró al grupo hace un año aproximadamente. Ella conocía al grupo -nos había visto casualmente- y cuando empezamos a buscar baterista se animó a probar. Ensayamos una vez y a los tres días tocamos en vivo. Por otro lado este año se sumó Quinito, quien se encarga de agregar algunas intensidades desde su guitarra. Después somos Santiago, Martín y Leo, quienes venimos tocando hace cuatro años más o menos.
AZ: ¿A qué se debe el nombre de la banda?
V: Siempre hay algún apuro que está ligado a la primera fecha, al flyer o bien por las ganas de subir algo de lo que estás haciendo a internet; ese tipo de cosas te obligan a tomar una determinación. Nosotros estábamos ante esta situación de apuro (o ansiedad), se presentaron algunas posibilidades y la que más gusto fue Viajes; la verdad es que no hubo mucha especulación, ni ningún tipo de declaración de principios en la elección.
AZ: Su sonido es bien rockero, con distorsión y mucha guitarra, pero no se encuadra en el rock clásico. Hay experimentación, oscuridad, escenas visuales en las letras, lisergia, algo de psicodelia también. ¿Cómo describirían el sonido de Viajes?
V: La realidad es que no buscamos nada. A los Viajes les gusta experimentar, buscar alguna textura para trabajarla, hacer y deshacer canciones. En el grupo hay una faceta bien distinguida con el concepto sonoro y lírico. Pensando siempre la experimentación en términos de búsqueda inquieta que no va a ningún lado en particular todo se podría reducir a la situación de juntarnos a tocar y sale lo que sale. Nunca terminamos de escapar de la “lógica” del juego y disfrutamos eso. La banda suena así por la unión y la suma de nuestros distintos pensamientos y gustos.
AZ: ¿Podrías nombrar algunas de las bandas que sienten que los formaron o que ven que los acompaña en su música?
V: Escuchamos música muy variada, pero a nivel “influencia” recortamos algo de esa escucha y lo llevamos o acoplamos a lo que nos parece que encaja o que podría sumar con el sonido que vamos generando. De todas formas, como dijimos al comienzo, nunca hubo objetivo fijo en cuanto a lo que hacemos, las cosas surgen “sin querer”. Es innegable que dentro del mundo musical hay bandas que nos inspiran a cada uno de nosotros, podríamos nombrar a Yoko Ono, Faust, Fela Kuti, Don Caballero, PJ Harvey, Virus, y un sinfín más de proyectos. En el proceso todo eso de alguna manera se mezcla. No buscamos imitación ni emulación de nada, pero es cierto que accedemos a información, la procesamos y no nos podemos quitar eso de encima, pero todo se mezcla y ¡plaf! Ya es -o pretende ser- otra cosa.
AZ: Son del Conurbano y tienen mucho recorrido en pubs y centros culturales al margen del circuito porteño -aunque también suelen tocar en Capital- ¿Cómo ven ustedes la escena rockera independiente en el conurbano bonaerense? ¿Cómo es su experiencia?
V: Nos parece que hay muchos proyectos que merecen ser escuchados y se ha generado una escena viva en el Conurbano (y en cada una de las zonas que lo conforman); a estas ganas hay que sumar también la mano que dan los sellos independientes que fueron surgiendo paralelamente al movimiento creciente de la escena. A nosotros el hecho de tener que gestionar cada una de las fechas sin mucho apoyo de los bares o espacios para tocar nos complica la situación. Estamos habituados a eso. Trabajamos mucho para que nuestras organizaciones salgan bien y en ese tránsito no nos va tan mal. Otra cuestión que al menos habría que pensar es la necesidad del trabajo colectivo para este tipo de movidas o eventos, más que nada con el fin de construir una solidaridad más fluida entre las bandas.
AZ: Su primer disco, Volumen 1, reúne canciones bien rockeras, low fi experimentales, con letras breves -algunas son pocas frases- pero que evocan paisajes, escenas cotidianas, meditaciones sobre la vida. ¿Cuáles son los temas que inspiran sus letras?
V: Al hacer las letras Leo busca encontrar las palabras exactas, sin más ni menos, y de ese modo generar una fotografía. Hay mucho de cotidianidad, el volver del trabajo, o de la facultad o a la madrugada de tocar. Eso siempre deja imágenes impresas en los pensamientos del ojo.
AZ: ¿Cómo fue para ustedes la grabación de este primer disco? ¿Ya tenían experiencias en estudios y trabajando con productores?
V: No teníamos experiencia, sólo grabaciones caseras. El disco lo grabamos “en vivo” en el estudio. Hicimos varias tomas y seleccionamos la mejor. Queríamos que sonara de la manera más cálida posible. En la producción Peta D’Agostino nos supo interpretar bien en esa búsqueda sonora. Hay un laburo de producción pensado, fino y en esta cuestión “el Peta” fue clave: fue el quinto integrante de Viajes en Volumen 1.
AZ: Participaron del Compisellos 2 con su tema “El día”, que también lanzaron como single. ¿Cómo fue esa experiencia y qué les aportó como banda que los elijan para formar parte de dicho compilado?
V: Nos pareció interesante la propuesta. Está bueno eso de federalizar el rock y unir fuerzas con distintos sellos. Nosotros fuimos representando a Isla Visión, que es el sello que gestionamos, producimos música de otros y en este caso la nuestra. Respecto al hecho de largarlo como single tiene que ver con difundir algo más de material que es nuevo y al mismo tiempo comparte ese viejo concepto de “la unidad” como modo de poner todo en una sola cosa, de ir probando variantes para el futuro o bien para desechar conceptos.
AZ: ¿Cuáles son sus próximos proyectos en cuanto a grabaciones, giras y shows en vivo?
V: Estamos ensayando y tocando lo máximo posible, tratando de generar un nuevo sonido y a su vez no dejar de pensar en el show en vivo. Adecuando los temas de siempre a las dos guitarras, incorporando instrumentos nuevos, pensando en posibles reestructuraciones o formas de tocar en vivo temas anteriores. También tenemos planeado volver a grabar algo una vez que todo esté más ajustado. Va a haber muchas novedades de Viajes este año. ¡Tenemos la SUBE llena!//∆z