El pasado viernes en el Centro Cultural Matienzo fue la presentación del ultimo álbum de la trilogía de Volveremos a ser amigos de los Escuela de Trance, Buenos Aires, Argentina. Una noche llena de amigos, vino y periodismo experimental.
Por Ignacio Barragán
Fotos de Melina Remonda
El poema número 33 del Spleen de París de Baudelaire recomienda a sus lectores embriagarse. Esta recomendación nada sorprendente del tío Charles no está sujeta únicamente a la borrachera causada por el vino sino también contempla el embriagamiento de poesía, de virtud y felicidad. En fin, sin duda que la intoxicación producto del vino en cartón del chino que queda a la vuelta de tu casa es realmente buena, pero no es nada comparada con una noche de amigos, música, juegos y otros estupefacientes. Los muchachos de Escuela de Trance, Buenos Aires, Argentina son expertos en esta temática y su ultimo disco triple dulcemente llamado Volveremos a ser amigos es una prueba tácita de esto.
El viernes pasado tenía cita con estos pibes en el Centro Cultural Matienzo. Después de mandarle un mensaje a Andi para que compre unos vinos y asegurarme de que mi fotógrafa esté a tiempo para el recital, me dediqué tranquilamente y con mucha seriedad a degustar de un viejo Cinzano que tenía guardado hace tiempo y no me decía a tomar aún. Cuando llega Andi con una botella de alcohol nada recomendable, mi novia y yo ya estábamos ligeramente ebrios, estábamos felices, sabíamos que la banda de Tomi iba a dar un recital de puta madre y que todos nuestros amigos estarán ahí para divertirnos y pasar algo de tiempo de calidad juntos ya que es lo que nos falta últimamente. Lamentablemente el trabajo, la universidad y las distintas rutinas lograron que nuestras reuniones se vean ligeramente erosionadas por estos factores. No importa, fuimos con Andi y mi novia hacia el Matienzo.
La velada consistía en tres bandas: Holeman y su rock potente y algo escandaloso que supo aprovechar la gran acústica de Matienzo para desenvolverse en distorsiones y los chicos de JVLIAN que sin dudas sorprendieron al redactor con sus sintetizadores rellenos de rimas y otras yerbas. La frutilla del postre fueron los Escuela de Trance que dieron una presentación sublime. En un escenario lleno de luces que a esa altura de la noche parecían pequeños bichitos de luz y una tela que cubría a la banda de misterio e iluminación, supieron dar un show que dejó satisfecho a más de un nerd que concurría al recital a pasar un buen rato.
La realidad es que el disco triple de los Escuela de Trance es una gran trilogía digna de ser bajada. Así que en el medio de la noche y afiebrado de tanta amistad no se me ocurrió mejor idea que interpretar el papel de periodista y entrevistar a los chicos de la banda. Aquí, hay una serie de preguntas y respuestas surgidas de una enorme falta de experiencia periodística pero también de una gran necesidad de comprender el fenómeno de esta banda:
Estamos en el pasillo de los camerinos y los cajones de cerveza entran y salen de la parte trasera y oscura de Matienzo:
Yo: Vamos con una pregunta muy fácil primero ¿Qué es la música para Escuela de Trance?
(Sale un muchacho del depósito de Matienzo con tres cajones de cerveza) Muchacho: A ver chicos, permiso ¡CUIDADO!
(Se retira el muchacho con los tres cajones de cerveza. Se reanuda la entrevista).
Escuela de Trance: Chabón, dijiste que iba una pregunta fácil, bueno, es la manera que tenemos de expresar nuestros sentimientos más profundos, también una manera de separarnos de lo que hacemos generalmente. También nos une como amigos y viene por ahí las cosas.
Yo: ¿Es como un grupo de boy scouts que salen todos los fines de semana, tocan temas…?
EdT: Algo así, hay como una cuestión boy scout, de juntarse, hacer música… en fin, podríamos ayudar a las viejas a cruzar la calle pero nos salio hacer música. También Escuela de Trance tiene mucho de humor y con una manera de hacer humor con música.
Yo: Bueno, es… es muy interesante el tema de un disco… disco triple, digo, no todos los días un chabón dice “Ah, el nuevo disco triple de estos vagos” y eso. Axial que acá va la pregunta. ¿Cómo surgió la idea de hacer un disco triple y si es que tienen un disco triple preferido?
EdT: Justo hoy estábamos hablando de eso, creo que uno de nuestros discos triples preferidos es el de “69 canciones de amor”, de los Magnetic Fields. En cuanto a nuestro disco triple, más que nada es por que sonaba gracioso, la verdad es que tienen siete temas cada uno y podríamos haberlos grabado en uno solo.
Yo: El disco también forma parte de un formato conceptual donde uno va obteniendo los discos y las distintas partes del símbolo de madera ¿Me pueden contar algo de eso?
Edt: Sí, por supuesto nachito, la verdad es que lo que más nos interesaba no era sacar un disco y de ahí viene el formato digital de todos estos temas. De ahí salio “Volveremos a ser amigos” que no tengo idea quien lo tiro pero es básicamente el espíritu de la banda. Como que va a haber un tiempo en el que no nos hablaremos y después volveremos a ser amigos, estaremos más gordos y viejos pero de todas maneras volveremos a ser amigos.
Yo: Bueno chicos, muchas gracias.
EdT: De nada, loco.
“¡Qué pibes más simpáticos!” pienso.
La noche terminó y Andi casi vomita en algún rincón del Matienzo. Mi novia y yo nos escapamos a casa y le digo a Melina, mi fotógrafa que tenga lista las fotos para el domingo aunque yo mismo sepa que no iba a tener la nota para ese día. La esencia de la música está en compartir los momentos más preciados junto a amigos y seres queridos. Sin dudas, Escuela de Trance es una banda para ambientar aquellos momentos.//∆z
