El dúo canadiense formado por Brian King y David Prowse llega a nuestro país en un aluvión de visitas internacionales. Será el 10 de noviembre en Niceto Club y en esta nota tenemos el porqué de una mención especial entre tanto turista rockero.

Por Estefanía Lestanquet

Al terminar el año, en la redacción de AZ nos sometemos a un sufragio encantador: los mejores discos de los 365 días que van quedando en el olvido. El 2012 nos trajo una sorpresa. Entre vueltas esperadas como la de Chris Cornell con Soundgarden, artistas de culto como Bob Dylan y Patti Smith o revelaciones de lujo en el caso de Jack White y Muse, se encontraban ellos. Dos canadienses problemáticos que canalizaban sus dilemas existenciales en guitarras sucias y gritos desgarradores. Japandroids y su segundo disco, bautizado atinadamente Celebration Rock, son el mejor agasajo al punk rock que se ha hecho en este último tiempo.

Despreocupados y soberbios, los de Vancouver logran en una trilogía musical y menos de siete años de carrera la combinación justa de talento y rebeldía, cualidades que poco son si no se tienen la una a la otra. La batería de Prowse y la guitarra de Brian parecen conocerse de épocas pasadas, y sus voces, lejos de ser atravesadas por algún tipo de técnica, hacen del dúo mucho más que la suma de sus partes.

Ahora bien, ¿por qué sentirnos atraídos por dos locos que dicen que sus ensayos son sus presentaciones en vivo? Justamente ahí está la respuesta. Cada vez que Japandroids se para en un escenario está marcando un paso más y mejor en su afable carrera. La espontaneidad de los músicos, pocas veces vista en el mundo del rock,  sumada a la potencia de sus equipos son el éxtasis perfecto para nuestros cuerpos cansados en épocas de recambio lunar.

No queda mucho más que decir, sólo que las entradas para el 10 de noviembre ya pueden conseguirse vía Ticketek.

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