Yo La Tengo presenta Fade, su decimotercer disco, y renuevan su título de banda emblema del rock independiente americano con 29 años de existencia.

Por Damián Jarpa

El trío de Nueva Jersey lanza su nuevo álbum luego de tres años de silencio con la producción del  multi-instrumentalista John Mc Entire, alma máter de los post-rockers Tortoise y The Sea and Cake, quien ya había trabajado con la banda en 1997. Para comenzar y sin olvidarse de sus grandes influencias -como Big Star y The Velvet Underground- aparece “Ohm”, canción que sirvió de adelanto del disco, y que continúa en la brillante y aguda simpleza desplegada en el disco Summer Sun (2003).

Una de las canciones más destacadas es “Is that enough?”, con sus arpegios prolijos, la insinuante voz de Ira Kaplan con la inclusión de violines y chelos por doquier. Una exquisitez para los oídos. “Well You Better” construye en sus primeros veinte segundos una atmósfera que rememora a un clásico del repertorio de Yo La Tengo como “Big Day Coming” (Painful, 1993). A pesar de ello, la canción se transforma es uno de los pasajes más vigorosos y alegres del disco. “Two Trains”, tímida pero cálida, compuesta con un simple ritmo de fondo y con un infaltable y encantador coro, recuerda un poco a “Blue Line Swinger”. “Paddle Forward” es una gema en sí misma, que combina la estridencia y crudeza del fuzz con la fragilidad del pop, algo que el trío sabe realizar de manera implacable. Líricamente, en esta oportunidad, Ira Kaplan hace énfasis en la tragedia e incertidumbre (tuvo problemas de salud el año pasado) y el envejecimiento (tiene casi 60 años).

A diferencia de otras oportunidades -y más allá de los arreglos- el eje pasa por crear una hegemonía de la melodía y por constituir elegantes pasajes sonoros, dejando de lado casi por completo la pared de sonido y feedback que supo caracterizar a la banda. ¿Pero qué más se le puede pedir a ellos que lo han hecho casi todo y han coqueteado con todos los estilos posibles, desde el Jazz, Folk, Lo-fi, hasta el noise más despojado (sino chequear, May I sing with me, 1992)? Y para demostrar su gran versatilidad, “Before we run” y un final a toda orquesta que incluye una sobre abundancia de arreglos, con la intervención de  violines, trombones, saxo y trompetas.

Sin aparentes señales de fatiga, el matrimonio Kaplan-Hubley es la última y más longeva pareja productiva del rock independiente americano, a diferencia de Kim Gordon y Thurston Moore que ya no están más casados, lo que obligó a Sonic Youth a quedar en un parate indefinido. Es así que Yo La Tengo se constituye como uno los pocos sobrevivientes junto a  Dinosaur Jr. y Meat Puppets de aquella fructífera escena de los 80’s. Este trabajo desnuda su incansable búsqueda instintiva por la melodía, aún vigente tras casi tres décadas de trayectoria.

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