El trío regresa al país en el marco de una gira latinoamericana para presentar su último disco, Fade, en el Teatro Vorterix. Alternativos, experimentales, inclasificables. Su talento los convirtió en una banda de culto.

Por Pablo Díaz Marenghi

Psicodelia, folk, experimental; indie, low-fi, shoegaze; diversos estilos y variantes de un rock; o más bien música, que no merece encasillarse. Diversas vertientes que emanan de Yo La Tengo, los oriundos de Hoboken, New Jersey, pero con nombre en español. El trío, conformado por el matrimonio Georgia Hubley- Ira Kaplan y el bajista James McNew, regresa al país de la mano de la productora Indie Folks. Se presentarán el jueves 5 de junio a las 21 en el Teatro Vorterix. Los encargados de precalentar la escena serán los Atrás Hay Truenos, trayendo todo el electro-indie-experimental propio de la escena local independiente.

Los detractores de la monotonía pueden respirar tranquilos: ningún tema de Yo La Tengo es igual al siguiente. Basta con escuchar su disco Fakebook (1990), donde predomina el formato folk y acústico; o probar con Painful (1993) donde reina la psicodelia, los temas experimentales y las melodías furiosas con tintes de garage –con similitudes a Sonic Youth- que propician un trip sonoro bien variado y que apunta a destacarse por sobre la uniformidad rockera. Otro ejemplo puede ser I am not afraid of you and I beat your ass (2006) -Traducción: “No te tengo miedo y te patearé el trasero”- en dónde la banda demuestra que no se quedó en el pasado; no se limitó a sonidos propios de reductos under noventosos –que los catapultaron al éxito- sino que apostó a fórmulas diferentes, quizás más cercanas al rock-pop o al rock canción clásico, pero sin dejar atrás la trayectoria experimental del trío.

Su última presentación en la Argentina fue en 2010, en La Trastienda; dejando a sus fanáticos con ganas de más. Pasaron cuatro años en donde la banda no lanzó un nuevo material hasta el 2013. Fade (2013) sorprendió a la crítica y se basó en una justa proporción entre frescura, innovación y potencia; un manifiesto de que los Yo La Tengo no se olvidan de su pasado, siguen delirando y experimentando tanto en el estudio de grabación como arriba de los escenarios. Al menos ese será el objetivo para todos los que deseen asistir a su show en Vorterix: comprobar si su potencia, que los consagró como banda de culto hace ya veinte años, sigue intacta.

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