10 años sin Luis Alberto Spinetta

Compartimos un fragmento del libro Mito y Mitología de Mara Favoretto (Gourmet Musical Ediciones) recientemente reeditado —tercera edición— a propósito de la conmemoración del décimo aniversario de la partida del “Flaco” del mundo terrenal. 

Por Mara Favoretto* (Gentileza de Gourmet Musical Ediciones)

“Yo no predico. Yo vivo. Y lo hago con un convencimiento”

Luis Alberto Spinetta

El último trabajo en estudio de Spinetta, Un mañana (2008), está inspirado en el trágico accidente de tránsito por el que perdieron la vida varios compañeros de colegio de una de sus hijas. Así lo expresa el músico en el folleto que acompaña el álbum:

Este trabajo contiene dolor y esperanza…he tratado de corregir lo irreparable en forma de canciones predestinadas al silencio y uno nunca lo consigue por completo. Y allí, donde se decae, surge la inspiración de todas estas almas, almas de quarzo (sic), luminosas, iridiscentes, lejanas y cercanas a la vez. Almas que un mañana abrazaré con todo, lejos de este mundo que a veces luce ridículo.

El logo de Conduciendo a conciencia también se reproduce en este trabajo, consecuente con cada aparición pública de Spinetta luego del accidente. El disco atrajo numerosos premios Gardel: el Gardel de Oro al mejor álbum de rock del 2009, premio a la mejor canción para “Mi elemento”, al mejor artista de rock para Spinetta, al mejor video de Eduardo Martí y a la mejor tapa de álbum de Alejandro Ros. También obtuvo una nominación para el mejor álbum de orck vocal en los premios Grammy Latino.

Emulando las épocas en que Artaud complicó las formas estándares con su particular diseño, Un mañana también traía una cubierta irregular. El logo del álbum es un personaje que se parece a un “cavernícola” tal vez electrificado (combinación de lo básico con la tecnología) y los dibujos de escaleras de distintas formas indican movimiento constante, parejo, hacia arriba, avanzando. La foto de Spinetta señalando hacia adelante lo reconfirma: “La esperanza es infinitamente más importante y requiere mucha fuerza” (folleto interno).

Las canciones de este disco son el corolario de una carrera coherente y constante en sus temáticas. Se habla de los sueños, de la luz, de la ilusión que es el tiempo, de la eternidad, el alma y el amor en todas sus formas. Es el resumen del legado de Spinetta a la humanidad resumido en 12 canciones. Esta vida es un no-lugar (“habla y gime, y habla con sí misma. ¿Y cuál será su lugar, su rincón sin lugar?”, “La mendiga”), una ilusión o un sueño en el que el único indicio de la verdadera existencia es la presencia de la luz (“sueñas que sueñas que vives  aquí donde por siempre hay mañanas, que la luz te acompañará tan inviolable como la vez aquí”, “Vacío sideral”). Estamos presos en este mundo, donde estamos atrapados en un cuerpo con un nombre (“en este mundo no hay espejos sin alguien”, “Preso ventanilla”) y donde enfrentamos el dolor y la frustración (“cada día es la mañana desnuda en tu corazón que no brilla. Y si algún día se oculta no quiere decir que no puedas volar”, “No quiere decir”). Estas canciones nos invitan a volar y a escapar de este sueño (“desnuda tu velo, sí, descubre tu vuelo al fin”, “Tu vuelo al fin”; “y para escapar de su sueño lo que yo hago es subirme en un fuego que pase y el resplandor se habrá marchado ya de mi piel cuando en cenizas se torne el cristal, oh, ¡qué fantástico viaje!, “Mi elemento”).

A lo largo del disco, en numerosos pasajes, se repiten, en variedad de imágenes y expresiones, esas mismas ideas que habitaban las primeras canciones de Spinetta. Son un recorrido por la filosofía de vida que tal vez nos garantice un mañana, un futuro. “Mañana es mejor”, y no necesariamente hay una sola forma de asegurar un futuro placentero y positivo, de ahí que el álbum se llame “un” mañana y no “el” mañana, que sería prescriptivo. El Flaco nos abre puertas, nos estimula a abrir nuestra mente y nuestra alma, a fin de vislumbrar un mañana, el que queramos, el que soñemos.

El legado de Luis Alberto Spinetta es el resultado de una ideología y una filosofía de vida muy claras y trascendentes. “Me paso las horas inventando cosas para decir, en contra de todo ese torbellino de locuras que son las grandes ciudades en el fin de siglo”, dijo en una entrevista. Esas cosas que inventaba para decir dejaron una marca muy profunda en la sociedad y cultura argentinas, porque era lo que necesitábamos oír, en cada época y contexto en que sus discos iban saliendo a la calle. Esas canciones no quedaron ahí, sino que juntas conformaron una mitología spinetteana que nos conecta con el cosmos y lo más profundo de nuestro ser. Es posible encontrar en su obra poética una mitología contemporánea, ya que sus canciones presentan letras e ideas que cumplen las funciones tradicionales de la mitología. Las funciones mística, cosmológica, social y pedagógica se encuentran entrelazadas y forman parte del todo en el conjunto de la obra del músico-poeta.

Por el eclecticismo de su obra, a veces la estructura de la misma puede ser en apariencia caótica. Sin embargo, al entenderla y analizarla como una mitología se torna sumamente coherente, como un rompecabezas donde cada pieza tiene su lugar en el todo. A la vez, este corpus lírico sostiene la mitificación de la figura del músico que ha realizado el público en general, quien a nivel privado se identifica con el mito en forma personal y, a la vez, a nivel público se identifica como parte de la sociedad a la que pertenece y de la cultura que manifiesta.

Luis Alberto Spinetta vino a cumplir una misión entre nosotros. Llenó un espacio espiritual que habían dejado vacío las ideologías y las religiones. Había un hueco en nosotros que necesitábamos llenar y él lo entendía. Encontramos en él lo que necesitábamos escuchar, sentir y pensar. El Flaco continúa vigente en su música y en su mito y, como toda obra trascendente, sin duda seguirá generando ideas, estimulando la imaginación y despertando mentes dispuestas a buscar “el antídoto contra todos los males de este mundo”.

*Mara Favoretto nació en Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe, en 1968. Es investigadora, doctora en letras, y profesora en la Universidad de Melbourne, Australia, país donde vive desde el año 2003. Ha dictado cursos sobre cultura popular y participado como ponencista en varias conferencias internacionales en diversos países como Australia, Austria, Chile, España y Estados Unidos. Es autora de Charly en el País de las Alegorías: un viaje por las letras de Charly García (2014) y Alegoría e ironía bajo censura en la Argentina del Proceso (2010), y de numerosos artículos de investigación sobre las intersecciones entre política, poder y música popular en Argentina, publicados en revistas y ediciones académicas.