Top 10: BZRP Music Sessions

Desde sus comienzos lejanos al mainstream, las Bizarrap Music Sessions dejaron en claro que eran algo distinto dentro de una escena que empezaba a abrazar al rap y al trap como nunca antes en nuestra historia. El tiempo le terminó dando la razón a quienes auguraban un gran futuro a Bizarrap y por eso decidimos armar un ranking con las que creemos son las diez mejores entregas de esta saga.

Por Rodrigo López 

  1. Zaramay

No son muchos los que quieren a Zaramay dentro de la escena nacional, pero su talento es por completo innegable. Problemas legales y demás aparte, su flow y su lírica son de las más precisas del país y en su Music Session lo dejó bien en claro: apostando por un conceptual que cruzó en el punto justo a Scarface y a El Padrino –es decir, voracidad y cálculo, relajado pero desafiante–, el autoproclamado Jefe del Malianteo lanza barra tras barra sobre un beat directo que invita tanto a la tranquilidad como a la locura.

  1. Dillom/Ca7riel

Estas dos Music Sessions comparten puesto porque son imposibles de catalogar y eso es una extraña virtud en un momento en el que reina el algoritmo pro-simpleza radial. También porque fueron pioneros de un fenómeno que todavía estaba en plena gestación y que por ende no tenía muchas certezas de éxito masivo. Ante este escenario, Dillom apostó por la distorsión pura, por la frontalidad total y por el juego entre el trap industrial y el punk más crudo; por su parte, Ca7riel llevó el concepto performático al máximo  –de los pocos que aprovechó al 100% el formato audiovisual – y, tanto lírica como musicalmente, eligió sumergirse en un océano de oscuridad y desesperación muy ajeno a los (azucarados) tiempos que corren.

  1. YSY A

La Music Session de YSY A fue una de las más esperadas y también terminó siendo una de las más infravaloradas. En lo que respecta al concepto, la decisión de realizar un recorrido emulando a Breaking Bad con enlace en la llegada de las vacunas contra el COVID-19 al país fue una decisión magistral. Desde lo visual, la caracterización le dio nuevas alturas a las Music Sessions y en lo sonoro fue sinónimo de descontrol: un beat con trap, reggaetón, dembow y hasta techno y un YSY A en modo maestro, rapeando a toda velocidad y enseñándole a muchos imitadores cómo es que se hace.

  1. L-Gante

Más allá de la popularidad que ganó en TikTok y plataformas aledañas, este cruce entre el trap, RKT y retazos de la cumbia villera originaria es sin dudas una de las mejores Music Sessions. Flow bien pesado (casi hablado pero sin nunca perder la fuerza), un beat muy crudo y agresivo y una multitud de referencias que afirman la identidad villera de L-Gante y que sirven como respuesta contundente a una sociedad que abraza por moda y que  –diez minutos después – te vuelve a despreciar según tu color de piel y el lugar de dónde vengas.

  1. Nathy Peluso

La Music Session más vista de la historia no decepciona: reggaetón, trap, rap, house, acid y una esencia innegablemente latina que pivotea en un fraseo punzante y sinuoso de su protagonista. Desde su irrupción salvaje, Nathy Peluso se ha erigido como una de las más grandes artistas y performers del Siglo XXI. Y lo ha hecho en base a la constante experimentación –por momentos al límite, algo muy saludable– y reformulación de elementos provenientes de sus múltiples influencias. Claro, mientras muchos se la pasaron años sosteniendo que Nathy Peluso carecía de originalidad, fueron pocos los que entendieron el concepto estético y sonoro que ella estaba construyendo frente a sus propias narices. Un huracán de complejidad que, como un significante infinito, se encuentra en un permanente proceso de cambio y evolución.

  1. Morad/MHD

Las de MHD y Morad son dos Music Sessions de nivel internacional, con una fuerte presencia de África y su siempre rica y compleja cultura sonora. Apostando por el afrobeat, retazos de flamenco y su intenso afro-trap, MHD se vistió con la 30 de Lionel Messi en el PSG y disparó una sucesión interminable de barras en las que el incansable trabajo y la superación de la profecía autocumplida (y racista) del capitalismo moderno son el eje central. Directo desde Marruecos, enfundado con la 2 de Hakimi, Morad juega con un concepto similar pero desde un lugar mucho más oscuro sonora y líricamente. Sin dejar de caminar por las calles en las que tuvo que sobrevivir en su infancia y adolescencia, el marroquí se apoya sobre un beat a puro afro-trap y rap francés para explicar que para triunfar no es necesario ni traicionar ni olvidar el lugar de donde uno vino.

  1. Snow Tha Product

Al borde del Top 3, la Music Session de Snow Tha Product es una verdadera bomba de Hip Hop. SI hay que ser más precisos, es una interesante actualización del sonido clásico de la Costa Oeste gracias a sus toques de trap y de psicodelia bien ácida. Ni hablar del hecho de que estéticamente juega en otra liga: su ida y vuelta con el Gangsta Rap es por completo genuino y respetuoso. El círculo se cierra con un flow supremo que es de los mejores del planeta. Esto aplica tanto para el inglés como el castellano: orgullosa representante de la Comunidad Latina de Los Ángeles, California, Snow representa al Hip Hop clásico y, al mismo tiempo, entiende cuál es la manera de no perderse en el cliché.

  1. Homer El Mero Mero

El Top 3 de las Music Sessions no inaugura la que tal vez sea la más infravalorada de todas. En poco más de 3 minutos, Homer El Mero Mero le enseña a más de una generación lo que significa el Hip Hop como movimiento cultural: corazón, realidad y justicia social. Orgulloso de sus orígenes y disparando barras de realidad cruda y dura, Homer construye un duro y doloroso relato en el que se honra al verdadero Hip Hop nacional. Sí, a una Vieja Escuela que cayó injustamente en el olvido hace demasiado tiempo y que pavimentó el camino para lo que se vive hoy. Todo sin que ningún sello discográfico internacional venga a explicar cómo se hace para sonar en la radio. Porque si hay algo de lo que no se trata el Hip Hop, es de ser sumiso, inconsciente y carente de coraje.

  1. Ptazeta

Hace no mucho tiempo, Ptazeta se hizo viral por “Mami”, una (gran) canción hecha para los tiempos que corren. El hecho de que exista su Music Session muy posiblemente se deba a esa viralidad, pero bien debería ser por la calidad de su arte. Su flow es letal y no es un decir: a lo largo de toda la session –montada sobre un beat que cruza al trap con el dembow y el reggaetón– Ptazeta cambia sin parar de ritmo y de cadencia con una naturalidad y facilidad que asustan. Nacida en 1998, parece estar hace mucho tiempo en la industria musical: en la lírica, apunta de lleno contra la hipocresía sexista e invita a la diversión sin rienda ni prejuicio, sin pose y con picardía. El cierre es consecuente: una rave descontrolada, divertida y (por sobre todo) libre.

  1. Nicky Jam

No darle el #1 a Ptazeta es un pecado cuasi mortal, pero Nicky Jam no necesitó ni de sobreactuaciones ni de tiraderas eternas para demostrar que la vieja escuela del Reggaetón está más viva que nunca. ¿Cómo lo hizo? Primero, disparó sus altísimas dosis de realidad sobre un beat muy clásico, punzante, contagioso y oscilante entre la luz y la oscuridad. Segundo, eligió la reivindicación de su recorrido como artista para contar una verdadera historia en la que lo real es lo único que importa. Y tercero, le regaló al mundo –a quienes lo conocían y a quienes lo descubrieron gracias a esta colaboración– una de las líneas más pegadizas de las Music Sessions. La verdad es que no fue “El Biza” el que la soltó: fue Nicky Jam. Aplausos de pie.//∆z