Hablamos con la banda oriunda de Don Torcuato que lanzó este año su quinto disco de estudio, uno de los más interesantes de la cosecha 2023. Allí logran una síntesis interesante entre potencia, sensibilidad poética y experimentación con colaboradores icónicos del rock argentino. Su vocalista se explaya en torno a influencias, intereses y su manera de entender el quehacer musical en tiempos de plataformas digitales
En su quinto disco, Canción Mata Algoritmo, Todo Aparenta Normal parece continuar tercamente la idea de que en los tiempos actuales es necesario una vuelta al cara, al encuentro, al abrazo; al vínculo real y concreto con la naturaleza. Algo que ya había sido un concepto trabajado en su disco anterior El último abrazo analógico y que seguramente fue potenciado por todo los vivido duramente la pandemia.
Nicolás Alfieri, voz y guitarra de la banda, sostiene que lo lúdico y el fluir sono aspectos centrales del proceso compositivo de un grupo que se termina de conformar con su hermano Juan Pablo en batería, Luca Barzán en guitarra/teclados y Alexis Koleff en bajo. Su respuesta se opone a la perfección planteada por los algoritmos imperantes en la actualidad.
La producción a cargo de Tweety Gonzalez (referente del rock nacional, colaborador de Soda Stereo y Fito Páez entre otros) y las colaboraciones de referentes de la música actual como Lisandro Aristimuño, contribuye para que el conjunto de canciones —desde el pop y el rock pasando por el folclore y la electrónica— logren un interesante contraste para concretar la idea que propone el título: enfrentarse al algoritmo de lo que hay que escuchar en nuestra época.
AZ: El disco comienza con la canción “Placebo” diciendo “No tardes hoy y antes que perdamos señal / Salgamos al bosque libres de artificio”. Es imposible pensar esa frase sin tener en cuenta la pandemia ¿Cómo se conforma para ustedes ese placebo?
Nicolás Alfieri: Creo que es la medicina que tenemos adentro y tiene que ver con la conexión y atracción que tenemos con el todo. Estoy convencido que hay una pulsión de vida que nos lleva a buscar las cosas consideramos mejores para nosotros, que nos hace fuertes al caminar. La música puede ser un placebo, las palabras. Hay muchas maneras de entenderlo. La idea me construyo…te construyo que también dice la canción funciona una como una especie de símbolo que habla de lo que uno aspira. En algún punto la canción habla de un deseo que se convierte en realidad y en donde hay una especie de atracción. Creo que apunta a buscar una respuesta entre tantas voces que nos hacen preguntarnos permanentemente a donde ir.
AZ: En este nuevo disco buscaron potenciar tu voz y los arreglos electrónicos. ¿Es algo que charlaron entre ustedes?
NA: Más allá de charlarlo entre nosotros, también lo charlamos con Tweety. A nosotros nos gustan las melodías y las armonías pero siento que en este disco llegamos a otro nivel en el cuidado por la melodía. En relación a los arreglos, creo que cualquier vestimenta es válida. Intentamos siempre que mande la canción y a veces tenemos que expresarnos a través de sensaciones o figuras porque creemos que así fluye la música. La verdad es que solemos charlar todo entre nosotros pero hace tanto que tocamos que las palabras, a veces, sobran.
AZ: Desde lo musical, el disco intenta transitar diversos universos musicales que van desde el folclore, la electrónica, el pop o la psicodelia ¿Cómo van incorporando cada uno de los climas?
NA: Tiene que ver muchas veces con reforzar la idea de lo que la canción está diciendo. A partir de esa búsqueda llegamos a esos lugares. Buscamos situar la canción en algún lugar geográfico u onírico. Después aparecen el conjunto de influencias musicales que tenemos aportando para que esas derivas sucedan. En este punto cada canción tiene su propia historia.
AZ: Para “Espejo” invitaron a Lisandro Aristimuño y eligieron una canción que menciona mucho a la naturaleza (algo que también está muy presente en la lírica de Lisandro) ¿Por qué eligieron esa canción?
NA: Lisandro la eligió. Le mostramos varias canciones en las que nos parecían adecuadas para su voz entrar y le contamos dónde lo imaginábamos. Luego el intercambio se fue armando porque en definitiva queríamos que la decisión final fuera de él. Al final eligió “Espejo” en una parte donde teníamos algunas dudas de lo que decir y cómo cantarlo. Fue todo muy mágico. Vino el duende de la música al estudio y nos dio una mano enorme.
AZ: En la tapa hay una paisaje donde no se percibe la intervención del ser humano ¿Cómo se vincula con el disco?
NA: La idea es cuestionarnos ciertos tipos de utilizaciones tecnológicas, sabiendo todo lo bueno que le ha traído la tecnología a este mundo pero sin olvidarnos que somos hijos de la naturaleza. Una foto de la luna sacada con el celular nunca le va a hacer justicia a la impresión que genera verla con tus propios ojos. Quizá los celulares tengan mejor resolución que nuestros ojos pero no me refiero a una cuestión técnica. Hablo del momento de sentarte a contemplar, de un momento de no tiempo. A eso apunta un poco la tapa
AZ: Respecto a esto que decías, da la sensación de que el disco dialoga conceptualmente con los discos anteriores. (El último abrazo analógico en relación a la idea de proponer un especie de resistencia de carne y hueso ante el mundo digital y acerca de El desaprender en relación al cuestionamiento de “lo normal”). ¿Cómo ves vos esto?
NA: Cuestionar la normalidad es primero preguntarse qué es lo normal y quien nos dijo que eso es lo normal. En definitiva son todas construcciones. En este punto se suele hablar de resistencia contra esto y hay algo que no me cierra de ese concepto. Me gusta más decir lo que pasa, cuestionar la velocidad con la que se vive, revalorizar la imperfección humana. Es por ahí. Creo que todos nuestros discos dialogan conceptualmente aunque puedan escucharse como canciones aisladas. Principalmente porque somos las mismas personas y de alguna forma estamos sacando fotos musicales a nuestros momentos de vida. Siempre buscamos argumentos en lo que hacemos, entonces naturalmente todo tiende a estar conectado.
AZ: Para El último abrazo… ustedes decían que “el desafío en lo lírico fue ser más terrenales; tiene un poco de aire y de tierra, un poco de analógico y un poco de digital” ¿Dónde se ubica Canción mata algoritmo respecto a esto?
NA: En lo lírico, la síntesis. Siento que si bien hay metáforas porque me encantan las metáforas y el vínculo que arman las ideas entre sí; este disco es un poco mucho menos solemne en decir las cosas. Hay poesía pero dicha a través de cuestiones más mundanas. En cuanto a lo musical, creo que apunta a la valorización del defecto como marca personal y el movimiento. Es un disco con mucho movimiento. Creo que es el disco que más te hace mover de toda nuestra discografía.
AZ: Hay por detrás del título algún tipo de visión pesimista respecto a lo que sucede en las redes sociales con la idea de que es necesario “resistir a eso” ¿Es estrictamente negativa esa visión? Alguien podría refutarla hablando de la supuesta democratización respecto a la posibilidad de la circulación musical que proponen plataformas como Spotify o YouTube
NA: No me siento bien utilizando la palabra resistir. Es más bien un impulso o un talismán para que se tenga presente que lo que parece un juego super democrático, no lo es tanto. Es hermoso que te puedan conocer en todo el mundo por una canción que subiste a Spotify. Eso es nuevo y es todo bueno. Ahora si la plataforma o quienes representan ese negocio, me exigen que yo haga la música de la forma que ellos quieren para mostrársela a más gente, me parece que es un juego peligroso y que no beneficia a la música, En ese caso cuestionaría la democratización, algo que lamentablemente sucede.
AZ: Una de las cuestiones que suelen mencionar es que en la música de ustedes no hay una búsqueda obsesiva de la perfección. ¿Tocar en vivo los deja más libres en ese sentido más allá que hoy haya una tendencia a sumar cada vez más pistas pregrabadas y utilizar el metrónomo para lograr shows cien por ciento previsibles?
NA: Creo que ese porcentaje de previsibilidad es independiente de cada banda o artista. Nosotros buscamos un equilibrio donde nos sintamos libres y nos divierta tocar. Uno graba para tocar en vivo y toca para volver a grabar. //∆z