Nos dejó a todos sin palabras, pero principalmente al Loco Chávez, al Negro Blanco, al Señor López, a Clara y a tantos otros que enmudecieron para siempre.
Por Mauricio Pérez Gascué
Quizá nos cueste tomar conciencia de la magnitud de la pérdida. El sábado nos dejó Carlos Trillo, uno de los guionistas de historietas más importante de nuestra historia, un verdadero trabajador del género (¿será porque nació un 1º de mayo?). La mayor pena es que nuestra generación no haya tenido tanto contacto con este prócer, a excepción de los seguidores del género.
En lo personal, recuerdo que de pequeño me causaba mucha fascinación su tira en la contratapa del diario, donde rubias y morochas se disputaban el amor de El Negro Blanco ¿Quién no quería ser como él cuando fuera grande? Aquellos que superen los 30 habrán sentido lo mismo con El Loco Chávez y los minones que le dibujaba Altuna. Años más tarde me topé con una colección de la revista Humor que una tía guardaba celosamente y ahí pude descubrir Las Puertitas del Sr. López, tira que tuve el agrado de revisitar luego de ver la película dirigida por Alberto Fischerman, con Lorenzo Quinteros en la piel de López. Por ese entonces, estaba más crecido y con la capacidad de entender que ese señor permanecía tan sometido como nuestra República en aquellos tiempos y que había que ser muy valiente para escribir esas cosas, burlando y combatiendo la censura, simultáneamente.
Además de Las Puertitas..., que fue llevada al cine, se adaptó para la pantalla chica Cybersix, que será recordada aquí con el rostro de Carolina Peleretti, aunque afortunadamente no fue la única versión que se hizo: existe una animada producida en colaboración con un estudio japonés y uno canadiense.
En las últimas décadas su carrera se desarrollo principalmente en España, donde publicó la que muchos consideran su obra maestra: El último Recreo, también en colaboración con Altuna.
Sus trabajos han tenido merecido reconocimiento en todo el mundo. Ganó dos veces el “Yellow Kid” (el premio más importante que se da en el mundo de la historieta) al mejor autor, y diversos premios por su obra, en Barcelona y Paris.
Los más jóvenes recordarán su tira Clara de Noche, publicada en el suplemento No de Página/12 o Cazados, con los dibujos de O’Kif, en la contratapa de Clarín.
Para aquellos que todavía no lo hicieron, ya sea por juventud o por falta de curiosidad y a los que mantuvieron un mínimo contacto con su obra, les aconsejo que se acerquen. Ya perdimos a Carlitos en vida, pero sus historietas quedaron. Dicen que los homenajes se deben dar en vida y para muchos puede resultar un ilustre desconocido, pero les aseguro que si les dan una oportunidad, sus personajes les van a contar qué tipazo nos acaba de dejar.