En otra muestra de calidad de las series británicas, Southcliffe no deja a nadie indiferente. Una pequeña localidad, una masacre y muchos planteos en sólo cuatro partes.

Por Alejo Vivaqua

Una anciana trabaja en la huerta de su casa. Hunde la pala en la tierra, remueve la maleza y se pone de pie. Una bala le atraviesa el estómago. Logra darse vuelta y la escena muestra una figura difusa que viene caminando a los tiros. Antes, las imágenes que van a acompañar los cuatro capítulos de esta historia: el río semi congelado, las calles desiertas, el clima frío y nublado y la voz siempre presente de una mujer que anuncia en la radio el pronóstico del tiempo.

Así empieza esta miniserie británica de Channel 4. El pueblo ficticio de Southcliffe es el escenario que el escritor Toni Grisoni (coguionista de “Fear and Loathing in Las Vegas”) eligió para contar este dramón. El 2 de noviembre de 2011 Stephen Morton, un ex soldado conflictuado, abre fuego contra sus vecinos. Armado hasta los dientes, el personaje interpretado por Sean Harris mata a quince personas y deja muchos heridos.

Narrada en un tiempo no lineal, con un ritmo frenético de saltos temporales y dirigida magistralmente por Sean Durkin, la historia nos muestra en cuatro partes a las familias y personas afectadas por la masacre. La mirada principal está puesta en David Whitehead, un periodista televisivo de un canal londinense que es enviado a Southcliffe a cubrir el hecho. El detalle no es menor: él nació y se crió en el pueblo, del que guarda recuerdos que lo atormentan.

Siempre con la tragedia como centro, la serie nos muestra la vida de los pobladores, de quienes iremos sabiendo más a lo largo de las cuatro entregas. Entre ellos están los soldados que vuelven de Afganistán, el hombre de familia que engaña a su mujer y una pareja de mediana edad que intenta tener un segundo hijo.

No se indaga mucho en las razones que desataron la locura de Morton, pero es eso lo que le da originalidad a la historia. Un pueblo británico como cualquier otro en el que de repente un loco decide volverse contra su comunidad. ¿Cómo es que nadie lo vio venir? ¿No hubo señales? Grisoni dijo – y luego de que la serie se proyectara en el festival de cine de Toronto del año pasado – que, más allá de la tragedia, “Southcliffe” trata sobre la pérdida, y sobre cómo sobrellevarla.

En el primer capítulo, y en una escena a la que luego se volverá más adelante, Whitehead -interpretado por Rory Kinnear- aparece frente a cámara visiblemente compungido. Luego de ser presentado por los estudios centrales del canal, toma la palabra y arremete: “Las personas no cometen asesinatos en masa en un pueblo como este. Es una comunidad respetuosa de la ley. Almas sencillas. Gente buena. Anglosajones. Eso es lo que se dice en televisión. ¿Es eso lo que de verdad creen que son? No es lo que recuerdo. No es lo que veo ahora”. //∆z