Con tres discos de estudio, más otras grabaciones colgadas en internet, la banda conformada por Leo Azevedo (guitarra, voz, teclados, secuencias), Damián Colmegna (bajo) y Juan Pablo Furneri (batería) se destaca por la homogeneidad sonora.
Por Agustín Argento
Cuando uno le pone play al Bandcamp de Segba, le cuesta diferenciar, si no se mira el año de lanzamiento, cuál es el primero y cuál es el último disco del grupo. Con un sonido parejo, la discografía de este trío suena con personalidad y con la seguridad de haber encontrado un sonido. A priori, pareciera que desde el primer momento conectaron entre sí para dar forma a una música que no decae y permanece estable a pesar de los años que llevan juntos.
“La verdad es que se dio así porque nacimos discográficamente maduros. Tardamos ocho años en sacar el primer disco (Canciones que no salen en la radio, de 2011) y eso nos dio tiempo a llegar con algo bien elaborado, pensado y que nos identifica”, explica Leo Azevedo a ArteZeta, agua saborizada mediante, en un café de Piedras y Avenida de Mayo, en el Microcentro porteño.
Durante esos ocho años, pasaron de ser un power trío a ser un trío en el que el cantante y guitarrista se adentró en el mundo de las teclas, las secuencias y las pistas pregrabadas. Los discos, por supuesto, no vieron ese cambio de paradigma en la composición y los arreglos, un factor que sí muestran otras bandas y que permite encontrar el punto de inflexión musical. “Eso -profundiza Acevedo- tiene que ver con la maduración de una banda, aunque, en nuestro caso, no creo que se trate de una ‘evolución’”.
“Siempre supe cómo no quería sonar. Esto facilitó la conexión en la sala. Siempre estuvo en claro que yo soy el compositor, pero, eso sí, yo no les digo a ellos cómo tocar. A veces, hasta mejoran lo que yo llevo a los ensayos”, señala, tras aclarar que el retraso en su placa debut se debió a una cuestión de presupuesto, más que a una decisión musical.
Otro detalle que destaca es que nunca tuvo “una banda de punk adolescente, como casi todos”. Sólo armó un grupo a los 19, en el cual cantaba. “Después agarré la guitarra y me di cuenta que mi identidad iba a pasar más por lo tímbrico (efectos) que por la técnica. Hoy, los chicos en la sala me aconsejan que saque algunos pedales”, sostiene entre risas.
La formación musical de Azevedo es básicamente el rock. Lector de biografías de músicos como Jimmy Hendrix y fanático de Soda Stereo, su background artístico también es conformado por el folklore, estilo de música que compartía con su padre, con quien tocaba el bombo. “El próximo álbum (en vista para principios de 2015) va a tener un poco más de ‘música de raíz’. Va haber algo de blues, obviamente pasado por el filtro de Segba. En el disco se va a notar más que soy de origen negro”.
En plena euforia mundialista, tras el partido de Argentina contra Suiza, Azevedo tuitió que él prefirió ir a una clase de canto antes que ver la clasificación de la selección, porque su sueño “no es ganar un mundial, sino cantar cada vez mejor”. Hoy, entre risas, recuerda aquel tuit y aclara que estudia canto desde hace dos años y medio “porque ya no soportaba” escucharse a sí mismo. Un poco más serio, especifica: “No veo que se le dé importancia a la voz, no se la considera como a un instrumento. Yo prefiero a los que cantan bien”.
Acá se planta y sostiene: “Segba no es rock, son sólo canciones. Hoy el rock se muerde la cola. Yo lo veo más rockero a Brian Eno que a AC/DC. El rock siempre tiene que ser contracultural, tanto en su actitud para con las empresas como para con los Estados. La actitud de lo que hoy se cree que es el rock terminó matando a 194 personas (Cromañón). Si eso es rock, yo prefiero no estar ahí y no cargarme con 194 vidas. Prefiero al público sentado a que mueran”.
Productor en Radio Nacional de micros sobre el rock nacional, más una larga trayectoria en radio, Azevedo recorre los espacios del under desde hace más de dos décadas. “La última vez que fui a Cemento, sabía que iba a ser la última vez que iba a ir. No se podía estar. Estuve más preocupado por mi seguridad y la de mi novia que por la música. De todas formas, hoy creo que hay un cambio de mentalidad al respecto”.
La otra mitad de Nikola
Leo Azevedo comparte con Señorita Carolina el dúo Nikola, en homenaje al inventor Nicola Tesla. “Él era un perdedor como nosotros. Un genio al que no le importaba ganar dinero con lo suyo. Pocos lo saben, pero Tesla fue el creador de la radio”, explica Azevedo.
Con un EP subido a Bandcamp, de 7 canciones con descarga gratuita, la voz de Segba califica a este dueto como “las vacaciones con respecto a otros proyectos”. “Un tarde dijimos, ‘¿por qué no hacemos un tributo a Nikola Tesla?’. Y así, en un día grabaron el trabajo.
Segba se presenta el 11 de octubre en Liverpool Bar (Arévalo 1376), junto a Seba Salvador (ex Interama) y Marcelo Ezquiaga.
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