Antes de su presentación en el Ciclo de Oui Oui Records Vol. 2 y con motivo de la re-edición de Intramundo, su primer disco, Martín Rodríguez y Walter Broide de Poseidótica repasan los días de aquél trabajo y nos cuentan los planes futuros del cuarteto.

Por Gabriel Feldman

Eludiendo las fronteras de los géneros, si de definir a Poseidótica en una palabra se tratara, quizás “viaje”, con todas sus connotaciones incluidas, sea aquella que pueda contener la fuerza de este cuarteto instrumental. Cinco letras. V-i-a-j-e. Viaje: recientemente el bajista Martín Rodríguez y el guitarrista Santiago Rúa regresaron del suyo, que los tuvo girando junto a Banda de la Muerte por Europa, recorriendo ciudades y despachándose con algunos temas en vivo en el escenario con sus amigos. Viaje, las nuevas-viejas dimensiones: en medio de la preparación de su cuarto disco, re-editaron Intramundo, su primer disco y el primero en el catálogo de su sello, Aquatalan Records. Aquél que tenía a Walter Broide como invitado en la batería (antes de convertirse en un miembro estable de la formación), que nos introdujo en su sonido profundo, sus inquietudes existenciales y sus obsesiones por la Ciencia Ficción, remasterizado por Ramiro Nogueiras y con nuevo arte de tapa y diseño a cargo de Diego Valle, del estudio A1, piedra angular de la imaginería visual de Poseidótica tanto en sus presentaciones en vivo como en sus posters originales de colección para cada fecha. Misma mente esquizofrénica que se sumó como el quinto elemento en su último disco e ideó, no sólo una, sino diez tapas intercambiables para Crónicas del Futuro (2011). Viaje: que estará presente el próximo viernes 12 de julio en el Zaguán Sur (Moreno 2320), cuando la segunda jornada del Ciclo de Oui Oui Records Vol. 2 despegue hacia una nueva dimensión con otra de sus eléctricas presentaciones. Pero antes de que la Nave Nodriza venga por nosotros, recorremos con Martín y Walter el entramado de Intramundo y nos cuentan cuáles serán los próximos movimientos de la banda.

AZ: Estamos de nuevo en el 2005, ¿Cuál fue la sensación cuándo terminaron Intramundo?

Martín: Me acuerdo como si fuera ayer: fue una sensación de victoria absoluta, un paso gigante, nuestro primer disco estaba listo. Salió en Junio del 2005 y fue el primer bastión de Aquatalan Records. Es importante contar que es un disco que se grabó dos veces, ambas con Walter. El tema es que la primera vez que lo grabamos, el material misteriosamente desapareció, un boicot sobrenatural, un golpazo en aquel momento, por lo cual tuvimos que volver a grabarlo. Hoy en día no es más que una anécdota, un dato de color, pero fue un duro golpe que atravesamos con altura y mucho poder mental. Una prueba importante para la banda, de esas que te fortalecen al máximo.

Walter: Fue un lindo desafío técnico y emocional, no solo por las características bastante precarias de grabación sino también por ordenar todas las emociones detrás de un objetivo sonoro. Aprendimos mucho en esa ocasión y nos fortaleció como grupo de amigos y de trabajo. Hoy por hoy, escuchamos los temas y la música le ganó a la historia. Es algo que reconforta.

AZ: Intramundo fue su primer disco y de alguna forma delineó la propuesta de que cada disco invite a un universo paralelo, siendo la ciencia ficción, tal vez en partes iguales a la psicodelia y el rock pesado, un gran componente de Poseidótica ¿Qué inspiro este relato casi apocalíptico?

M: Principalmente la música. Desde los inicios del grupo veníamos jugando con lo acuático, nos sentíamos a gusto con sonoridades y conceptos ligados al agua. Sin dudas de ahí surge el disparador del relato, y luego se van sumando otras cosas, más que nada a partir de los nombres de las canciones y de situaciones que nos influían en ese momento. Lo veo como una especie de relato desordenado, producto de la temprana edad, la búsqueda y la confusión, en el que también van apareciendo la ciudad, la alienación, lo submarino, la ciencia ficción y el existencialismo.

W: Es muy interesante el concepto del caos cuando uno está componiendo. Esa alienación por la búsqueda y la necesidad de plasmar la obra, hacen que la concentración y la vivencia sean muy enriquecedoras. La misma fuerza del concepto cuando lo tenés te va empujando hacia un abismo, que por suerte en este caso fue muy cálido, placentero  y productivo.

AZ: Lo de “relato” no era casual. Los nombres de las canciones y los climas que se van creando dan herramientas para pensar en Intramundo como un camino que, en términos generales, involucra un cambio a nivel personal, una búsqueda espiritual, en un mundo caído en miseria, casi en ruinas. ¿Qué piensan al respecto?

M: Creo que La Distancia y Crónicas del Futuro, los discos posteriores, presentan un relato más homogéneo y lineal, con continuidad, a diferencia de Intramundo, en el que para mí las palabras van brotando en torno a cada tema, y terminan confluyendo en un pequeño mundo cruzado por la oscuridad y el apocalipsis. La “búsqueda”, en general, es algo constante y recurrente en Poseidótica. La realidad de lo que vivimos todos los días siempre nos influenció mucho, atravesando momentos personales buenos y malos y cambiando día a día. Y a su vez nos moviliza lo desconocido, todo lo que sea producto de la imaginación. Es por eso también que desde siempre inventar palabras fue algo que nos motivó, haciendo el ejercicio de resignificarlas y dotarlas de nuevos, diferentes o extraños sentidos.

W: Cabe destacar que a veces uno tiene el qué y el por qué, pero no sabe o no puede ordenarlo todo para comunicarlo coherentemente. Por suerte Martín tiene la virtud natural de ordenar, de encaminar y de poder contar. Algo clave para un grupo que no canta.

AZ: Más allá de que sus temas están estructurados, en el disco se siente el pulso de la zapada, de la improvisación ¿Cómo fue su composición?

M: Digamos que ese siempre fue el truco preferido de Poseidótica, que parezca una zapada con partes o algo así, cuando en realidad todo está fríamente calculado, más allá de algunos permisos que nos podemos dar en vivo o fragmentos que agreguemos después en los discos. Los temas incluidos en Intramundo se fueron armando con bastante anterioridad, de hecho descartamos mucho material de la primer época, que se encuentra guardado en las catacumbas. Si es muy cierto que varios temas los construimos en base a improvisaciones, que luego ordenamos y le sumamos más partes o puentes y demás arreglos, mientras que algún que otro tema puede haber surgido de juntarse en alguna casa con guitarras acústicas y compartiendo diversas ideas entre todos.

AZ: Desde el vamos, el rock pesado y la psicodelia serían las patas anchas del sonido de Poseidótica, pero en el disco ya se podía apreciar matices jazzeros y el homenaje a Astor suma otras vertientes. ¿Cuáles fueron las influencias musicales de la banda? ¿Cuánto sumó la colaboración de Walter?

M: En ese entonces ya teníamos miles de influencias mezcladas, ya sea música experimental, electrónica, heavy metal o pop. Cada uno iba escuchando diferentes bandas o solistas y compartiéndolo con los otros, por lo general anárquicamente, sin mucha unidad, imposible de reconstruir ahora. A partir de eso apareció lo de incluir un fragmento del tema “Violentango” de Piazzolla en “Superastor” o un falso jazz en la intro de “Las 4 Estaciones”, con ganas de apartar un toque distinto o novedoso. La colaboración de Walter sumó muchísimo, en principio a nivel espiritual. Cumplir el sueño de tenerlo en la banda nos metió en otra frecuencia y nos permitió ganar confianza en lo que estábamos haciendo. En lo musical, nos posicionó como banda en un estándar alto de sonido aportando su toque mágico y su experiencia, cosa que se mantiene a pleno en la actualidad.

W: Yo creo en este punto que todo fue recíproco. A mí me encantaba Poseidótica (soy seguidor desde la primera etapa de la banda) y pude encontrar con ellos una manera distinta de encarar la música, otro lugar que visitaba en mi interior con la misma intensidad pero que proponía un espacio distinto para intervenir. El poder de Posei radica en la forma de hacer las cosas. Me remite a brisa, a llegar, a salir de viaje, a buscar hasta encontrar. A elegir a veces caminos no tan cómodos. Puro turismo interior.

Creo que esa diferencia de cómo trabajar la música hizo que pueda aprender y sentirme parte de la banda como una pieza más aportando lo mío. Hoy, ya mucho más crecidos y experimentados todo esto se potencia y se nota en nuestro momento actual. Sentimos tener la dinamita para demoler mundos interiores y exteriores.

Sobre el final deAquatalan hay unos sampleos, unas voces, ¿De dónde viene ese pequeño fragmento?

M: Uf…, la verdad no me acuerdo. Seguramente se trate de un fragmento de alguna película, es posible que esté pasado en reversa, es el enganche entre “Aquatalan” y “La Nave Nodriza”, por lo que el efecto buscado es completamente espacial, aunque tampoco me extrañaría que el diálogo haya sido sacado de una película de Darío Argento, con quien estábamos copados a pleno en esos años. Lo poco que recuerdo es que los separadores los preparábamos en la casa de Hernandus, no mucho más que eso.

AZ: ¿Qué pueden contar del nuevo arte de tapa de Diego Valle? Ya es casi una patente sus diseños para con ustedes, pero tampoco era fácil la parada, sabiendo que el disco ya tenía un diseño original.

M: Exacto, la idea fue corrernos de los diseños que venimos utilizando últimamente, y más que nada mantener la esencia del arte de tapa original. Eso fue lo que le pedimos. Por lo general no hay mucho que explicarle a los Valle: tenemos una conexión fuerte y nos entendemos con pocas palabras, así que fue cuestión de reunirnos y la semana siguiente ya nos pasaron el nuevo arte para la reedición.

W: El que sabe, sabe, y Los Hermanos Valle supieron respetar la historia y llevarla al presente. Fue verlo, disfrutarlo, hacerle unas mínimas modificaciones y ya teníamos la reedición. ¡Felicidad!

AZ: Además de que ya presentaron nuevas composiciones en vivo, mitad de la banda recientemente volvió de un tour por Europa donde recibieron muy buenas críticas de sus discos, ¿Cuáles son los planes inmediatos de la banda? ¿Piensan en la idea de salir a tocar por el viejo continente?

M: La idea de ir a tocar a Europa no nos desespera. La verdad que estuvo genial sumarnos con Santi a la gira de Banda de la Muerte, grandes amigos con los que nos dimos el gusto de tocar en vivo y de aprender mucho de la vida en la ruta, aparte de conocer montones de personas, ciudades, culturas, y todas las experiencias nuevas que te aporta viajar. Ahora tenemos la cabeza puesta en el cuarto disco de la banda. Ya hay ocho temas listos y un par más en proceso. La idea es grabarlo entre octubre y diciembre de este año y editarlo a principios del 2014. Esa es la prioridad total. Y obviamente el plan es seguir tocando en vivo, ya hay varias fechas interesantes de acá a fin de año, así que vamos por buen camino.

W: La verdad es que depende de nosotros hacia dónde vamos. En lo personal estoy muy motivado con recorrer el país y lo que se pueda de nuestro continente. Es hora de mirar para adentro y potenciar las situaciones locales y regionales que se están presentando. Europa ahí espera y ahí estaremos, como dice un temón de Posei, cuando lo disponga el “tiempo y espacio”.

Poseidótica se presenta este viernes en el Zas, Moreno 2320. Segunda fecha del Ciclo Oui Oui Records Vol.2. Entradas $30 por lista escribiendo a info@ouioui-records.com, $40 en puerta.

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