Por Juan Guinot
Dibujo de Cyrano Guinot
Decime por qué tenemos que quemarla, le digo a mi hermano y él, con la botella de alcohol en la mano derecha y la caja de fósforos en la otra, no me contesta, me mira con esa mirada que le conozco y dice que no va a torcer el brazo. Busco la complicidad en Manchita y el perro no toma posición y opta por salir disparado a la vereda para ladrar a los pibes que, como todas las mañanas, pasan por la puerta de casa para ir al Nacional.
Voy hasta la pieza y reaparezco en el patio con mi remera. La traigo arrepollada en mi mano derecha, con el logo de Queen apretado entre mis dedos queriendo hacerle ver que casi no se nota y que es al pedo hacerla cagar fuego. Él no se hace cargo de mi insinuación y se ajusta a lo que habíamos acordado: borrar toda insignia pirata de la casa.
Tira la caja de fósforos al piso, me manotea la remera, desenrosca la botella de plástico, empapa la remera con alcohol y la cuela en el medio de la pila de discos y casetes de Queen. Con las manos libres, recupera el control de la caja de fósforos, saca uno, lo enciende y lo acerca a la remera. Un lengüetazo de llama azul le envuelve la mano, recula dos pasos, putea, se sopla la mano, no me mira, sus ojos están clavados en la pira donde arden vinilos y cintas de casete cantadas en inglés.
Mi remera de Queen en el centro, es un corazón de fuego azul, rojo y blanco que ennegrece a medida que las lágrimas de plástico derretido la funden en una nueva sustancia viscosa que, ni bien el fuego se apague, va a enfriarse y quedar color negro plumas de los cuervos de la Torre de Londres.
Desde la cocina, mi viejo grita que por la radio van anunciar un comunicado, debe ser el dos porque el primero fue el que no escuchamos y que provocó que mi viejo nos sacara a las seis de la mañana de la cama para decirnos que habíamos vuelto a las Islas.
Mi hermano sale volando para no perderse las noticias del frente.
Y me quedo solo, mirando al fuego, buscando aunque sea un pedazo de la remera, me desespero, necesito guardar algo de ese día, de ese fuego, necesito tener un pedazo de tela que ya no veo y que, treinta y dos años después, encontraré entre las rocas, en la cima de Mount Longdon, en las Malvinas.//∆z
Juan Guinot (1969 – Mercedes). Nació tres meses y once días antes de que el hombre pise la luna. Sus relatos fueron publicados en libros y revistas en Argentina, Bolivia, Francia, Brasil, Puerto Rico, México y España. En España publicaron sus novelas 2022 La Guerra del Gallo (Finalista Premio Celsius Semana Negra de Gijón 2012, Ed. Talentura) y Descenso brusco (Editorial Cazador de ratas). En Argentina le publicaron el libro de cuentos infantiles Dos al vuelo (Leer es futuro, Ministerio de Cultura de la Nación) y Misión Kenobi (Exposición de la Actual Narrativa Rioplatense), de próxima edición en Chile (8Ed. Tambo Quemado). Para teatro escribió el unipersonal La Guerra del Gallo (en cartel 2012-2013). www.juanguinot.blogspot.com / Twitter @juanguinot
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