En diálogo con ArteZeta Mariela César, quien junto a Juana Neumann fundó hace siete años la librería especializada Punc en Villa Crespo, ayuda a responder ese interrogante y al mismo tiempo reflexiona sobre el rol del librero.
Por Diana Romero
El mundo de la historieta es para todos: niños, jóvenes y adultos tienen el pase libre a este lenguaje que integra imagen y palabra y que constituye una experiencia de lectura completamente distinta a la narrativa tradicional. En Argentina, para la innumerable cantidad de escritores y lectores que cada día se suman a este formato, hay más de 1.500 librerías distribuidas por todo el territorio, según las estadísticas del Sistemas de Información Cultural de la Argentina (SinCA).
Así las cosas, saber cómo elegir el cómic perfecto para cada lector puede resultar complejo. Por eso visitar Punc, la librería especializada en historieta ubicada en Villa Crespo (Dr. Luis Beláustegui 393), para hablar con Mariela César -quien junto a Juana Neumann llevan más de siete años construyendo una biblioteca particular de historietas- puede funcionar como la guía perfecta. También, la posibilidad de descubrir ese mundo fascinante que se esconde detrás del oficio del librero.
AZ: ¿Cuál considerás que es el rol del librero?
Mariela César: Es todo un oficio. Nunca me imaginé ser vendedora de nada, pero me sorprendí cómo fui aprendiendo con el tiempo. Los libros y las historias siempre me gustaron, por eso creo que me fue más fácil aprender. He sido hurgadora de libros antes de ser librera: iba a librerías, me pasaba horas mirando y buscando qué leer. Eso mismo lo vuelco hoy en Punc. Cuando recomiendo un cómic es importante entender qué busca el lector y poder recomendar con equilibrio entre el criterio personal y el del cliente. El rol del librero sería el nexo que facilita el encuentro de la persona que busca un libro o cómic con él mismo. Después, hay otras funciones como buscar el material, investigar, leer, seleccionar y siempre estar informado de las novedades, los nuevos talentos y obras premiadas. Por otro lado, como somos una librería especializada, nuestro límite nos define también y tratamos de identificarlo y redefinirlo. Desde que comenzamos nos preguntamos constantemente qué somos para así poder seleccionar el material que tenemos. Vamos siempre con el mismo perfil y estamos redescubriendo miles de cosas. Eso es lo lindo: el mundo que se descubre siendo librero.
AZ: ¿Qué característica creés que debería tener un buen librero?
MC: Sentir curiosidad constantemente por todo: lo clásico, lo nuevo, lo under, lo mainstream y hasta por lo que no es de tu preferencia. Así, podés saber qué material es bueno. También, formar un criterio estético propio: me refiero a algo totalizador e ideológico que te defina, en el sentido que identifique también a la librería. Por ejemplo, siempre me gustó lo visual y me relacioné de alguna forma con ello; estudié cine y considero al cómic como primo hermano del cine. Lo visual es mi sentido más agudo y sensible, y creo que me ayuda en este tipo de librería. Además, es importante poder transmitir al otro una opinión sobre un libro o describir una visión sobre la trama y, si le sumás la emoción genuina de lo que te provoca determinado cómic o libro ilustrado, mejor. Por último, creo que estar abierto a aprender de los demás, de sus consultas, te incita a investigar cosas nuevas: he aprendido mucho de mis clientes y algunos de ellos saben mucho más que nosotras de cómics y libros ilustrados.
AZ: ¿Cuál creés que es la importancia de la labor del librero en la cadena editorial?
MC: Somos el último eslabón entre el libro y lector, y aunque ahora también existen plataformas virtuales, el criterio de una librería o un librero hace referencia a la promoción, recomendación y valorización de un determinado libro. Diría que somos socios y, si funciona bien el material en la librería, es clave. Muchas veces uno se identifica con una selección editorial casi completa y en otras ocasiones solo con algunos títulos. Los libreros, al final, somos como el portavoz de las editoriales. A mí me pasa, por ejemplo, con los cómics de Fulgencio Pimentel: me encantan casi todos y los muestro porque son increíbles y muchas veces termino comprándolos para mi biblioteca personal.
AZ: ¿Cómo nació Punc?
MC: Somos dos amigas hace mucho y también medio familia, porque además somos parientes políticas y nuestros hijos son primos. Compartimos mil cosas importantes antes de la librería. Aunque podría contarte muchas cosas de cómo comenzó Punc, puedo decirte que fue el sueño cumplido de tener un trabajo independiente. Lo fantaseamos en charlas de mates y, por momentos, no podemos creerlo. Punc comenzó hace siete años con mucho esfuerzo y poca plata. Hicimos muchísimos eventos en la vereda, con muestras de artistas y músicos para convocar gente y que nos conocieran. Muchos talleres nos ayudaron a pagar el alquiler e incluso repartimos volantes por las casas del barrio. De otra manera hubiera sido muy difícil si no, más que nada por la zona en la que estamos, pero lo disfrutamos mucho. Creo que una de las cosas que nos funciona es que somos parecidas en lo esencial, pero también muy diferentes en otras cosas para hacer de Punc lo que es: chiquito, pero único.
AZ: ¿A qué público le apuesta Punc?
MC: Tenemos público de todas las edades. A grandes rasgos, la librería se divide en público infantil y el adulto, pero, en general, apunta al lector de cómic o de libro ilustrado de cualquier edad. El libro ilustrado es tanto para público infantil y padres que quieren disfrutar con sus hijos, como también para quienes se interesan en el dibujo o que son dibujantes. Y lo mismo el cómic. La mayoría de la selección de nuestro material tiene un criterio de autor: cuando nos gustan ciertos autores, tratamos de tener toda su obra. Nuestro público de alguna manera busca lo mismo y algunas personas también confían en nuestra selección o piden recomendaciones.
AZ: ¿Cómo se puede encontrar un cómic a tu medida?
MC: Si nunca leíste un cómic, es bueno orientarse por el tipo de literatura o cine que te gusta y también por el ánimo o interés del momento que te lleva a elegir un cómic. También, es bueno ver qué te llama más la atención y para eso es ideal mostrar material diverso e ir seleccionando hasta llegar a encontrar algo que te guste. Por supuesto, hay cómics comodines que son sencillos para un público amplio: por ejemplo, La sudestada de Juan Saénz Valiente, que es un policial con buena trama y atrapante, ambientado en El Tigre, para adultos y a un buen precio.
AZ: ¿Se te ocurren algunos otros ejemplos?
MC: Por ejemplo, para un regalo en el que la persona en cuestión quiere un cómic, pero no saben bien cuál en particular, un libro que me gusta mucho es A través de Tom Haugomat: es muy emotivo y está entre el libro ilustrado y el cómic. Me encanta que se vayan perdiendo los límites en los lenguajes, siempre que sirva para contar las historias. Hoy la historieta ya trascendió la forma tradicional de la viñeta, es mucho más experimental, y eso hace del lenguaje algo más interesante. En general, el lector más experimentado busca formas nuevas, narrativas y visuales. Por ejemplo, Brecht Evens, Tommy Parrish o Olivier Schrawen son solo algunos de mis preferidos. Pero gustos y buenos cómics, por suerte, hay muchos.
AZ: ¿Cómo clasificás los géneros en el cómic para identificar cuál es la preferencia del lector?
MC: Como en la literatura, en el cómic también existen géneros similares: el autobiográfico, biográfico, policiales, superhéroes, ciencia ficción, terror, humor o tiras de humor, crónicas históricas o sociales, el drama, periodístico, etcétera. También existen movimientos como el under americano, la bande dessinée franco-belga o industrias gigantes como el manga japonés, que es un género en sí mismo y con sus miles de subgéneros.
AZ: ¿Cuáles son tus principales recomendaciones para sumergirse en el mundo del cómic?
MC: La sudestada de Juan Sáenz Valiente, A través de Tom Haugomat, Virus tropical de Powerpaola, La entrevista de Manuel Fior, Solanin de Inio Asano, El eternauta de Solano López y Oesterheld, Maus de Art Spigelman, Todo el mundo tiene envidia de mi mochila voladora de Tom Gauld y Lo que más me gusta son los monstruos de Emil Ferris
AZ: ¿Qué debería tener en cuenta alguien que quiere ahondar en el mundo del cómic antes de comprar uno?
MC: Solo tiene que tener curiosidad y tal vez empezar por algo más clásico, como Maus, El Eternauta o algún policial, pero no necesariamente tiene que ser así. Puede hacer un recorrido visual en una librería especializada y pedir recomendación. Buscar, leer notas o reseñas o pedir una recomendación de un amigo. También, hay lugares a través de los cuales uno puede acercarse al mundo del cómic, como los festivales, las presentaciones de cómics, las ferias de editoriales independientes de cómic y fanzines que existen en la ciudad. Y, por supuesto, está Viñetas Sueltas, la asociación civil que creó el festival de historieta independiente, integrada por historietistas locales y gente que ama el cómic que se ha encargado siempre de hacer los festivales más increíbles de historieta de la Argentina y que esperemos que pronto puedan volver a organizar.//∆z