Siguiendo la huella del punk al frente de Los Violadores o probando nuevas sonoridades en tiempos de Pilsen, Pil Trafa fue una figura clave del rock argentino y dejó como legado nunca claudicar ni negociar sus ideas.

Por Carlos Noro Fotos de Jorge Noro

Es curioso cómo la historia musical de Enrique Héctor Chalar, más conocido como Pil Trafa, puede equipararse con los treinta y ocho años que en 2021 cumple ininterrumpidamente la democracia argentina. El primer disco de Los Violadores (una obra que ningún sello quería editar, entre otras cosas, por el nombre de la banda) fue grabado entre mayo y junio de 1982, durante la Guerra de Malvinas, pero editado recién en 1983. Todo un símbolo de una época a la que el grupo le puso nombre definitivo con la canción “Represión”, que contaba con una letra de Pil.

Cuenta la leyenda que Enrique Héctor Chalar se transformó en Pil Trafa y de ahí en Pil por dos razones de peso. La primera, su aspecto físico. La segunda, una especie de homenaje a Public Image Ltd. (PIL), la banda que John Lydon fundó luego de los Sex Pistols para darle lugar a nuevas sonoridades (y nuevos peinados) como el post punk y la new wave.

De la mano de Los Violadores, Pil construyó una sociedad de amor y odio junto al guitarrista Stuka, su gran compañero musical, que le permitió seguir las derivas del punk (cuando había que sonar modernos lo hicieron con Fuera de Sektor de 1986) y dejar fluir sus intereses políticos y latinoamericanistas (el imprescindible Mercado Indio de 1987). Como era previsible, con el tiempo la química se terminó de romper, lo que generó algunas formaciones alternativas de Los Violadores y finalmente una reunión en 2016, que tuvo momentos altos (Luna Punk, editado ese mismo año) y otros incómodos (la insólita pelea en el escenario del Gran Rex con Stuka).

Mientras el alfonsinismo se terminaba y empezaban los noventas, Pil Trafa encarnó Pilsen, una banda que le permitió experimentar los cruces del punk con otras sonoridades y seguir un camino generado por sus admirados The Clash, en especial Joe Strummer. Pilsen denunció al menemismo desde principios de los noventas y tuvo tres discos: Bajo otra bandera, con el que debutó en 1993; Bestiario (1994), con producción Steve Jones, guitarrista de Sex Pistols; y finalmente Carne, Tierras y Sangre (2020), un álbum fenomenal en el que el ataque estaba dirigido al macrismo (en su momento, fue muy criticado por manifestar su opción por el peronismo frente a la avanzada neoliberal) y que incluyó colaboraciones con León Gieco, la Orquesta Típica Fernández Fierro y hasta el rapero XXL Irione. Con esta última obra, para muchos de lo mejor y más inspirado de su carrera, Pil ganó un premio Gardel y encaró un intenso tour de presentación hasta que su corazón dijo basta en su casa de Lima, Perú, en donde estaba radicado desde hacía años con su compañera e hijo.

Al igual que Palo Pandolfo o Gabo Ferro, Pil fue un artista intenso al que se lo podía abordar desde varias dimensiones. En él convivían el punk del 77, la literatura (desde Osvaldo Soriano hasta Rodolfo Walsh, pasando por Marx, Poe, Nietzsche o Stendhal, entre otros) y la actitud de jamás claudicar ni negociar sus ideas. Tal vez, ese sea el mejor y más punk de sus legados.

Cinco momentos clave en la carrera de Pil Trafa “Represión” – Los Violadores Más allá del sonido, este es un registro histórico. “El último tema antes de que nos metan en cana”, dice Pil para luego gritar las distintas formas de represión. Dato de color: la intro es casi calcada de “Satellite” de los Sex Pistols.

“1, 2 Ultraviolento” – Die Toten Hosen

El amor del público local por los alemanes de Die Toten Hosen es equiparable solo al del histórico idilio con los Ramones y Pil fue la banda encargada de que los germanos entraran en los corazones argentinos. La amistad era tan grande que en cada visita de los teutones Pil estaba presente y los de Düsseldorf​ terminaron grabando “1 ,2 Ultraviolento” ¡en castellano! y lo incluyeron en sus presentaciones a lo largo y ancho del planeta.

“El Ojo Blindado” en el Luna Punk – Sumo

El show en el Luna Punk fue el punto más alto de la merecida despedida de Los Violadores y tuvo grandes momentos como este homenaje a Luca Prodan, tal vez la figura más punk del rock argentino.

“6 Novelas” – Pilsen con la Orquesta Fernández Fierro

Para los que conocen los dos mundos, este encuentro no fue tan sorpresivo, sino necesario. Aquí además Pil Trafa revisita en una canción la mayor parte de la obra de Osvaldo Soriano, otro imprescindible narrador de época.

“Así está el rock” – Pilsen Carne, Tierras y Sangre es un disco impresionante que desafía géneros y que invita a pensar la contemporaneidad. “Ni un amague hay de transgresión y la posta la toma el hip hop”, canta Pil con el rapero XXL Irione y suena verosímil en un contexto en el que rock intenta encontrar su nueva identidad.//∆z