Pez, la banda liderada por Ariel Minimal, tocó en El Teatro de Flores para presentar “Viva Pez” y los clásicos de siempre

Por Gonzalo Penas

Si uno dice que en la actualidad Pez es una de las bandas de mayor crecimiento del rock nacional, no dice nada nuevo. Desde 2004 vienen sacando casi un disco por año (el 2008 no tuvo ningún disco de la banda, pero este año editaron dos) y hacen presentaciones por la mayoría de las ciudades argentinas y hasta en países vecinos (el mes pasado tocaron en Brasil) con una frecuencia que no es normal en estos días donde no existen demasiados lugares para tocar, como los había a principio de los noventa cuando se creó el grupo. Este año la banda grabó el disco homónimo en abril y lo presentó en La Trastienda. Luego en Julio se cumplieron 10 años de su álbum más representativo (“Fragilinvencible” de 2000) y lo homenajearon tocando el disco entero en Niceto. Se presentaron en una Fiesta Clandestina junto a Los Natas en Agosto y, como si fuera poco, cierran el año en El Teatro, que si bien no estuvo lleno, tampoco se notó con muchos lugares vacíos.

No fue un recital más de la banda. Primero por lo que implica tocar en el Teatro de Flores por primera vez solos. Pero también la puesta en escena hizo que quedara claro lo que significó este año. Cuando tocaron temas viejos como Ahogarme, El desengaño o Cabeza de departamento, se mostraban imágenes en la pantalla de ellos tocando en sus primeros recitales. Cuando interpretaron El viaje o Bettie, al desierto, se proyectaron cortos en forma de videoclips que dejaron a todo el público mirando con atención las tres pantallas, mientras ellos musicalizaban como ya tienen acostumbrada a su gente. En Bettie…, la historia del clip iba de fin a principio y mostraba a una chica en la estación de Haedo viviendo como la protagonista de la canción hasta que llega el tren. En Último acto, uno de los primeros temas de la noche, se vio el videoclip, uno de los pocos oficiales del grupo. El fanático de Pez sintió nostalgia y emoción durante todo el recital, que tuvo 35 canciones y que duró casi tres horas, con un intervalo de 20 minutos en el medio – magnifico el final de la primera parte con Respeto – que sirvió para refrescarse un poco, porque la temperatura adentro de El Teatro era bastante insoportable.

Repasaron todos los discos. Desde Introducción Declaración Adivinanza de “Cabeza” de 1994, el primer disco del grupo, hasta Cassette (cantada por Franco Salvador, baterista de la banda), Soñar Soñar y Vamos, los tres de “Pez” 2010, fueron tocando canciones de los 13 álbumes que tiene la banda. Siguió sorprendiendo la soltura de los integrantes en algunos temas como Para las almas sensibles o Los orfebres, que continúan sonando perfectas. Campos de inconsciencia, como siempre, tan emotiva al igual que Difícil de conseguir. El final con Haciendo real el sueño imposible y Caballo loco, cierre también del nuevo disco, fue el broche de oro. El último tema deja la zapada del final para que uno se pierda entre los acordes del tecladista Limeres y Minimal. Junto a ellos, Franco Salvador y el “Fósforo” García. El tema se fue apagando de a poco y se terminó el recital. Se pasó rápido. No parecía que habían transcurrido tres horas. Pez cerró un gran año y ahora esperamos por las sorpresas que traerán en el 2011. Porque ellos siempre nos sorprenden una y otra vez.

 

 

El sábado pasado, Pez se presentó en el Teatro de Flores para presentar su reciente “Viva Pez”, disco en vivo de 20 canciones, grabadas entre 2009 y 2010. Si uno dice que Pez es una de las banda con más crecimiento en los últimos años del rock nacional no dice nada nuevo. Desde 2004 vienen sacando casi un disco por año (el 2008 no tuvo ningún disco de la banda pero este año editaron dos) y hacen presentaciones por la mayoría de las ciudades argentinas y en países vecinos (el mes pasado tocaron en Brasil) con una frecuencia que no es normal en estos días donde no existen demasiados lugares para tocar como había a principio de los noventa cuando se creó el grupo. Pez este año grabó el disco homónimo en Abril y lo presentó en La Trastienda, luego en Julio se cumplieron 10 años de su álbum más representativo (“Fragilinvencible” de 2000) y lo homenajearon tocando el disco entero en Niceto. Se presentaron en una Fiesta Clandestina, junto a Los Natas, en Agosto y como si fuera poco, cerraron el año en El Teatro que si bien no estaba lleno tampoco se notó con muchos lugares vacíos.

No fue un recital más de la banda. Primero por lo que implica tocar en el Teatro de Flores por primera vez solos. Pero también la puesta en escena hizo que quedara claro lo que significó este año. Cuando tocaron temas viejos como Ahogarme, El desengaño o Cabeza de departamento, se mostraban imágenes en la pantalla de ellos tocando en sus primeros recitales. Cuando interpretaron El viaje o Bettie, al desierto se proyectaron cortos en forma de videoclips que dejó a todo el público mirando con atención las tres pantallas mientras ellos musicalizaban como ya tienen acostumbrada a su gente. En Bettie…, la historia del clip iba de fin a principio y mostraba a una chica en la estación Haedo viviendo como la protagonista de la canción hasta que llega el tren. En Ultimo acto, uno de los primeros temas de la noche, se vio el videoclip, uno de los pocos oficiales del grupo. Todo fanático de Pez sintió nostalgia y emoción durante todo el recital, que duró casi tres horas y que tuvo 35 canciones con un intervalo de 20 minutos en el medio – magnifico el final de la primera parte con Respeto – que sirvió para refrescarse un poco porque la temperatura adentro de El Teatro era bastante insoportable.

Repasaron todos los discos. Desde Introducción Declaración Adivinanza de “Cabeza” (1994) el primer cd del grupo, hasta Cassette (cantada por Franco Salvador, baterista de la banda), Soñar Soñar, y Vamos, los tres de Pez (2010), fueron tocando canciones de los 13 álbumes que tiene la banda. Siguió sorprendiendo la soltura de los integrantes en algunos temas como Para las almas sensibles o Los orfebres que continúan sonando perfectas. Campos de inconsciencia, como siempre estuvo tan emotiva al igual que Difícil de conseguir. El final con Haciendo real el sueño imposible y Caballo loco, cierre también del nuevo disco, fue el broche de oro. El último tema deja la zapada del final para que uno se pierda entre los teclados de Limeres, los acordes de Minimal y Fósforo García y los ritmos en la batería de Salvador. El tema se fue apagando de a poco y se terminó el recital. Se pasó rápido. No parecía que habían transcurrido tres horas. Pez cerró un gran año. Ahora esperamos por las sorpresas que traerán en el 2011. Porque ellos siempre nos sorprenden una y otra vez.