El escritor estadounidense estuvo de visita en el FILBA y habló sobre su proceso de escritura, la necesidad de desaparecer al autor en el texto, su vida neoyorquina y las inminentes elecciones en su país.

Por Alejo Vivacqua

Fotos de Florencia Alborcen

Hace unos días, Peter Cameron (1959) participó de diversos paneles y charlas del FILBA con los lectores argentinos. Con más de ocho libros publicados, entre novelas y relatos, Cameron viene escribiendo desde fines de los ´80 a un ritmo nada despreciable. La editorial española Libros del Asteroide tradujo a nuestro idioma tres de sus novelas: Aquella tarde dorada (2002), Algún día este dolor te será útil (2007) y Coral Glynn (2012). Además, algunas de ellas han sido adaptadas al cine.

En la terraza de un coqueto hotel palermitano se tomó unos minutos para conversar con AZ acerca de sus libros, la vida en Nueva York y el futuro político de su país.

AZ: Creciste entre Nueva Jersey y Londres. ¿Cómo fue esa mezcla?

Peter Cameron: Fue interesante porque en Nueva Jersey crecí en una ciudad muy chica, y después viví en Londres por dos años, que es otro mundo. Fui a dos colegios muy distintos en ambos lugares. A uno muy tradicional y conservador en Nueva Jersey, y a otro colegio, en Londres, donde estaban más enfocados en que uno fuera más creativo. Y no fue hasta que me mudé a Nueva York que empecé a estar más involucrado con la literatura. Durante casi toda mi vida adulta, desde que dejé la universidad, he estado escribiendo y publicando.

PeterCameron

AZ: En tu web armaste un panteón con tus escritores predilectos, y hay una presencia muy fuerte de escritoras, sobre todo inglesas. ¿Por qué es eso?

PC: Tiene que ver con el tipo de libros que disfruto leer y que me conmueven como lector. Creo que en general son libros que tienen que ver con la intimidad y la vida personal de ciertos personajes. Me gustan los libros que tratan sobre las relaciones humanas y creo que son el tipo de libros que las mujeres suelen escribir más que los hombres. El hombre, tradicionalmente, está ligado a las historias que tienen más que ver con el mundo exterior, la vida pública, y creo que las mujeres están más relacionadas con lo que tiene que ver con la vida íntima de las personas.

AZ: Tus libros están situados en distintos lugares, pero hay dos en particular que transcurren en Nueva York. ¿Te interesa contar la vida en la ciudad?

PC: Ambos transcurren en la época en la que fueron escritos. Tanto Leap Year, que es de 1988, como Algún día este dolor te será útil, de 2003, después del 11 de septiembre,  intentan reflejar la forma de vida de la ciudad en esos momentos particulares, con sus problemas y ventajas.

AZ: Te caracterizás por el uso del diálogo.

PC: Sí, me gusta usar diálogos porque quiero que sean los personajes los que hablen por ellos mismos. Es una forma de que el autor desaparezca del libro y que ellos se hagan cargo de la situación. Además me gusta el diálogo porque tiene acción y suele darle fluidez a la historia. Otra cosa es el humor, que creo que es muy importante en las novelas. El diálogo es una forma de darle un tono de humor a los personajes.

arton734

AZ: Tanto en Algún día este dolor te será útil como en Una tarde dorada los dos personajes, jóvenes, están buscando su vocación en la vida. ¿Es algo que te interesaba mostrar?

PC: Creo que en todos mis libros los personajes buscan un cambio, porque simplemente quieren o porque tienen que hacerlo, y como novelista me interesa por qué la gente quiere ese cambio. No hay otra etapa en la vida en la que uno quiera más transformarse que la adolescencia o la juventud.

AZ: También en estos libros está presente el ambiente de la Universidad. Vos sos profesor…

PC: Ahora no estoy enseñando escritura, pero me gusta trabajar con los estudiantes. Se me hace difícil enfocarme en mi escritura y al mismo tiempo enseñar porque, en parte, uno usa el mismo tipo de energía en eso, pero es muy satisfactorio trabajar con jóvenes y poder ayudarlos y motivarlos en su escritura.

AZ: En Estados Unidos hay una larga tradición de estudios de escritura creativa.

PC: Es raro. Porque la mayoría va a la universidad para ser doctor o abogado, pero un título en escritura creativa no te hace ser escritor. Creo que, más que enseñarles a los estudiantes, uno puede motivarlos y guiarlos para que sean buenos editores de su propio trabajo.

AZ: En Algún día…, por ejemplo, el personaje, James, es muy lector y tiene afinidades artísticas.

PC: Sí. En el caso del personaje de James ocurre que cuando uno es adolescente la vida se hace complicada muchas veces, y no hay mejor manera de sobrellevarla que leyendo o viendo películas. Hay muchísimos libros que recuerdo que me hicieron un efecto mucho más profundo cuando los leí a esa edad.

AZ: Muchos de tus libros fueron adaptados al cine, incluso escribiste guiones. ¿Cómo fue la experiencia?

PC: Bueno, creo que en las películas el que lleva la decisión final siempre es el director. Así que no me siento muy cercano al mundo del cine. Incluso siempre prefiero leer antes que ver películas.

PeterCameron

AZ: Vivís hace 30 años en el barrio de Greenwich Village. Hay una palabra que se usa mucho para describir la situación que atraviesa Nueva York en general, que es gentrificación.

PC: Ya no vivo en Greenwich Village, me mudé hace poco. Y una de las razones por las que me fui es porque ya no disfrutaba como antes del barrio. En 20 años cambió mucho. Muchos de los pequeños locales y librerías se fueron yendo, a Brooklyn o a otros lados en los que hubiera alquileres más baratos. Pero es el proceso natural que vive Nueva York. En los ’70, por ejemplo, la ciudad estaba en bancarrota y era un lugar muy peligroso, y después se recuperó. No veo como algo malo necesariamente que cambie, creo que es sano. Los neoyorquinos en general se enamoraron de la ciudad como primero la conocieron. Los que vivieron en los ’70 amaban la ciudad de esa época y después se resistieron al cambio, y así. En general el neoyorquino es muy resistente a los cambios y no quiere que la ciudad se transforme, pero creo que es natural que lo haga. No es una buena actitud resistirse a los cambios. Así que ahora yo me mudé a veinte cuadras de donde vivía.

AZ: Es inevitable preguntarte por las elecciones.

PC: Es muy perturbador lo que está pasando. Me asusta. Es medio incomprensible y no entiendo por qué tantos estadounidenses están interesados en Donald Trump. En realidad, en parte los entiendo porque ellos no quieren especialmente a Trump, simplemente están encantados con la idea de que algo cambie. Porque él no representa, de hecho, nada de lo que esa gente quiere, pero Trump simplemente expresa la frustración de mucha gente con el país y el gobierno.  Pero creo que es algo muy peligroso, y creo que él es muy hábil en jugar con eso.

AZ: Hay dos Estados Unidos bastante irreconciliables, pareciera…

PC: Bueno, hay más de dos. Pero sí, entiendo. Y vivir en Nueva York te impide a veces recordar que hay otros estadounidenses que se sienten muy diferentes a vos y a tu forma de vida.//∆z

PeterCameron