Pato Larralde: la poética de las profundidades
Pauta 2021

Para recordar al gran Pato Larralde, que falleció a los 55 años a causa de un accidente cardiovascular que se sumó a un cuadro de coronavirus, un recorrido por lo mejor de la obra de un artista que moldeó una personalidad única en la historia del metal argentino

Por Carlos Noro
Fotos de Jorge Noro

La muerte de Pato Larralde es la pérdida de una personalidad única dentro de la historia del metal argentino: histriónica, teatral, telúrica y extraterrestre por partes iguales. Verdadero luchador de la escena desde principios de los ‘90 (incluso dedicándose por muchos años a distribuir discos de música pesada por casi todas las disquerías especializadas de Capital Federal y el Conurbano), le dio al heavy metal local la posibilidad de trascender los tópicos sociales para generar una poética de las profundidades: la de uno mismo, la de los infiernos literarios de Lovecraft, la de los mitos o leyendas argentinas y la de otros referentes de lo fantástico como Poe. Así, generó una verdadera literatura que construyó mundos imaginarios pero, a la vez, profundamente reales por su dimensión ominosa e inasible.

Pato Larralde dejó una intensa discografía (seis discos y un EP con Sauron y dos discos y un EP con Los Antiguos) en la que no necesitó demasiado para que el público tomara dimensión de que es sobrino de José Larralde: hizo música pesada con raíces de acá y la llevó a volar al espacio exterior.

“Cruces” (Sauron) – Sauron (1997)

Con Sauron, Pato Larralde sonaba a Black Sabbath sin que la banda de Ozzy hubiera sido necesariamente una influencia en su juventud. Aquí muestra su faceta más densa y pesada para proponer una transmutación lisérgica hacia los recodos más oscuros del ser humano.

“El color que cayó del cielo” (Sauron) –  El color que cayó del cielo (1999)

Una alucinada descripción de una de las mejores obras de H.P. Lovecraft: The Colour Out of Space (1927). El heavy metal y el género fantástico en una relectura paranoica de las dimensiones más terroríficas de la obra del autor estadounidense.

“El vuelo del cuervo” (Sauron) – El color que cayó del cielo (1999)

En medio de un machaque feroz, para relatar los momentos más álgidos de la autodestrucción, Larralde canta: “Soy el depredador de mi mismo / Y estoy masticándome”.

“La luz mala” / “Paisaje final” (Sauron) – Sobrenatural (2003)

En el que tal vez sea su mejor disco (un recorrido personal y conceptual por las leyendas tradicionales argentinas), la relectura en plan ominoso de los mitos del interior da cuenta de toda la potencia literaria de Larralde. Ambas canciones esconden una de las interpretaciones más teatrales de su carrera y transforman a Larralde, entre campero y metalero, en un oscuro narrador.

“Pus de león” (Sauron) – La guerra del fuego (2009)

“No canto canciones de amor, veo el águila debajo del sol”, grita Pato en un disco que significó una especie de comienzo de una segunda etapa para Sauron. Épica rockera y una forma de entender la existencia.

“La forma en que envejezco” (Sauron) – El último árbol sobre la tierra (2012)

“Mi vida es entre de días sin fin /De madrugadas sin sueño aquí/ Es el estado ideal en mi /Y eso es mucho para vos/ En este viaje solo estoy /Es la forma en que envejezco”, dice Pato Larralde en una canción con un incomparable groove que transpira honestidad rockera de carne y hueso.

“A la distancia” (Sauron) – Los ojos del cuadro (2018)

Único disco de su obra en edición vinilo, en esta canción Pato Larralde se deja envolver por el groove rockero de sus compañeros para reflexionar sobre el tiempo como un concepto filosófico que impacta en el ser humano.

“Los grises” (Los Antiguos) – Simple (2013)

Un EP de seis canciones sirvió para que la banda moviera los cimientos del metal argentino. Con un sonido mucho más rabioso y pesado que Sauron, la lírica fantástica se embadurna de ciencia ficción alienígena.

“Hecho a mi medida” (Los Antiguos) – Simple (2013)

¿Cómo salgo de este infierno?/ Si lo hice a mi medida/ ¿Cómo salgo de este infierno? /Todo el tiempo, mi paraíso de dolor”, repite una y otra vez Larralde con un groove impecable que no hace más que resaltar cada una de las frases de una canción que parece preguntarse si es posible la redención.

“El inventor del mal” (Los Antiguos) – Madera prohibida (2015)

El disco fue una confirmación de todas las virtudes de Simple (2013) y esta canción tal vez sea la más identificable del grupo, con un inolvidable estribillo que cuenta cómo el ser humano es una especie de Dr. Jekyll / Mr. Hyde en muchos momentos de su existencia.

“Con la suerte de saber” (Los Antiguos) – Oro para las naves (2019)

Giras y cuestiones personales hicieron que el segundo disco de la banda tardase más de lo esperado. El resultado, sin embargo, fue impactante: una edición especial (¡en forma de plato volador!) y una impecable lucidez de Larralde para relatar los efectos del neoliberalismo o para seguir potenciando la veta fantástica alienígena.

Bonus tracks:

“Patagonia” – Pato Larralde y Poseidotica

La única vez que Pato Larralde cantó una canción de su tío José: “Patagonia”, gracias a la invitación del cuarteto instrumental, se transformó en una impecable pieza de stoner rock épico.

“Solo ante la muerte” – Avernal y Pato Larralde

La banda más reconocida de death metal argentino prueba su pulso rockero y Pato Larralde, como en la piel de un actor, realiza un aporte inolvidable para doce minutos de epopeya sobre el fin de la vida y la trascendencia. //∆z