A días de conocerse Equilibrio hablamos con Daniel Amiano, “poética, guitarras y otros ruidos” de Les Inestables.

Por Gonzalo Penas

Que un grupo de amigos se junten para formar una banda no es una situación extraña para los amantes de la música. Ahora bien, que cuatro personas que tienen cada una su proyecto musical formen un grupo y le den una impronta particular es para prestar atención. Con la idea fija de vivir una experiencia vinculada al rock llegan Les Inestables, comandados por la voz de Daniel Amiano, la guitarra de Gastón Massenzio, el bajo de Omar Sulmone y la batería del Topo Espíndola.

Mientras esperamos la presentación del mañana en Imaginario Cultural, Daniel Amiano nos responde algunas preguntas para conocer más a fondo a la banda que lejos de agotarse en un estilo busca recorrer los distintos sonidos que dieron –y siguen dándole- vida al rock.

ArteZeta: Primero, saber cómo se formaron. Dentro de los planes y proyectos de cada uno ¿cómo llega Les Inestables?

Daniel Amiano: La idea básica de Les Inestables es vivir una experiencia musical arraigada en el rock. Pero en el rock entendido como esa música donde confluyen diferentes sonidos, esa suerte de mestizaje con el que nació y se desarrolla todavía, sin prestarle demasiada atención a un “estilo” de música determinado. La música es un acto de libertad. De hecho, todos venimos de experiencias bien distintas. Omar Sulmone (bajo) viene de tocar en bandas de rock progresivo (la última fue Comokena); Gastón Massenzio (guitarra) está terminando su segundo álbum solista y compone canciones muy sutiles, muy al estilo indie de estos días y en Les Inestables expone su costado más roquero y de improvisador; Camila Marinelli (grabó el álbum y tocó en la primera etapa de la banda) toca en Mustafunk una música muy poderosa y rítmica, una baterista tremenda con unos músicos tremendos… yo vengo de grabar dos discos con Vértigo Colectivo, un proyecto de canciones en el que participaron Fernando Kabusacki (que en el disco toca en dos temas, y que a la vez me recomendó a Gastón), Fernando Samalea, Diego Mazzei y Luciano Manso.

Con Les Inestables arrancamos en 2013, y después de la ida de Camila estuvimos un tiempo parados, buscando baterista hasta que llegó Topo Espíndola (Skay y los Fakires) y ya estamos listos para salir a tocar el disco y varias canciones nuevas.

AZ: ¿Cómo fue la decisión de empezar con un tema a capella? ¿Piensan que el equilibrio se encuentra en la culminación del disco, que precisamente lleva ese nombre?

DA: La letra del primer tema (que se repite en el tema final) es un poco el leit motiv del álbum y lo empezamos a capella porque así empiezan los shows y creo que desconcierta un poco. Nos gusta provocar, movilizar… que no sea todo tan previsible. El Equilibrio lo pensamos como esas fuerzas que provocan una tensión dentro de cada tema pero también en cómo interactúan. Nos gusta crear climas. Y además, obvio, es una broma…

AZ: En tu voz se encuentra un manera -en la forma de frasear tal vez- bastante tanguera ¿existe alguna relación con el tango en la banda?

DA: Bueno, el tango es parte de nuestra cultura… siempre escuché tango y lo cantaba con mi viejo, que era guitarrero, desde muy chico. Además, el rock desde sus comienzos está atravesado por el tango… desde el Spinetta de Almendra hasta el de siempre o la letrística impresionante de Javier Martínez en Manal…

AZ: Más allá de la impronta rockera que queda clara con el comienzo de “Sol de los árboles” se encuentran otras influencias: blusseras (“Dormido y Aburrido”) o un tanto psicodélicas en “Suben”. Sin embargo, quedan completamente integradas en el disco. ¿Pensaron Equilibrio como una unidad contundente a la hora de haber escuchado todos los temas que lo componen?

DA: Creo que los distintos climas y géneros se unifican por dos cuestiones: una, el sonido, y otra, el concepto, porque si bien no es una “obra conceptual” a la vieja usanza, hay un concepto que atraviesa el álbum… incluso con el orden de los temas y alguno que quedó afuera aunque nos gustara, pero no “sonaba” en este viaje. “Desnudo y aburrido” es casi un blues, pero no es un blues… “Suben” parece una baguala, pero intervenida por un ¡psicótico psicodélico! Y acá puedo dar un ejemplo de la experiencia Les Inestables. “Suben” no la habíamos tocado nunca en vivo y sólo se las había mostrado a los chicos, así que fui al estudio, grabé la base y una tarde le pedí a Gastón que tocara sobre eso; que improvisara… me gusta la experiencia de lo inesperado.

AZ: Uno de los puntos fuertes de la banda son las letras. Son historias que parecen poesías. En el bandcamp, incluso, a Daniel se lo presenta como “poética, guitarra y otros ruidos”. ¿Cómo fue el proceso de composición de este disco?

DA: Creo que las letras también son parte de ese Equilibrio. Si bien las músicas surfean climas oscuros, algunos más íntimos que otros, las letras buscan claridad. La intención fue retratar pequeños momentos, chispazos. Creo que hay sólo dos que pueden describirse como “contadoras” de una historia, y son “Olivia” y “El camino secreto”. El resto son miradas fugaces.

AZ: Para terminar, ¿están presentando el disco? ¿Hay futuros recitales de Los Inestables que se puedan ya informar?

DA: Tenemos dos fechas confirmadas. La primera es mañana viernes 15 de agosto en Imaginario Cultural (Bulnes 905) donde ya vamos a tener el disco en formado físico y la siguiente en La Plata. Y, obvio, están todos invitados.//z