USA Network tomó a los seriéfilos por sorpresa con una serie que nadie se esperaba. Hackers, drogas y paranoia en la era de las redes sociales.

Por Ale Turdó

Todo empieza con una voz anodina, casi mecánica, que suelta palabras sin emoción alguna. Es difícil distinguir si se trata de un ser humano o una inteligencia artificial, si está monologando o nos está interpelando mientras rompe la cuarta pared televisiva. Todo lo que uno necesita saber está ahí, en los segundos iniciales de Mr. Robot.

Quien nos habla es Elliot Alderson, ingeniero informático de día y hacker justiciero de noche. Cualquier similitud entre este Alderson y el Mr. Anderson de Neo en Matrix no es mera coincidencia. La narración en primera persona nos obliga a ingresar en este mundo ficcional a través de Elliot, un personaje con un delicado equilibrio mental y poca habilidad para lo social. Lo sesgado de este punto de vista será un detalle no menor en los diez capítulos que componen esta primera temporada.

La trama se pone en movimiento cuando Elliot es contactado por FSociety, un grupo clandestino de hacktivistas que buscan derrocar el orden político-económico reinante y quienes tienen en la mira a E Corp, una mega corporación que al mismo tiempo es cliente de la empresa de seguridad informática para la cual trabaja Elliot durante el día.

Es una redundancia casi absoluta resaltar el modo en que el relato se entrecruza con nuestra contemporaneidad; con la relevancia actual de Wikileaks, Anonymous y otros movimientos que buscan desde un teclado agitar las cosas. La crítica a nuestra sociedad, la adicción a las redes sociales –y a otro tipo de adicciones- combinadas con el ego virtual como máxima debilidad son palpables capítulo tras capítulo, y son dos de sus elementos más potentes; los que desatan todos los males.

Mr Robot2La serie original de USA Network tomó a todos por sorpresa, y lo que inicialmente se había pensado como una mini serie de diez episodios ya tiene una segunda temporada asegurada. La forma en que es representada esa fragilidad del mundo virtual –que comprende desde las grandes corporaciones hasta el perfil de Facebook de nuestro compañero de trabajo- y la impunidad con que operan los hombres que literalmente manejan el mundo, son los dos grandes ejes que captaron la atención de críticos y audiencia por igual.

Mr. Robot está tan perfectamente alineada con la realidad que nos asusta un poco. La semana pasada el capítulo final de temporada tuvo que ser “reprogramado”, debido a la enorme similitud que supuestamente guardaba con la tragedia que tuvo lugar ese mismo día en Virginia (Estados Unidos) donde una reportera y un camarógrafo del noticiero local fueron asesinados mientras hacían una nota en vivo. Esta semana se podrá ver el capítulo en cuestión y finalmente nos enteraremos si Mr. Robot está tan en sintonía con nuestra realidad como tememos… aunque más de uno tal vez prefiera no averiguarlo y seguir mandando invitaciones para jugar al Candy Crush en Facebook.//z