Charlamos con Hablan por la Espalda antes de que toquen su segundo show en el Festipulenta. Además rescatamos unos audios perdidos de unas entrevistas anteriores con  data  imprescindible para entender la esencia de los uruguayos.

Por Joel Vargas y Martín Barraco

Hace unos años entrevistamos a Hablan por la Espalda en dos ocasiones. Una de ellas fue en la vinería al lado del Zaguán Sur. Ese día caluroso del 2009 charlamos de muchísimas cosas y hasta jugamos el pool con los muchachos. Después al otro año hablamos con ellos cuando tocaron en el festival por el Día de la Tierra. Lamentablemente esos audios estuvieron perdidos por mucho tiempo, hasta que los encontramos. Ahora que van a tocar en el Festipulenta tenemos la excusa perfecta para darlos a la luz. Pero antes es necesario hablar de la actualidad de la banda, y por eso le mandamos dos preguntas vía mail a Fermín Solana, el frontman, mejor dicho el predicador oscuro que reina en los escenarios.

AZ: ¿Creen que Macumba fue un antes y un después a nivel grupal y musical?

Fermín: Sí, seguro, pero también lo fue cada disco anterior, en su momento. Este cambio sí fue el que tuvo más repercusión porque la gente no se lo esperaba, al menos los que no van a ver a la banda seguido -porque nosotros en sí en los shows ya habíamos ido adelantando canciones de Macumba, casi que en los dos años previos a sacarlo. En la interna del grupo nosotros sentimos que Macumba fue el primer disco al que le pudimos dedicar el tiempo necesario, el que verdaderamente merecía y por eso, en parte, las canciones tomaron la forma que tomaron. Hubo mucho más trabajo que en los anteriores. Y está claro que de acá en más no vamos a grabar de ninguna otra manera que de esta: con tiempo, holgados, mentalizados, en el lugar que consideremos perfecto para hacerlo, con buen faso, buenos técnicos, productor, sin pensar en nada más. Creo que también está claro que ya no vamos a volver a componer letras en inglés. Y que el sentido de la música que hacemos puede ir en cualquier dirección que se nos antoje, solo es cuestión de proponérnoslo y ejecutar con cariño y creyendo en lo que estamos haciendo. Acá nadie hace teatro, con todo respeto.

AZ: ¿Están trabajando nuevas canciones para un próximo disco? De ser así, ¿vamos a poder escuchar algo este fin de semana en las dos fechas del Festipulenta?

Fermín: Estamos trabajando en material nuevo pero no van a escuchar nada de eso por ahora, está todo en pleno proceso de composición. Sí vamos a hacer temas de Celebración, el EP virtual que pusimos para descargar a fines del año pasado como regalo a los fans por los quince años de la banda y también temas viejos, además de los de Macumba y algunos covers seleccionados especialmente para la ocasión.

Ahora viajamos un poquito en el tiempo y nos encontramos un poco más jóvenes tomando cerveza en la puerta del Zaguán Sur. Es el año 2009 y hace mucho calor. Estamos con Fermín y Guerreros, uno de los guitarristas de HPLE. Nos reímos de una anécdota, un show que dieron en Alemania, donde todo terminó muy mal. Nos cuenta Fermín. “Ese fue el toque más bizarro de toda la historia de Hablan. Hay un video que algún día vamos a editar, está todo filmado. Estaba mi tío ahí, vive en Alemania. Llevó una cámara y lo filmó. Lo que pasó fue que el lugar estaba lleno de minas en su mayoría y eran todas super feministas y yo pelé (risas). Nos apagaron todo. Empezó un re bardo y nos echaron a todos. En realidad todo eso paso porque antes del show estábamos divididos, una parte íbamos en auto y otra parte en camioneta. Los de la camioneta demoraron horas en llegar y pensamos que se habían muerto. No sabíamos nada de ellos, no teníamos contacto. Llegaron tardísimo fue como un festejo: ‘están vivos los pibes, vamos arriba, vamos a tocar’. Tocamos, hicimos cualquiera. Yo hice eso pero los demás también estaban en cualquiera”.

AZ: ¿Los shows de HPLE siempre tienen esos climas festivos? ¿Son impredecibles?

Fermín: Algo que aprendimos de una banda de acá, Los Siete Magníficos, es tocar y que sea una fiesta. No solo un toque, o sea poner música después terminar de tocar y que la gente se quede bailando, descontrolando en el lugar. Nosotros terminamos de tocar y estamos ahí agitando con todo el mundo. Eso está bueno,  la gente no viene solo a ver una banda, se queda hasta las diez de la mañana en cualquier lado con los músicos, con todo el mundo. Te diría que es así el 99 por ciento de las veces.

AZ: ¿Es difícil combinar los trabajos de cada uno con la banda?

Guerreros: No es que me parezca difícil, yo siempre le di bastante prioridad a las cosas de la banda y siempre traté de encontrar cosas que me permitan hacer las dos. Hay veces que se te complica un poco más pero creo que todos nosotros siempre fuimos eligiendo proyectos que nos permitan hacer cosas el gupo. Todos tenemos laburos que a veces parecen distintos pero influencian bastante a la banda: Fermín escribe, Martín edita, Charly labura en el puerto, Víctor es sociólogo, Varela y yo somos psicólogos. En realidad son cosas que parecen ser vistas como muy ajenas pero al mismo tiempo impregnan el ambiente de la banda todo el tiempo. La lista de influencias es interminable. Son ideas. Las ideas no tienen que ser algo muy concreto, sino simplemente direcciones donde uno agarra un pedazo, un ambiente de algo y compone.

Fermín: Montevideo también es una gran influencia en nuestra música, no solo la ciudad sino nuestro grupo de amigos. Estamos juntos todo el tiempo haciendo nuestras cosas. Sería difícil imaginar todo eso en otro lugar.

Guerreros: Generalmente en las ciudades grandes las bandas buscan siempre una especie de formula del triunfo, en Montevideo pasa también. Surge determinada banda y después salen un montón de bandas que son apadrinadas por esa. Hay muchos  ejemplos, también pasa en el under, sale una banda con alguno nuevo y todos van  atrás.

La diferencia entre el mainstream y el under muchas veces no es tan espiritual como uno cree, no es tanto espíritu. A veces pasa que el under tiene su mini-mainstream. A nosotros no nos importa mucho meternos en ninguno de esos dos lados. Si no tratar de seguir una fórmula que a nosotros nos convenza.

AZ: ¿Cuáles son sus influencias argentinas?

Fermín: Muchísimas. Por ejemplo Pappo’s Blues, hasta te puedo decir Dos Minutos y Pescado Rabioso.

Guerreros: Buenos Aires Hardcore siempre nos gusto mucho: DAJ, NDI, Autocontrol, BOD.

Fermín: A todas esas bandas las íbamos a ver cuando éramos chicos cuando venían a tocar a Montevideo.

Guerreros: Después hay otras cosas que a nosotros nos gusta de acá, que de repente son menos conocidas.

Fermín: Las hinchadas de fútbol…

Guerreros: El fútbol para la banda es bastante importante

Fermín: Somos todos re futboleros y las barras de acá influencian a toda Sudamérica.

AZ: ¿Cómo puede influenciarte una canción de hinchada para hacer una canción?

Fermín: Y te puede influenciar, mira yo voy a la cancha todos los domingos, hinchando todo el partido. Yo soy de Nacional y canto todo el partido. Y te puedo asegurar que inconsciente canto todo el día. Canto después en mi casa, en la ducha y enfermo a mi mujer. Te puedo asegurar que en algún punto, cuando compongo la parte vocal de un tema algo hay…

AZ: De hinchada… (risas)

Fermín: (sonríe) algo, capaz ese día también escuche Black Sabbath, algo de eso puede haber, obvio.

Viajamos otra vez en el tiempo y nos encontramos charlando con Guerreros en Recoleta, al toque de la Facultad de Derecho, en el Festival por el Día de la Tierra. Esta vez hace mucho frío y estamos tomando café.  Pudimos robarle unos minutitos al violero de la máscara de gallina justito antes de que toque.

AZ: ¿Cómo se sienten después de haber presentado Macumba?

Guerreros: Estamos contentos con el resultado del disco porque era lo que queríamos hacer y eso se vio a nivel exterior de la banda. Lo más importante que pasa entre nosotros es lo que pasa entre nosotros pero, repito, se ve que eso se vio en el exterior de la banda.

AZ: ¿Cómo tomo el público el cambio de estilo musical?

Guerreros: Gran parte del público creo que también esperaba un cambio. No sé si ese cambio, no sé qué cambio, pero esperaba algo distinto. Ya se venía venir un cambio especifico, es un tema que al menos ya nosotros lo habíamos tocado, lo venimos preparando hace muchos años.

El recital fue una fiesta, una experiencia rockera llevada al extremo. Los muchachos le dieron calor al frío Buenos Aires, como seguro lo van a hacer este noche en el Zaguán Sur, en la última fecha del Festipulenta.

Colgado de Aleta from HPLE on Vimeo.