Mapa de Bits presenta Escenario de Operaciones, un disco inmerso en la melancolía de la batalla.
Por Claudio Kobelt
Siguiendo el concepto iniciado en su magnífico Ep, Ingreso Triunfal a Tobruk (Laptra Discos – 2012), Mapa de Bitsprofundiza en su identidad sonora y lírica y entrega un disco tan apasionado como emotivo. Siempre movilizador, de una energía vibrante y una esencia sin tiempo.
Los Mapa dedican buena parte de las canciones del disco al arte de la guerra. Cuerpo a cuerpo y bayoneta. Así lo dejan claro en “Ingreso triunfal a Tobruk”, “La Falsa Calma”, “África Korps (El Zorro)”, “ León Marino” y ” Almuerzo en Saigón”,donde alternan entre el arribo al campo, el calor de la pelea (“Dios te trajo acá para pelear y pelear”), el fin de la contienda (“¿Cuándo terminará la balacera?”), y la espera. Eso que pasa cuando no pasa nada, lo que sucede por dentro cuando todo está por suceder afuera. El sentir en la trinchera. La melancolía de la batalla.
A la manera de “The thin red line”, “Jarhead”, o incluso algunas obras de Hemingway y Céline,Mapa de bitsse pone en el sentir del soldado, del legionario que patea durante días el desierto con el rifle y la mochila en la espalda, mientras mira una foto en blanco y negro de una chica que sonríe. Él piensa en volver junto a ella, sin saber qué le espera detrás de aquella duna. O agazapado en Vietnam, mientras el napalm cae en el jardín y brillan las luces de los aviones. Romanticismo épico y nostalgia cruda, con cierta mirada bucólica, y lírica impecable. Pero que quede claro, Escenario de Operaciones no cuenta historias de guerra, ni mucho menos las enaltece, sino que relata el corazón del guerrero, su soledad , su nostalgia, y la espera, siempre la espera: “Cuanto tiempo tendrán que esperar a escuchar la señal de ataque”.
Y si bien son la mayoría, y el concepto se refuerza en el arte del disco, no todas las canciones hablan del combate. Tal el caso de la hermosa “El Tigre de Bengala”, ideal para escuchar mirando por la ventanilla del tren, dejando la vida atrás, huyendo de todo, incluso de uno mismo, pensando en “nacer de nuevo (…) en volver a ser el tigre”. O esa que habla de un cuerpo en el baúl de un Renault (“Sicarios en la provincia”) o “Carretera de la muerte (Kowalski)”, que relata una persecución policial por la ruta del desierto alla “Vanishing Point”. A medio camino entre “Easy Rider”y las viejas películas de detectives, construyen un universo en blanco y negro de motos, pandillas y metrallas, villanos y antihéroes peleándose en un bar, que bien podría unirse al de los relatos de milicia si imaginamos un mismo protagonista, un solo relator en su vida previa y/o de regreso de la guerra. El álbum cierra con “Marcelo (El Loco)“, sentido adiós a ese miembro de la tropa que ya no volverá: “Chamarra de cuero negro/un cometa de papel/Se remonta en tu pecho de fierro”. Emotiva despedida con un conmovedor recitado final.
Mapa de Bits traza en Escenario de Operaciones un mundo de nostalgia de peleadores y perdedores, de soldados y pandilleros, de relatos de malos bares y niños corriendo entre las armas. “¿Cuando terminará la balacera?/y los atletas podrán saltar el mar”, se preguntan en “La falsa calma”, mientras nos regalan un puñado de canciones bellas y salvajes para la tienda de campaña, himnos infalibles para las peleas (externas o internas), para cuando no hagas más que pensar en que “la falsa calma llegará/ y volveré con discos viejos a casa/con vos”.//∆z