Atari Teenage Riot atacó Buenos Aires. La banda berlinesa tocó por primera vez en la Argentina y demostró que la resistencia del punk electrónico, junto con el activismo político, sigue vigente hoy en día en el mundo de la música.
Por Ignacio Barragan
Fotos de Pablo Lakatos
Es cierto, los pibes de Mogwai tienen razón en su último disco que se llama “Hardcore Will Never Die, But You Will” ya que Atari Teenage Riot es el ejemplo de eso. Seamos sinceros, mientras la mayor parte de las bandas de hoy en día se debaten en repetir constantemente formulas musicales de antaño (aburridas hasta el cansancio). Los anti-fascistas berlineses que habían desaparecido por diez años, se la vuelven a jugar por la resistencia punk y te enseñan como tirar una bomba molotov al ritmo del hardcore digital y como si fuera poco, a divertirte como se debe.
Son una guerrilla compuesta por tres personas y variados artefactos electrónicos ¿Las armas? Los sintetizadores, el loop y el grito. El objetivo no es un show estático y aburrido (también considerado burgués) sino que la adrenalina sea la protagonista de la noche. Atari Teenage Riot logra el contacto con el público mediante el mosh o el micrófono, Siendo una banda ligada al movimiento anarquista, el concepto es simple: El protagonista del evento no es la banda, sino el público.
Cuenta la historia que no era fácil ser anarquista en la Alemania de los noventa y es por eso que cultivados en una escena undergrund en la que estaban surgiendo pequeñas bandas techno neo-nazis, Atari Teenage Riot nació en respuesta a esa mierda con un mensaje político claro: el anti-autoritarismo. Fue así como a partir de 1992, tres jóvenes: Alec Empire, Hanin Elias y Carl Clark agarraron los teclados y sintetizadores para batallar en el terreno de la música. No era nada simple pertenecer a esa vanguardia musical, la última década del siglo XX fue de años complicados. El imperialismo y el modelo neo-liberal no daban tregua alguna a los movimientos libertarios y por más que la lucha continuara, siempre ganaban los malos. De todas maneras, en 1997 hubo una nueva adquisición en las filas de la banda: Nic Endo se sumaba a al punk electrónico para descontrolar mas las cosas y bailar hasta el final. Los shows se volvieron más intensos y más violentos, había que dar el ultimo grito de rebeldía, no importase que pasara: disturbios con la policía, arrestos y manifestaciones políticas eran moneda corriente en sus recitales. Pero así como el sistema mato a tantos rebeldes en la historia, lo mismo ocurrió con Atari en el 2000. ¿Por qué? Quizás aquellos sueños de libertad e igualdad fueron demasiado para la banda, de todas maneras la noticia se termino de confirmar en el 2001 cuando muere Carl Clack después de una larga lucha contra su adicción a las drogas.
Por suerte, la llama sigue más viva que nunca y después de más de 10 años sin tocar, Atari vuelve a las pistas para volarte la cabeza con ruidos de fichines a todo lo que da. Fue un show plagado de hits como “Activate” o “Black Flags” por lo tanto convirtieron Niceto en una fiesta emancipadora. Los chicos se divirtieron, bailaron y vieron como debe hacerse un show hoy en día. Mosh, y hardcore en dosis elevadas.
Así es, la resistencia musical ahora es 2.1 así que no te quedes atrás, el virus informático que destruya el sistema también puede ser en 8-bits.