La líder de Laura Palmer Records defiende el formato mp3 y reivindica el rol de la mujer en el mundo de la producción musical.

Por Gabriel Feldman

El Bandcamp de Tzkatz Ediciones es un gran espacio para conocer nuevas bandas. Ahí están esperando algunos de los mejores discos que han salido este año. Uno de ellos es Ánimo Esperita, las canciones que grabó Natalia Spiner de entre casa en Tigre. Y gracias a ese disco conocí el trabajo que hace Marina en Laura Palmer Records, su estudio de grabación, mezcla y masterización, donde se completaron esas grabaciones hogareñas realizadas a fines del 2013 y editadas en abril de este año.

Tal vez más conocida por haber sido la baterista de La ola que quería ser chau y Tobogan Andalúz, Marina ha desarrollado, a la par, su formación como productora. Estudió Técnica en Grabación y Producción musical en la escuela Tecson, realizó cursos sobre mastering, y también trabajó instalando y configurando equipamiento de estudio. Sin ningún problema con las nuevas tecnologías digitales y las posibilidades de la computadora, cuando armó su propio estudio en el fondo de su casa en Villa Ballester ya estaba más que preparada para ayudar en la producción de su música y la de sus amigos, como Joa Joys, Laschicas y Manuel Embalse. Tocar, grabar y subirlo a Bandcamp.

AZ: ¿Cuándo empezaste en esa tarea de productor, pensar la música en términos de producción artística?

Marina: A partir del 2007 empecé a tocar en bandas, entonces había armado un estudio casero en el fondo de la casa de mis padres, dentro de un galpón donde antes se guardaban herramientas, la cortadora de pasto, etc. Allí grabábamos y mezclábamos los ensayos, EP’s y primeros discos también. Muchas veces lo hacíamos tocando todos juntos, con amplis de 15 watts, la batería con un mic o dos y nada más. Nos divertía muchísimo editarlo y mezclarlo, para después escucharlo en el colectivo con un mp3.

AZ: ¿Cómo fue tu formación?

M: Estudié en Tecson donde aprendí más que nada cuestiones técnicas. Antes de eso estudié bajo y armonía con Martín Longoni, que ahora produce con Sebastián Souza en Dos Bigotes, y después batería con Guido Coto, que también hace unos años está trabajando como productor con algunos grupos locales.

AZ: ¿Quién podrías nombrar como referente?

M: En verdad no soy muy de seguir “productores”, pero sí ahora estoy escuchando música donde se nota la calidad de la producción y eso es algo que disfruto, como por ejemplo Otra era de Javiera Mena, producido por Cristián Heyne, y TRES de Emanero, que lo produjo él mismo. También estoy escuchando mucho a los Beach Boys otra vez desde que vi la película Love and Mercy, y me encantan. Brian Wilson es un genio de la música.

AZ: Si tuvieses que definirlo, ¿cuál dirías que es tu búsqueda cómo productora?

M: No tengo mucho tabú con el audio digitaloso, confieso que uso bastante los efectos del Guitar Rig (el 3) en guitarras, bajos, voces y hasta baterías, cuando hay que “ensuciar” el sonido o bien hacerlo pasar por hi fi cuando en realidad el audio lo grabaron con una netbook o algún dispositivo hogareño. Me gusta especialmente mezclar cosas que no fueron grabadas en un estudio convencional. Siento que esos discos suenan diferente, como más cálidos o reales, y es importante cuidar que eso se siga sintiendo en la escucha.

AZ: ¿Qué herramientas utilizás en el trabajo diario?

M: Grabo y mezclo en el Reaper con plugins de Waves, Sony Oxford, Brainworx y Sonitus. Uso auriculares Sony MDR 7506 y unos parlantes Edifier, aunque suelo chequear las mezclas en varios lados, desde monitores de estudio hasta parlantitos de laptop, o auriculares de celular.

AZ: ¿Cómo ves las distintas plataformas de escucha online y descarga?

M: Yo nací con el mp3 más o menos. Pensá que fui adolescente en el 2000 y los primeros discos que grabamos eran siempre muy cortos y “al vuelo”: grabábamos y a las dos semanas ya estaba el Ep en Bandcamp Nos gustaba eso, que salga ya, para poder compartirlo mientras todavía era material fresco de cada banda.

AZ: ¿Un disco o canción que te llena de orgullo haber participado?

M: Los últimos discos en los que participé, que fueron Cassette_2014 de La Rata Terrible y Animo Esperita de Natalia Spiner. Esos discos me encantan, como oyente los disfruto un montón, me llegan, las melodías me resultan frescas, a veces un poco pop, y a veces no. Es un híbrido que da ganas de escuchar cada tanto.

AZ: ¿Hay algún disco al volvés a escuchar para inspirarte?

M: Mmmm no… Cuando me gusta mucho un disco lo escucho varios meses, muy seguido, hasta quemarlo o descubrir otro, y así.

AZ: ¿Seguís escuchando música por puro entretenimiento o te quemó un poco la gorra procesar los sonidos como intérprete y productora?

M: ¡No! (risas). Afortunadamente no me pasó nunca, trato de no dejarme quemar la gorra por ninguna actividad y menos la música, que está digamos, en el top 5 de la vida. Un poco por eso también decidí dedicarme a otras cosas al mismo tiempo (hacer páginas web, reparar compus) para no depender de la música para sobrevivir, no tener que hacerlo nunca por el dinero únicamente, pues es algo que quiero hacer siempre con placer y no de otra forma.

AZ: De pronto no hay tantas mujeres en ese lado del asunto, la columna misma es “los productores”. En la mayoría de los casos, vas a los créditos y tanto en la producción como en la técnica son todos hombres. ¿Qué pensás al respecto? ¿Cómo es ir metiéndote en este mundo con mayoría de varones?

M: Sí. Los trabajos técnicos en general, como muchos otros, siempre fueron ocupados en su mayoría por hombres, es así la historia del mundo lamentablemente. Creo que eso se está transformando ahora, y es por eso ahora aparecen más mujeres en esos lugares. Veo mal que mucha gente se queda en el asombro en lugar de preguntarse por qué nunca vio una mujer del otro lado de la consola o conectando cables. Que se asombren porque sos baterista y sos mujer o porque sos técnica en sonido y sos mujer es otra forma de discriminación, y es una porquería en todo sentido.

AZ: ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?

M: Estamos en año de mudanza con Laura Palmer, así que estamos reciclando muebles y pintando paredes. La nueva casa es en el barrio de Saavedra. Ahora que estamos en una zona más accesible, hay colectivos todo el tiempo y eso suma bastante. En Ballester siempre nos costó un poco la convocatoria por ese tema, los transportes.

Para fin de año queremos sacar el disco nuevo del proyecto solista de Joa Joys (quien toca en La Rata Terrible y además hace unos años es parte del staff de Laura Palmer) y unos lados-B de Benteveo que hace unos meses descubrí en un disco rígido que había dado por muerto.//∆z