Mientras prepara el quinto disco de BK y lo nuevo de Perdedores Pop, Matu BK nos cuenta su historia y la influencia de Prince Paul y los discos de Mouse on Mars y Suicide.

Por Gabriel Feldman

“Las canciones se empiezan y se terminan. Las que se abandonan no me sirven”, responde por mail Matías Naso, mejor conocido como Matu BK (“Boikot”), respecto al modo de trabajo sobre sus temas. Hombre nuclear obsesivo del estudio, es posible imaginar que el pragmatismo que declara es la estrategia que elaboró a lo largo de los años para no sumergirse en procesos creativos dañinos, cual Jack Torrence acomplejado por la “fiebre de las cabañas”.

Su proyecto personal es electrónico y ecléctico, y lo muestra movedizo entre los pliegues de los géneros, sumergiéndose en los terrenos del rock, el pop, el dub o post-punk según la inspiración de la temporada. De guitarrista de Placer a paladín del tecno, desde Vértice, el estudio que instaló en su casa en Adrogué, Matu ha alimentado distintas producciones en la zona sur del Gran Buenos Aires (Perdedores Pop, Viva Elástico, Mármol R, La Premier Enfant, El Mito de la Reynolds), el territorio estético del tren eléctrico, como define la novela de Luis Orani, Primavera Ninja.

AZ: ¿Cómo definirías el trabajo y el rol del productor artístico?

BK: Como mediador entre muchos círculos diferentes.

AZ: ¿Cuándo empezaste en esa tarea de productor?    

BK: Desde el año ‘98 que armé mi estudio personal para grabar mis trabajos, y luego empecé a ser convocado por distintos artistas.

AZ: ¿Cómo fue tu formación?

BK: Cuando algo te llena te metés de lleno en eso, no pensás en otra cosa y empezás a aprender sin límite, ya que no los hay.

AZ: ¿Un referente?

BK: Prince Paul, porque trabaja siempre desde el humor inteligente.

princepaul

AZ: ¿Un disco iniciador, que te disparó la atención a nivel audio/producción?

BK: Iaora Tahiti, de Mouse on Mars, y los dos primeros de Suicide, entre cientos.

AZ: ¿Cuál dirías que es tu búsqueda cómo productor?
BK: Pienso que todos los sonidos son importantes si están. Luego ellos muestran por sí mismos, dentro de la mezcla, el grado de valor que tienen en el tema, o la canción si es que hay letra. Eso hay que dejarlo fluir, pero con mucha sensibilidad y cuidado.

AZ: ¿Por dónde se empieza cuando se quiere encarar una grabación de un disco? ¿Implementas alguna rutina de trabajo en particular?

BK: No, para nada. Pongo REC y después estudio el proceso de trabajo.

AZ: ¿Se tiene en cuenta a la hora de pensar un álbum el hecho de que tal vez el formato en el que más se termine escuchando sea via streaming por alguna plataforma o la propia descarga de los archivos?

BK: Pienso los proyectos finalizados en calidad CD. De ahí a las buenas de dios. No podés saber lo que puede pasar en el mundo digital, y mucho menos controlarlo. Las conversiones pueden ser de todo tipo y casi siempre para abajo de la calidad original, excepto pagando, creo. Pero no sé quién hace eso.

AZ: ¿Un disco o canción que te llena de orgullo haber participado?

BK: En los dos primeros de Placer (Placer, 2007; Incurable, 2009), mis propios trabajos como BK, y en los de cualquier artista que le haya servido mi aporte (y eso le haya gustado a mucha gente más allá de saber que estuve yo o no).

AZ: ¿Hay algún disco al volvés a escuchar, tipo oráculo, para inspirarte?

BK: Ya no me inspiro oyendo algo, pero al principio era todo dub y hip hop.

AZ: ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
BK: Ahora en este momento estoy craneando el quinto disco de BK. También haciendo aportes y remixes para un par de artistas, un disco de rock con Perdedores Pop, donde participo también como guitarra invitada además de productor y técnico. Un EP para Reina en el cual también participo como invitado además de producir con ella y hacer el trabajo técnico de grabación, mezcla y mastering. Y, con Simions, una gran banda de reggae-dub, como productor y técnico.

AZ: Si tuvieras que darle algún consejo al escucha como para que tenga una experiencia más intensa o comprometida, ¿cuál sería?

BK: Que escuchen cds originales, vinilos o lo que sea pero discos. No trackear tanto por internet porque no se oye la obra en sí.//z