Lo mejor 2021: series

En el segundo año de la pandemia, el streaming profundizó su masividad. A la vez, la industria del cine se reactivó y dio vida a nuevos estrenos interesantes en la pantalla chica. Acá están, estas son, las series destacadas por el staff Z. 

Por Juan Alberto Crasci,  Pablo Díaz Marenghi, Matías Roveta, Sebastián Rodríguez Mora, Paula Rosa y Joel Vargas

Foto-Ilustración: Paula Rosa – @paularosapintura

Entre hombres (HBO-Pol-Ka)

Si Entre Hombres queda enmarcada dentro de un compendio de producciones locales marginales (Okupas, Un Gallo para Esculapio, El Marginal, Pizza, Birra, Faso) sería lógico pero, a la vez, sería una lástima. Pasando en limpio: sería un error. Porque en esta miniserie, que adapta la novela homónima de Germán Maggiori publicada en 2001, hay toda una propuesta estética y narrativa más que interesante. La historia no se adelanta a la crisis del 2001. Es, más bien, un choque de frente con una locomotora a toda velocidad cargada de las consecuencias de la misma. Es una crónica de los expulsados, los desclasados, los lúmpenes, los ventajeros y los desagradables —muchos uniformados de azúl o saco y corbata— que encendieron la mecha de dicha explosión social. El plot es simple: gente poderosa organizó una orgía con prostitutas, una de ellas falleció en pleno polvo y todo quedó registrado en un VHS —otro signo de época— que no aparece por ningún lado. Ese será el objeto de deseo de toda una serie de personajes que conforman una galería de la desesperanza interpretados de manera magistral por grandes actores: Claudio Rissi, Nicolás Furtado, Diego Cremonesi, Gabriel “Puma” Goity, Diego Velázquez, Norman Briski, Pompeyo Audivert, Roly Serrano componen a estos seres despreciables que cautivan y asquean en partes iguales.

Cuatro capítulos. Cuatro trompadas. De lo mejor que se ha visto dentro de la industria audiovisual local. De alta  factura técnica en cuanto a fotografía e iluminación. Aquí no hay sólo piñas, sangre desparramada, tiros y escenas de tortura. Hay, por ejemplo, una deriva existencial en torno al personaje del Zurdo (Cremonesi) que dejará pensando a más de uno. Hay obsesión en el Inspector Almada (Velázquez) que inquietará a quien se sienta identificado. Hay engaños, mafia, complot, trampa y secuencia. Un cocktail letal.  Pablo Díaz Marenghi

Inside Job (Netflix)

En tiempos donde las teorías conspiranoides y Qanon gobiernan muchas mentes de todo el mundo, una de las escritoras de Regular Show: Shion Takeuchi se despacha con Inside Job, una serie animada que destroza todo. Un grupo de personajes variopintos (no vale spoilear, perdería la gracia) tiene la tarea en Cognito Inc. de que el “mundo libre” no se entere de los grandes secretos de Estados Unidos. Inside Job es una sátira, una suerte de Men In Black freak, muy ácida y políticamente incorrecta. Justo lo que necesitábamos. Joel Vargas

Hawkeye (Disney +)

Una de las grandes virtudes de Marvel es que todas y todos quieran a personajes poco relevantes. Lo lograron una vez más con Hawkeye, Clint Barton, el arquero interpretado por el cada vez más sólido Jeremy Renner. A priori, parece el Vengador más insípido y chato. Pero gracias a una gran historia y una nueva coequiper: Kate Bishop (Hailee Steinfeld) su importancia en el universo de Marvel creció muchísimo. Hay humor, drama, Navidad, vínculos enredos, New York, y la vuelta de uno de los mejores villanos: Kingpin (Vincent D’Onofrio).  Hawkeye es todo lo que está bien y te deja ganas de más. Joel Vargas

Locke & Key (Netflix)

Joe Hill sigue los pasos de su padre, el Maestro del Terror, Stephen King. Ya sea por sus éxitos literarios, la exploración de la oscuridad del ser humano y las adaptaciones de sus obras. Netflix apostó por adaptar la novela gráfica Locke & Key, escrita por Hill y dibujada por Gabriel Rodríguez, y logró un hitazo. Si bien por momentos se aleja de la atmósfera original y desvirtúa las personalidades de los personajes, la acción del cómic está presente. El legado y universo de King está bien custodiado. Joel Vargas

Ted Lasso (Apple TV)

Hace poco, Pablo Alabarces dijo sobre la serie Maradona que el fútbol no se puede ficcionalizar porque el fútbol es ficción en sí mismo. Esto mismo pasa con Ted Lasso, donde el fútbol es una excusa para narrar, un fondo sobre el que ocurren las cosas. Pero ese fútbol es un gancho perfecto para quienes, como yo, fuimos atrás del morbo de ver qué entienden los yanquis por fútbol. Pero al final, como muchos, me quedé por razones completamente diferentes.

 

Porque es una serie que calza perfecto con lo que casi todos y todas precisamos luego de dos años largos de pandemia:

 
1. todo es muy difícil pero termina resolviéndose para bien.
2. se resuelve para bien porque se resuelve colectivamente.
 
Y es que una buena pregunta sobre Ted Lasso es si hubiera sido tan exitosa sin la pandemia de por medio. El protagonista —encarnado por un Jason Sudeikis al cual será difícil mirar sin ese bigote perfecto de ahora en adelante— es un militante de las relaciones personales, del otro en tanto otro, o al menos eso intenta. Ese tipo de personas que odiaríamos si no precisáramos, en medio de la esquizofrenia cotidiana, alguien que trate de entendernos.
 
Ted es un motivador nato, un estadounidense arquetípico, un lost in translation, porque las diferencias entre EEUU e Inglaterra son más anchas que el Atlántico que los separa. Y en esa distancia y diferencia también reside la fractura del personaje: está para todos en un eterno escape hacia adelante de sus demonios. Algo así es muy difícil de representar dentro de una comedia en toda regla con episodios de solo 30 minutos con al menos 5 líneas argumentales en paralelo.
 
¿Y de fútbol, nada? Sí, todo, todo el tiempo. Dani Rojas, el delantero mexicano que vive tirando la máxima maradoneana: football is life. Roy Kent, un muy poco disimulado homenaje al recio irlandés Roy Keane, que entre puteadas constantes es un tierno sensible enamoradísimo de su novia Keeley. Una mujer presidenta de un club a la que le tiembla el pulso pero se repone para tomar decisiones. Sobran los personajes empapados de fútbol que, desde la debilidad o la falta, terminan logrando una deconstrucción de esa industria que amamos. Habrá que ver qué sucede con la tercera temporada, pero todo indica que viene lo mejor. Sebastián Rodríguez Mora 

The Stand (CBS – Paramount +)

“Stephen King pronosticó la pandemia del covid-19 en 1978” podría ser el título clickbaitero de cualquier portal de noticias falopa. O podría ser una verdad, lisa y llana. El maestro del terror contemporáneo publicó en ese año, aquel del primer Mundial de fútbol ganado por Argentina manchado de sangre, una novela que cuenta la historia de una especie de super virus gripal que se fuga de un laboratorio y provoca casi la extinción de la humanidad. El 99,4% de la población muere y algunos pocos, por motivos misteriosos, no se contagian e intentan sobrevivir. Por supuesto que hay elementos sobrenaturales también porque sino no sería una historia de King. Esta historia fue reeditada, expandida y modificada en 1990, adaptada al formato miniserie en 1994 (con guion del propio escritor) y en 2020/2021 llegó una nueva adaptación audiovisual de la mano de CBS. Nueve episodios dirigidos y producidos por el joven Josh Boone. Si bien la adaptación flaquea un poco en las actuaciones o en su ritmo algo parsimonioso, es una oportunidad interesante para que un nuevo público se aproxime a una de las obras más impresionantes pergeñadas por King que, en tiempos de pandemias reales, se resignifica de un modo único. Pablo Díaz Marenghi

https://www.youtube.com/watch?v=l–4gu4CQBM


Mare of Easttown
(HBO)

La acción transcurre en una pequeña localidad del estado de Pensilvania. Lo que parecería ser, aparentemente, el comienzo de un policial convencional —una joven mujer adolescente aparece muerta en un bosque— es la excusa para que el espectador se meta en la mente de Mare, la protagonista de esta historia. Interpretada por una formidable Kate Winslet, Mare es la detective de este pueblo que carga sobre sus hombros con el peso de un caso que no pudo resolver sumado a sus propios dramas personales y familiares. A la vez que intentará resolver este nuevo caso, tratará de afrontar sus conflictos con su hija, su madre, su ex pareja y ella misma. Un drama notable que rompe estereotipos de género y le aporta una vuelta de tuerca más al género ya arquetípico del policía siguiendo pistas e intentando resolver el crimen. Pablo Díaz Marenghi

https://www.youtube.com/watch?v=bm7RmpzCeyk

WandaVision (Disney +)

La serie creada por Jac Schaeffer que retrata la aventura de la pareja más famosa de Marvel: Scarlet Witch y Vision es sin dudas la mejor producción que realizó el estudio desde su existencia. Cada episodio es un homenaje a las sitcoms más importantes de cada década de Estados Unidos. A lo largo de la historia vemos cómo Elizabeth Olsen (Wanda) y Paul Bettany (Vision) van adaptándose a cada época, a cada estilo narrativo, a cada gag. Alguna vez Borges escribió “a la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos”, WandaVision cumple con eso. Joel Vargas

The Underground Railroad (Amazon Prime)

Esta serie, basada en la novela ganadora del Premio Pulitzer escrita por Colson Whitehead, recrea la historia de la mítica red clandestina conocida como “ferrocarril subterráneo” organizada en el Siglo XIX entre EE.UU y Canadá para rescatar esclavos afroamericanos de las plantaciones. La historia se centra en Cora, una esclava que intentará escapar. Las actuaciones son notables. La crudeza de la vida en esclavitud está muy bien lograda. Hay un trabajo notable del director y realizador general quien es, nada menos que, el ganador del Oscar por Moonlight, Barry Jenkins. Si bien en los últimos años Hollywood ha inundado el universo audiovisual con producciones que intentan combatir el racismo y reivindicar las raíces afrodescendientes (¡Enhorabuena!) y eso a veces puede generar cierta monotonía o letargo creativo, esta producción resalta por su modo de narrar una historia terrible que producirá una empatía inevitable. Pablo Díaz Marenghi

Scenes From A Marriage (HBO)

Qué complejas son las formas que puede llegar a adoptar el amor que, hasta en ocasiones, pareciera ser lo mismo que el odio. Para luego frenar, rebobinar y transformarse de nuevo en un intento de afecto. Esto, en loop, constituye el argumento de Scenes from a marriage: una pareja adulta heterosexual de clase media que tienen diez años de casados, una hija chiquita, una casa y empleos profesionales que sostener. Se le suma, además, que ella tiene un amante y él tiene cuestiones complejas sin resolver respecto a su religión judía.

Son cinco capítulos de una hora en donde se ven a estos dos personajes charlando, discutiendo y tomando decisiones. Lo que a priori parecería ser algo insoportable y difícil de sostener, se convierte en algo atrapante. Porque de la misma manera en la que ellos pasan del amor al odio en cuestión de segundos, lo mismo le ocurre al espectador respecto a estos dos personajes interpretados por Jessica Chastain y Oscar Isaac. Todo es muy pasional. Y es que es imposible no sentir resonancias y empatizar con alguno de todos los temas que allí se debaten. Sus dramas conyugales explicitan lo complicado que puede ser amar en estos tiempos contemporáneos donde parecería no haber límites y toda configuración de pareja puede ser posible. Paula Rosa

Foundation (Apple TV) 

Adaptar una saga como Fundación, de Isaac Asimov, a la pantalla parece, a priori, misión imposible si tenemos en cuenta que el desarrollo de la historia abarca unos 500 años, aproximadamente y comprende siete libros. Pero David S. Goyer y Josh Friedman logran impactar por el modo en que consiguieron contar parte de esta desmedida historia en la primera temporada. Con capítulos que parecen inconexos entre sí y habituales saltos temporales, la serie parece encaminarse a lo conseguido por otras superproducciones como Game of Thrones y similares: la ciencia ficción puesta al servicio del drama y del ejercicio del poder. La trama —principal—puede reducirse a la capacidad del matemático Hari Seldon de pronosticar todos los sucesos del universo a gran escala. Esta disciplina, la psicohistoria, predice el fin del Imperio y una edad oscura de casi treinta mil años. La Fundación de Seldon —grupos de científicos e ingenieros asentados en los límites del imperio— intentará reducir esa edad oscura a mil años para que luego surja un nuevo y mejorado imperio galáctico. Si bien no falta la acción, los que esperen ver escenas de grandes luchas entre el imperio y los rebeldes, deberán seguir refugiándose en Star Wars. Acá no hay cowboys espaciales sino largos parlamentos, intrigas y traiciones. En resumen, luchas por el poder. Juan Alberto Crasci

Midnight Mass (Netflix)

Mike Flanagan se está convirtiendo, de a poco, en uno de los realizadores más interesantes dentro del terror contemporáneo. Algunos lo descubrieron con la interesante adaptación de la novela de Stephen King Gerald’s Game (2017). Otros, con Doctor Sleep (2019), otra adaptación de King. Pero seguro muchos lo tengan de sus exitosas series de Netflix: The Haunting of Hill House (2018) y The Haunting of Bly Manor (2020). En 2021, luego de años de producción, llegó esta historia original pergeñada por Flanagan durante varios años. Todo transcurre en una pequeña comunidad aislada que vive en una isla, Crocket Island. La llegada de un misterioso sacerdote joven, el Padre Paul, que comienza a realizar inexplicables milagros sacude a la población. ¿Cuál es el misterio que envuelve a este religioso? ¿Qué guarda en su baúl? Recurriendo a la mitología, a la religiosidad, al misticismo y al vampirismo, Flanagan construye una serie de terror potente y original, en una época en donde esto último parecería estar casi extinto. Pablo Díaz Marenghi

https://www.youtube.com/watch?v=y-XIRcjf3l4

Get Back (Disney +)

A lo largo de más de siete horas los Beatles ensayan, componen, se rien, fuman, toman café y comen tostadas, discuten, se pelean y se amigan. Pero hay una cuestión central de fondo que atraviesa a Get Back (2021): volver a tocar en vivo o no o, mejor dicho, ¿dónde y cómo? El director Peter Jackson (quien visualizó las más de 60 horas de metraje generadas en 1969 para el documental original Let It Be, dirigido por Michael Lindsay-Hogg) dividió en tres partes su nueva versión y estiró (después de todo, esto es una serie y era necesario generar esa ansiedad típica del formato) ese desenlace conocido: el mítico show en la terraza del edificio de Apple en Savile Row el 30 de enero de 1969.

Ese registro en vivo (la última performance de la banda) ocupa casi toda la tercera parte y ahora, con sonido e imagen remasterizada, es una maravilla. Pero más seductor aún es descubrir, gracias a este nuevo y generoso corte que hizo Jackson, un montón de detalles que potencian o profundizan el conocimiento sobre la historia de la banda: luego de grabar la versión final de “The Long And Winding Road”, George le pregunta a Paul si tiene pensado incluirle arreglos de cuerdas y el bajista dice un “no sé” que suena como un no rotundo (más tarde, Phil Spector haría caso omiso a este pedido del compositor y de esta manera se aceleraría la ruptura del grupo); durante varios tramos, John insiste en reunirse con Allen Klein, el mánager que generaría el quiebre definitivo en el seno de la banda; sobre el final de una sesión, Harrison –eternamente relegado por los otros dos compositores- le dice a Lennon que viene acumulando mucho material y que tiene pensado hacer un disco solista que, obviamente, sería All Things Must Pass (1970).

También, hay ecos del futuro: “Oh! Darling”, “Something”, “I Want You (She’s So Heavy)”, “Carry That Weight”, “Jealous Guy”, “Another Day” o “All Things Must Pass” son apenas algunas de las muchas canciones que prueban y ensayan. Solamente los Beatles podían ser capaces de semejante despliegue de genialidad en tal estado de desbande. Matías Roveta

1971: The Year That Music Changed Everything (Apple TV)

Asif Kapadia (1972) es uno de los mejores documentalistas de su generación. Cada una de sus producciones deslumbra. Se nota que su interés está puesto en las vidas deslumbrantes, intentas y trágicas. Esto se ha visto primero en Senna (2010), luego en Amy (2015) y por último en Diego Maradona (2019). Sin embargo, en los últimos tiempos, estuvo enfocado en acontecimientos colectivos más que en hechos individuales. 1971, The Year That Music Changes Everything es la producción más reciente del realizador inglés en donde explora las huellas y transformaciones en torno a la música producidas no sólo en aquel año tan convulsionado —que funciona más como efeméride ganchera, como excusa— sino, más bien, en torno a toda la década del setenta. Allí se encuentran la explosión de las Panteras Negras y los movimientos antiracistas, Angela Davis, los Rolling Stones, David Bowie, John Lennon, Bob Marley, Marvin Gaye, Jim Morrisson, el fin del “Verano del Amor”, los “Swinging Sixties” londinenses y el Clan Manson. El hippismo y el movimiento anti Vietnam. Richard Nixon y la lisergia de Hunter S. Thompson y su “periodismo gonzo”. 1971 seguramente no lo cambió todo pero ese año, y esta serie documental, funciona como un muestrario de un periodo histórico en ebullición no sólo en Norteamérica sino en todo el mundo. La historia ya no sería la misma. . Pablo Díaz Marenghi

McCartney 3, 2, 1 (Hulu)

Sin dudas McCartney 3, 2, 1 (Hulu), estrenado en julio de 2021, es otro de los puntos altos del año. Aquí se da un cruce entre lo autobiográfico y la indagación erudita sobre lo estrictamente musical. Dirigido por Zachary Heinzerling y filmado con una exquisita fotografía en blanco y negro, Sir Paul dialoga con el también multipremiado y reconocido productor Rick Rubin de manera azarosa y con mucha pasión melómana con una consola por delante de ellos a través de la cual exploran su discografía. Suben y bajan perillas para detenerse en algún instrumento o arreglo en particular logrando echar luz sobre canciones de los Beatles o de Paul solista incluso si se trata de clásicos como “Let it be” archi comentados. Emociona verlo tocar el piano o rememorar su infancia mientras Rubin lo interroga con la curiosidad de un fan. A la vez, dan una clase magistral de producción musical. Pablo Díaz Marenghi

Watch The Sound (Apple TV)

Esta miniserie documental de seis entregas conducida por Mark Ronson se detiene sobre algunos recursos clave a la hora de producir y generar música mientras se repasa su devenir histórico mediante testimonios de músicos o de los creadores de algunos aparatos tecnológicos relevantes en dichos procesos. Así la serie cuenta la historia del autotune, los sampleos, el reverb, los sintetizadores, las cajas de ritmo y la distorsión. Se reconstruye, por ejemplo, la historia de las Roland TR 808 que producían bases de percusión que serían popularizadas por el hip hop y que en Argentina sería esencial para que Charly García produjera Clics Modernos y revolucionara el rock argentino.

Nombres como Kevin Parker, Kathleen Hanna, Josh Homme, Dave Grohl y Gary Numan analizan estas diferentes piezas que narran la historia de la composición en la música moderna. Ronson, mientras hace las veces de anfitrión, reflexiona sobre sus propias influencias y repasa su trabajos más destacados, como lo hecho junto a Amy Winehouse en Back to Black, donde el recurso de la reverberación fue determinante. A la vez, lanza una pregunta que se propone como existencial a la hora de pensar el quehacer musical contemporáneo: “me pregunto si el hombre y la máquina pueden coexistir”. Mientras tanto, nuevos espectadores se acercan a sus pantallas digitales para seguir descubriendo nuevos sonidos o para explorar de otro modo aquello que pretende escapar del más profundo olvido. Pablo Díaz Marenghi

Foto-Ilustración: Paula Rosa – Instagram: @paularosapintura