Hablamos con Julián Pico, bajo y voz de Las Sombras. Los pampeanos se presentarán mañana via streaming y adelantan algunos detalles de un show que se nutre de recursos cinematográficos. Además, analiza el presente y el futuro de una banda joven que revitaliza la tradición del rock argentino de los setenta y se anima, incluso, al bolero o al funk

Por Carlos Noro

Fotos: Marcos Barreda (Portada), Dana Ogar (En Vivo)

 

Las Sombras es uno de los referentes de un conjunto de bandas con un origen infrecuente (La Pampa) pero con una idea muy clara. Al igual que Knei o Los Siberianos, pretenden revisitar el rock argentino de los sesentas, setentas y ochentas sin caer en ningún momento en el plagio o la imitación descarada. En este punto el cuarteto (Manuel Fernández: voz y guitarra, Nicolás Lippoli: guitarra y voz, Mauro López en batería y Julián Pico en bajo y voz) parece tener en claro tanto la historia como el presente, al punto que una escucha atenta puede notar las influencias sin dejar que ello conspire para encontrar algo novedoso en la particular cadencia con que elaboran sus canciones.

En este sentido Julián Pico, el encargado de responder las preguntas para una banda que suele afirmar que “no tiene lideres”, se esfuerza en dejar en claro sobre las búsquedas musicales que hoy los tienen experimentando con la canción romántica y el bolero cuando antes los conducía por el lado más urbano de la escuela de Manal. “Buscamos ampliar nuestro terreno, nuevas experiencias sonoras, nuevas formas musicales o maneras de grabar hacen que un artista se mantenga vivo adaptándose a formatos que responden a su tiempo” dice haciendo explícita una idea en la que la experimentación y la curiosidad musical es parte del camino a emprender por los pampeanos.

Foto: Dana Ogar

AZ: Ustedes suelen definirse como “una banda de rock no tradicional” ¿Qué sería para ustedes ser tradicional y, al mismo tiempo, no serlo?

Julián Pico: Uno refiere a lo tradicional como una especie de revival estilístico o artístico que te lleva a una época determinada que ya pasó. Puedo hablar de nuestra influencia directa en el rock nacional de los años ochenta y todo ese nuevo-viejo sonido que incluyó un montón de bandas increíbles. Eso de alguna manera influyó gran parte de nuestra música pero siempre tenemos en cuenta que vivimos en esta época. Entonces, de alguna manera debemos adaptar los materiales artísticos que esa época nos brinda pero volcarlos a situaciones actuales. 

AZ: En esa línea que los liga al rock argentino de los setentas cada vez están incorporando elementos de los sesentas a nivel de sonido y gráfica ¿Cómo se llevan con esa escucha? ¿Quién de ustedes trae música?

JP: Puede ser que los dos primeros discos tengan una reminiscencia directa a los 70. Nos gusta mucho el espíritu de la música de esa época pero, además de eso, todo el tiempo estamos indagando en músicas de todas las épocas que, de alguna manera, se adaptan a ese lenguaje y espíritu. Siempre compartimos música, estamos en constante intercambio de data con relación a eso. Eso genera una empatía muy intensa entre nosotros, una química genial dentro de la sala que se potencia en los períodos en que componemos. Con relación a la gráfica, nuestros dos primeros discos son más oscuros, cargan con cierto misterio y profundidad en relación al diseño de flyers y portadas de álbum. Por eso en “La Frase Habitual” (NDR: Single que sacaron el año pasado) hicimos algo más colorido y luminoso tal vez mas ligado a la moda pop de los ’60. Aun no pensamos en la estética de este próximo álbum. Si bien hay ideas en el aire, pertenecen a un universo poético que aun no hemos podido materializar.

AZ: Precisamente esta canción tiene un groove más jazzero o funk ¿Aprovecharon la cuarentena para terminar de darle forma a un disco en esa línea y dejar por un rato de lado el sonido más valvular?

JP: Fue el punto de inflexión entre Crudo y el disco que va a venir. Mantuvimos la canción de rock pero sumamos timbres, herramientas de producción y esquemas rítmicos que no habíamos implementado en otras canciones. Lo presentamos en un show tremendo que hicimos en Niceto que se puede ver en YouTube. Durante la cuarentena empezamos de cero con canciones que teníamos sin tocar y otras que ya habíamos ensayado alguna que otra vez en la sala. Grabamos todos los demos que van a terminar plasmados en el próximo álbum. No hay una idea concreta del resultado final. Veremos en qué se transforma.

AZ: Algo de experimentación y de buscar nuevos rumbos se otras dos canciones que lanzaron este año, “La Indiferencia” y la versión de “Nada más” que fueron para el lado de la canción romántica y del bolero ¿Cómo se llevan con esos géneros? ¿Es algo que también escuchan o les resulta más atractivo de tocar?

JP: Cuando sacamos la versión bolero de “Nada Más”, junto a Las Perlas, habíamos quedado muy flasheados con la interpretación que habían hecho. Entonces nos nutrimos de mucha música similar. Buscando referencias o siendo curiosos, descubrimos la frescura que el bolero tiene como género en relación a la interpretación, algo imprescindible para el estilo. Si a eso se le suma que las letras siempre son profundas y agradables para cantar se nos abrió un nuevo mundo. Con respecto a “La Indiferencia” puedo decir que se dio desde otro lado, nos habían dado un listado de canciones y empezamos a investigar un poco. Dimos con SantiagoSantiago que es un pibe de La Plata con el que tenemos muy buena onda. Su canción nos provocó la sensación de que era nuestra, que se adaptaba muy bien a nuestra búsqueda y nuestra forma de componer.

AZ: Estos géneros implican una idea de sonido que se emparenta con la idea de sonar orgánicos y cálidos, como si la banda estuviera tocando en vivo ¿Tienen una búsqueda en ese sentido a nivel grabación?

JP: Hay algo de eso, principalmente porque somos una banda que gesta sus canciones desde cero en la sala de ensayo. Por eso nuestro sonido es más bien fruto de un ensamble de instrumentos. Eso tal vez hace que nuestra música se escuche más orgánica. Para cada disco o grabación que realizamos hemos tenido diferentes posturas que llevan a que esa grabación suene lo mas fiel a nuestro sonido, sumado a que somos un grupo que defendemos muy bien nuestras canciones tocando en vivo.

AZ: Casualmente si tomamos en perspectiva la discografía, de alguna manera la banda ha ido puliendo el sonido ¿Coincidís con esta idea? ¿Qué diferencias ves desde el primer disco hasta hoy?

JP: En Las Sombras y Crudo se nota el costado más garage del grupo. Creo que tienen, sobre todo el primero, una energía super efusiva y estridente. Con Crudo ensayamos mil horas para grabar el disco por completo en vivo en una tarde. Es dio un resultado tal vez mas prolijo aunque la esencia era la misma. Ahora nos proponemos mantenernos frescos pero experimentar con nuevas maneras de hacer sonar nuestras canciones, herramientas increíbles que pueden llevar mucho más alto nuestro vuelo. Vamos a tratar de que el sonido del álbum llegue a un nivel al que no hemos llegado y que nuestro publico llegue a ese sonido de la manera más fresca posible.

AZ: Para el show en streaming de mañana trabajaron lo cinematográfico y el plano secuencia ¿Cómo lo fueron imaginando? ¿Aprovecharon que la lírica de la banda suele contar historias?

JP: Quisimos hacer algo distinto. Pensamos en un show en vivo pero la idea fue creciendo y derivó en un trabajo increíble. Una idea que, si bien era un poco más jugada, pudimos concretar. Se trata de un material audiovisual en todo sentido. Algo así como un mediometraje donde nos presentamos cantando y tocando en situaciones diversas en un espacio determinado. Fue un desafío y un arduo trabajo, sobre todo desde la parte técnica. Armamos un equipo increíble de trabajo y el resultado nos dejó muy conformes. En relación a las letras de las canciones, puede ser que haya algo de eso, pero no implícito. Buscamos mostrarnos de una manera natural. Es un show que funciona tanto para sacudir la cabeza frente a un televisor como para llegar cansado y disfrutarlo.//∆z

Las Sombras estrena El precio de la canción (Show+Mediometraje) este miércoles 4 de noviembre desde Niceto Club presentado por Indiefuertes. Entradas disponibles aquí.