El ex-Velvet Underground, artista y músico, sacó su nuevo LP, Shifty Adventures in Nooky Wood. Con su impronta particular, mezclando suaves melodías con sintetizadores, logra un estilo de música electrónica único como el que Cale sabe lograr. No nos defrauda nunca.
Por Glenda Jensen
John Cale es conocido por ser uno de los miembros fundadores de la banda de culto de rock década de 1960, banda que amo con todo mi corazón, The Velvet Underground. ¿Cómo hace un músico a los setenta años para mantenerse vigente, navegando entre la ruta del mainstream musical y el avant garde?, la respuesta la tiene John Cale. Ha mantenido sus principios vanguardistas mientras liberó discos increíbles durante más de cuarenta años.
Cale ha trabajado varios géneros musicales. Luego de abandonar The Velvet Underground, ha publicado alrededor de treinta álbumes y ha producido o colaborado con Lou Reed, Nico, La Monte Young, John Cage, Terry Riley, Hector Zazou, Grúas, Nick Drake, Mike Heron, Kevin Ayers, Brian Eno, Patti Smith, The Stooges, entre otros.
Su formación en música clásica, habilidad en violín y piano, y Drone music junto con su amor por el avant-garde ayudó a crear los sonidos sorprendentes que marcaron a la música en los años sesenta. The Velvet Underground fue LA banda más vanguardista de su época. Pero las disputas sobre criterios creativos y musicales con Lou Reed eran fuertes, y finalmente dejó la banda en septiembre del 68. Es memorable la participación musical de Cale en las grabaciones de los primeros dos discos de Velvet Underground. Cómo la viola eléctrica que se destaca, por ejemplo, en “Venus in Furs”.
Esto no significa que Shifty Adventures in Nooky Wood sea una revival del espíritu del rock de los 70. Si esperan encontrar en este nuevo disco algo de lo que es el genial Paris 1919, van muertos. Este trabajo se sostiene con otro cáliz.Como ya nos viene acostumbrando desde su anterior EP, Extra Playful y su ultimo LP lanzado en el 2005, Black Acetate, las melodías se alejan un poco de los drones, la música clásica y experimental, y se ajustan a su título espeluznante y retorcido.
Este hombre de 70 años, que supo aparecer con el pelo rosa tocando espléndidamente y que nos ha dejado perplejos al escuchar su adaptación musical al piano del poema de Dylan Thomas Do Not Go Gentle Into That Good Night, nos deja saber que su música es aún hoy, épica.
Abre el disco con “I Wanna Talk 2 U” (tema en el que colaboró Danger Mouse), donde combina de manera distorsionada, resoplando guitarras acústicas con un coro funky. Los acordes urgentes y sintetizadores inquietantes ruedan en todo el álbum. Incluso a los setenta años, Cale contiene más energía y vida en sus dos primeras canciones que en varios discos enteros de cualquier otra banda indie de esta década.
Luego le sigue “Scotland Yard”, impulsado por un estruendo de música industrial; más adelante “December Rains”, que por momentos recuerda a los sintetizadores de Kraftwerk; “Face to the Sky”, carece de una melodía clara, pero lleva la canción por un continuo de voces etéreas, al igual que “Vampire Café”, y El tema “Nookie Wood” está dirigido con una voz aterradora similar a la de Tom Waits, ronca y abrumadora. “Midnight Feast” y el cierre del disco con “Sandman” nos recuerdan un poco al último aliento de Velvet Underground: libre y sin ataduras.
Hay disonancias fundamentales a lo largo de todo el disco, creadas para generar incomodidad y comunicar una gracia sobrenatural en cada tema. Shifty Adventures in Nooky Wood está lleno de ideas, tejido con puntadas de una estética vanguardista, pero ni por un segundo mal dirigido.
El mundo que John Cale ha creado aquí es conflictivo y raro, pero también es fascinante. El álbum es inventivo, denso, complejo y accesible melódicamente. Es un lugar donde la belleza de la música no es sólo un recuerdo donde la distorsión y lo grotesco están en todas partes, pero donde todavía hay mucho que admirar de este hombre. Lo amo.//∆z
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