Fiona Apple lanzó su cuarto disco de estudio The Idler Wheel(El título original completo es una larga frase de veintitres palabras, The Idler Wheel Is Wiser than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do). Después de siete años de silencio tras su último y problemático “Extraordinary Machine”, lanza un disco donde sostiene una idea, mal remachada, donde deja ver obviamente su excentricidad y hace lucro y música nuevamente de su trauma personal como viene haciéndolo desde su debut en Tidal allá por 1996.

Por Glenda Jensen

La cantante estadounidense Fiona Apple, de 34 años, se hizo famosa por su comportamiento salvaje, su extrema delgadez y su aparición como carnada pornográfica siendo una adolescente que se mostraba en su video “Criminal”, rankeando en los charts de MTV allá por 1997. Su agresivo y adolescente discurso en los MTV Music Awards en ese mismo año (“Maya Angelou dijo que nosotros, como seres humanos, lo mejor que podemos hacer es crear oportunidades. Y voy a aprovechar esta oportunidad. A todos los que están viendo esto: este mundo es una porquería y no deberían modelar su vida basándose en lo que creen que pensamos que es cool, en la ropa que llevamos, en lo que decimos, en todo. Sean ustedes mismos”.), donde fue premiada como mejor artista del año, la dejó en descubierto bajo los flashes de los media como la chica mala del nueva música jazz rock AvantGarde de la costa este de los Estados Unidos. Sus controversiales confesiones públicas sobre su visión del mundo y su auto boicot personal la tildaron como la excéntrica y loca jovencita de la escena del nuevo rock femenino de fines de los 90.

Luego del éxito de Tidal (el video “Criminal” dirigido por Mark Romanek se llevó el premio MTV al video con más estilo, su otro corte “Sleep to dream” le valió el premio a la mejor artista de ese año y su disco fue triple platino), los discos sucesores desdibujaron su estilo musical dejando en clara evidencia que se trataba de una artista que tenía mucho por decir (su reiteración en las entrevistas de su violación a los doce años, sus depresiones). Pero Apple muestra en sus discos una degradada y extraña sensibilidad musical, que al oído de la audiencia llega fragmentada y rota, como si se tratara de discos que con los años fueron perdiendo su integridad musical y sólo se transformaron en producto del aislamiento de ella misma, de su catarsis personal y sus amores fallidos.

The Idler Wheel… y su demorado lanzamiento enojaron a Fiona. El disco fue demorado año y medio por Epic Records, y no fue lanzado hasta que el sello no encontrara nuevo presidente. Finalmente el 19 de junio fue lanzado con el corte “Every Single Night”, que estrenó también video, de estética hedonista y varios animalitos (pulpos, caracoles, y demás animalitos) que se acercan a un oscuro y degradado mundo cercano al de Alice in Wonderland versión Joseph Cahill. En sus letras, vuelve a poner en evidencia su narcisismo reiterado ya en sus cuatro discos de estudio y su ira constante consigo misma. “Cada noche es una pelea con mi cerebro”, dice Fiona en “Every Single Night”, cuya letra es poderosa y ansiosa. Su delicada voz es arrogante y emocional, y la melodía tiene una textura melódica suave y por momentos dulce a nuestros oídos.

Le siguen “Daredevil”, “Valentine”, “Left Alone”, donde regresa al monólogo interno: “supongo que debo ser de temer”, “soy un tulipán en una taza”, “yo era aun un pétalo con rocío en vez de una perra moribunda”, y sus declaraciones de auto flagelo continúan a lo largo de las canciones y del disco entero. Apple afirma que había canciones que escribía sobre romper con alguien antes de que lo hiciera, “meses y meses antes de que lo hiciera”, afirma. “Y vuelvo a esa canción y ahora me hace sentido por qué la escribí”.

Cierra su disco con “Hot Knife”, tema que arranca con tambores que suscitan emociones y con una voz que recuerda a la hermosa Ella Fitzgerald, pero los temas de “The Idler Wheel” no son tan de fácil acceso. Resultan ásperos por momentos y sus melodías aturdidoras.

Rescato dos canciones que distan de convertirse en hit (si es puede hallarse algún hit en este disco). La primera es “Every Single Night”, que es digna de ser escuchada. Su estribillo bien logrado y uniforme es agradable a los oídos. Y luego dejarse llevar con el ritmo de “Hot Knife”. Los demás temas del disco tienen intervalos, silencios incómodos y algunos fastidian. Su voz y el piano logran momentos de intimidad al extremo pero que no llegan a entregar una melodía acabada, prolífera y reconfortante. Me incomoda el sonido de The Idler Wheel hasta mi última fibra.//∆z

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