Como el resultado de un análisis matemático exacto, Four es el cuarto disco de estudio del cuarteto inglés Bloc Party. El álbum, que fue filtrado en Internet  por la propia banda antes de su salida mundial, es un rejunte de estados anímicos comunes en los tiempos que corren.  Estados de cualquier ser humano normal, faceta que tienen los ingleses cuando bajan del escenario, cuelgan su traje de rockstars y se encierran, como en este caso,  a componer.

Por Estefanía Lestanquet

Cuesta creer que estemos escuchando un disco de la misma banda que hace un tiempo amenazó con separarse. De seguro esas palabras nunca salieron de las bocas de los protagonistas, pero sirvieron sin dudas como estrategia de marketing. La publicidad engañosa junto con  la posibilidad de “perderlos” reavivó la histeria colectiva por escuchar Four. Es que el disco, en sus 12 patologías,  muestra a un grupo, con roces o sin ellos, fuerte. Que hace lo que quiere cuando desea hacerlo, dando melodías virtuosas y sólidas como consecuencia.

“So He Begins To Lie”, “3 x 3” y “Octopus”, corte elegido para difundir, encabezan al power trío que inicia el recorrido. Con ellos la parte agresiva, deforme y más joven de Bloc Party, preferida por los viejos asiduos a los sonidos natos de los cuatro de Londres. Este estadio vuelve a mitad del disco con “Coliseum”  pero va a ser difícil encontrarlo en alguna otra melodía. Esto será lo que hay que saber antes de darle play a Four, la inconstancia sonora será su gran virtud y defecto a la vez.

En esta pelea de egos, nadie sale a salvo. Mucho se habló de la carrera solista del cantante y fundador, Kele Okereke, quien parece querer dejar un adelanto en Four, donde se encuentran temas como “Day Four” o “V.A.L.I.S”, donde la voz y la melodía dejan de lado al resto del grupo restándoles importancia. Asimismo, y bajo la misma lógica, nace el mejor tema del álbum: “Truth”, lejos de la fiesta, cerca de la melancolía, a la par con la excelencia musical que tanto gusta escuchar.

Por otro lado el sonido más políticamente incorrecto se lo lleva el final con “We Are Not Good People”, guitarras en distorsión y un  Okereke completamente sacado dan por finalizado este rejunte de canciones para ningún momento en particular pero digno de varias reproducciones.  De todas formas, como era de esperarse, existen las copias Deluxes del disco con dos temas más, “Mean” y “Leaf Skeleton”, que gustan pero no empalagan.

Es sabido que al momento de la reseña de un nuevo CD, lo más factible es la comparación con los discos anteriores. De esta forma se cae en el lugar más transitado, la crítica o el halago por algún inminente cambio. El caso de Bloc Party con Four merece una inmanencia, lejos de compararlo con los exitosos Silent Alarm (2005) y A Weekend in the City (2007) , donde de seguro saldría perdiendo, este disco debe evitar prejuicios o valoraciones predeterminadas y hacer lo propio con el presente. Ya que estamos ante un  momento donde los ingleses actúan como científicos y ratas de su propio laboratorio, haciendo experimentos que valen la pena ser escuchados.//z

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