Ignacio Herbojo lanzó la canción “Réplica” como cierre de una etapa musical y como una forma de aceptar y superar momentos muy duros de su vida personal.

Por Carlos Noro

Fotos: Martín Pisotti

El pianista, compositor y poeta Ignacio Herbojo tiene la habilidad de la mixtura. Su formación académica se entrelaza con Kate Bush, Tori Amos o Joni Mitchell sin dejar de hacer vibrar su propuesta en las atmósferas electrónicas. Acaba de lanzar la canción “Réplica”, una síntesis de un momento personal en el que ve la luz con una crudeza deslumbrante.

ArteZeta: Da la sensación de que los discos Solo (2013) y Terremoto (2018) y la canción “Réplica” (2020) son tres obras que dialogan, se hacen preguntas y hasta discuten. ¿Cómo construiste cada una y su relación?

Ignacio Herbojo: Algo de eso hay. Definiría Solo como un disco con canciones completamente rosas que grabé y compuse en mi habitación con mucha timidez. Hablan del amor desde la perspectiva del melodrama adolescente y de lo cursi. Me encanta lo cursi porque me permite construir un mundo que está muy poco explorado pero que tiene que ver con mi historia.

Terremoto es su opuesto. Es un disco que fue escrito desde un lugar de fortaleza, más extrovertido y directo. Al principio empezó como algo tranquilo, guitarras sin distorsión. Pero una vez que las canciones fueron compuestas pasaron dos tragedias: mi viejo muere de un tumor cerebral y mi primer novio me deja pocos días después. Estaba muy arriba y sentí que de repente me tragaba la tierra. Por eso lo llamé así. A simple vista nada en Terremoto refleja esta situación de pérdida horrible que viví. Pero se puede descubrir en el sonido de las guitarras eléctricas, que ensayo a ensayo le pedía a Fede Ríos, encargado de las guitarras, que les agregara más distorsión. O en mi voz, que por momentos se parece a un grito. Hablan de eso. Lo loco es que en ese momento no me daba cuenta. Estaba muy deprimido y se ve que necesitaba exteriorizar lo que me pasaba.

“Réplica” fue la primera canción que hice después de publicar Terremoto. La cajoneé durante mucho tiempo porque me costaba todavía enfrentarme a tanto dolor. Es mi canción más personal y habla de esta situación que Terremoto pasó por alto, es la aceptación de los hechos y también de quien soy y de la música que quiero hacer. En ese punto hay una continuidad.

AZ: Precisamente, en la tapa del single “Réplica” tenés la cabeza en alto y casi desafiante. ¿Qué lugar ocupó la canción para sublimar lo sucedido?

IH: Fue fundamental para que pudiera seguir adelante. Aunque no pude enfrentarla en el momento en que la escribí, significó para mí la aceptación de lo que me había pasado. Quería que la tapa fuese esa foto porque soy yo y doy la cara, pongo el cuerpo. Esa es la dimensión que tomó para mí la canción.

AZ: La canción salió en el medio de la cuarentena ¿Hubiera salido en otro momento? 

IH: No creo. La cuarentena me obligó a mirar para atrás. Ver a mi obra cronológicamente y cuestionarla. Me puso medio en “modo bibliotecario”, me transformó en un revisor de archivos. Pero no desde un lugar melancólico y de añoranza, sino desde la perspectiva de preguntarme qué cosas fueron pasando desde que lancé el primer disco. Para avanzar tuve que dejar de negar mi propia historia personal. Básicamente, dejar de hacerme el pelotudo. Ese fue el proceso de todo este tiempo.

AZ: Componer en el piano aporta una dimensión acústica que contrasta con sonidos más electrónicos que suelen aparecer en tus canciones. ¿Cómo vinculas esos dos mundos?

IH: Siempre surge de manera muy orgánica. Voy a donde la canción me lleva. Mi formación como músico fue en torno a la música académica y aunque estoy súper influenciado por ella, mis formas de componer son cero técnicas o estructuradas. Cuando hago música soy libre. 

AZ: Hay también una voz femenina en tu música y solés referenciar a Kate Bush, Tori Amos o Joni Mitchell cuando hablás de lo que hacés. ¿Cómo aparecieron y cómo se manifiestan a la hora de crear las canciones?

IH: Fueron tres mujeres que me enseñaron de todo a través de sus discos. Las escucho fanáticamente desde muy chico. Quizás me enseñaron a “hacerlo personal” y a contar historias con perspectivas distintas de las tradicionales. No sabría decir cómo aparecen en mis canciones, pero creo que cualquiera que escuche un disco de cada una y después escuche un disco mío va a ver algo de ellas en mi música.

AZ: También giraste con Rosario Blefari. ¿Qué aprendiste con ella? 

IH: Escucho a Rosario desde que tengo quince años. Es la mitad de mi vida hasta el día de hoy. Girar con ella y poner mi piano al servicio de sus canciones fue una de las cosas más increíbles que me pasaron y estoy demasiado agradecido. Por suerte pude decírselo. Rosario me enseñó sobre el oficio. Me enseñó a escribir, a observar, a escuchar. Me enseñó que todo puede ser una canción y sobre la belleza de cada palabra. Es y siempre será un pilar para mí.

AZ: ¿Cómo te despediste de ella?

IH: El día de su homenaje publiqué una versión de “El ídolo”, de Suárez, para despedirla. Me decidí a hacer esa canción justo la noche anterior porque me costaba enfrentarme a la idea de que nunca más iba a verla y que lo que estaba haciendo era despedirla. Fue difícil, pero a su vez me trajo un poco de calma.

AZ: En alguna nota decías que te sentías más cómodo tocando en el circuito gay. ¿Qué encontrás ahí?

IH: Sentido de pertenencia y amigas. //∆z