¡Urgente, terremoto!: Un nuevo día
Por Gerónimo Kener / Fotos de Norah Porto

Hay presente y futuro en la música argentina: Revistas, El Club Audiovisual, Fin del Mundo, Dum Chica, Buenos Vampiros, Mujer Cebra y Las Ligas Menores pasaron por la última edición de Festival Nuevo Día. 

Por Gerónimo Kener
Fotos de Norah Porto/ @thxompson /


¿Cuáles son las bandas nuevas del rock argentino? Una respuesta parcial podría encontrarse en lo ocurrido el pasado 16 de abril en el Teatro Vorterix.

Un Teatro Vorterix repleto por el público de bandas nuevas – Foto: @thxompson

El clima no era el mejor. La lluvia azotó desde el mediodía a la ciudad de Buenos Aires pero los preparativos del Festival Nuevo Día vienen desde diciembre, así que poco importó. Tampoco era impedimento para el público que decidió acercarse desde temprano. En la fila que daba la vuelta, algunos destaparon un tupper con porciones de pizza. Otros opinaron sobre los recintos donde suelen tocar las bandas que un rato después subieron al escenario. Moscú, Strummer Bar, El Emergente, todos lugares que podrían equipararse a un Cemento o Arlequines de rockeros en otras épocas.

Con un leve retraso, se abrieron las puertas y la pila de fanáticos se amontonó en el puesto de remeras. Todas los grupos tienen la suya a la venta. Muchos tienen puesta la de su banda preferida del festival. Haciendo un conteo rápido, Mujer Cebra es la figurita repetida.

Remeras rockeras – Foto: @thxompson

Sin muchos preludios, a las 16.30 se abrió el telón por primera vez. Revistas inició su propuesta con elementos de shoegaze, post punk y algo más. Tocaron temas de su disco debut Drama (2020). Ser primero en la grilla de una fecha no siempre es sencillo, pero acá no hay división o aires de superioridad entre las bandas. Conforman una escena que pregona la autogestión y distorsión en el rock. Esto también es claro para el público que apoyó en buena cantidad el set de los oriundos de Avellaneda. 

Revistas: toques de shoegaze y post punk – Foto: @thxompson

Prueba de sonido breve y respetando horario, algo que se mantuvo firme en la noche, fue el turno de El Club Audiovisual con un Vorterix cubierto casi en su totalidad. Se definen como pop sónico. Sin dudas sus influencias se encuentran en el shoegaze y las bandas alternativas de comienzos de los años 90. “Una canción” y “Quietud” dieron el contraste entre la melodía con distorsión y la densidad melancólica. Con varios pogos energizantes, cerraron homenajeando a El Mató a un Policía Motorizado. “Si no existiese esta banda probablemente nosotros no estaríamos acá”, avisó Delfina Gel, bajista y cantante. Sonó “Sábado” y la pista desbordó de saltos. 

El Club Audiovisual y su pop sónico – Foto: @thxompson

Luego le tocó a Fin del Mundo, la banda radicada en Buenos Aires pero con pie en la Patagonia. El grupo de post-rock y algunos brebajes más viene hace unos meses de participar en una sesión de KEXP, que se encuentra cerca del millón de visitas en Youtube. Su propuesta marcada por paisajes instrumentales y ejecución matemática fue notable de comienzo a fin. La atención hacia lo que sucedía en el escenario era visible, porque eso es lo que demandan. A pesar de la concentración y lo relajante de la música, puesta de luces e imágenes que retrotraen al sur, Lucía Masnatta, guitarrista y cantante pide un poco de pogo para el final. Los coros de “El próximo verano” y el cierre con “El incendio” cumplieron su deseo. El futuro de este grupo es de proyección internacional. Con un sonido anclado en lo nacional, no deja de ser un estilo musical que tiene bastante lugar en otros países del mundo.

Las Fin del Mundo cruzan cuerdas y miradas – Foto: @thxompson

Con un notorio contraste musical, Dum Chica se hizo del escenario y de la noche. La luz natural no es de utilidad para este grupo. El recinto cerrado, luces artificiales y punk es lo suyo. Juana Gallardo en bajo, con actitud de saber lo que hace, cigarrillo mediante, deja en claro que a veces se puede prescindir de la guitarra. “Ví la luz y todo se pone oscuro” es una de las primeras frases que cantó Lucila Storino. Como si fuera un vampiro, los lentes son parte de su look. No vino a buscar sangre pero si descontrol de principio a fin. El público lo tienen ganado. Después de un año de tocar sus temas por todo Buenos Aires, recién este año editaron su primer disco DUM. En 40 minutos, repasaron el LP y algunos temas que quedaron fuera. Gritos, alaridos, bailes por el escenario y mucho rock and roll.

Dum Chica: oscuridad y sorpresa – Foto: @thxompson

Tanta energía desplegada pidió un descanso que resultó breve. Desde Mar del Plata llegó Buenos Vampiros, la primera banda del festival con una impronta pura del post punk. Con una estética que le sacaría una sonrisa a Robert Smith, el cuarteto dio cátedra en cómo manejar un show de estas características. Resulta sorprendente como la mayoría de los grupos tienen solo 3 o 4 años de existencia pero se desenvuelven como si llevaran décadas de giras. Sonaron algunos hits ya establecidos como “14 de febrero”, “Momentos” o “El perro” , de su último disco Destruya (2022), que balancearon la voz melancólica de Ignacio Perrota con la hipnótica voz de Irina Tuma. El kit de batería pareció compartirse entre los colegas de la noche, pero luego de Mora Murgue tendría que haber sido reemplazado. Cada golpe fue efectuado con una potencia que nunca mermó. Mientras se cerraba el telón se pudo observar un abrazo sentido entre los cuatro, entendiendo que cumplieron un sueño al que no se llega todos los días.

Buenos Vampiros: penumbras y post punk – Foto: @thxompson

¿La banda más esperada del día? A juzgar por las remeras y los gritos desaforados del público cuando se asomó Mujer Cebra, sí. Arrancaron con “XXYY”, tema que también da inicio a su disco homónimo y único hasta el momento. Algunos grupos explotan su calidad en el vivo, dándole otra vida a las canciones de estudio. El trío de capital añade pesadez cuando lo necesita, como en “Adrenalina” o incluso en los momentos más melancólicos de “Verano (sin personas)” y “De películas”. Los saltos y empujes en el pogo ocasionaron algunos robos de celulares. El bajista Gonzalo Mahupe agarró el micrófono y le avisó a la gente que se cuidara. Santiago Piedra desgarró su voz y guitarra como si no hubiera mañana. No interactúo demasiado con el público, no parece hacer falta y le cedió ese espacio a sus compañeros. El cierre frenético con “Otro lado” tiene incluso un puente con homenaje directo a Halloween y la música de John Carpenter, donde manifiestan sus influencias del cine. La gente salió de los empujes finales, el riff terminó y el show también. La distorsión retumbó en los oídos de los presentes, que quedaron satisfechos. Se viene el nuevo disco y no sería utópico que Vorterix pueda ser cubierto solamente por ellos.

El alarido punk de Mujer Cebra – Norah Porto

Finalmente llegó el turno de cerrar la noche. Los elegidos para apadrinar a las bandas emergentes fueron Las Ligas Menores. En los últimos meses vienen de tocar en varios festivales de Latinoamérica. El año pasado abrieron el Primavera Sound de Buenos Aires, compartiendo fecha con Pixies, una de sus mayores influencias. “Renault Fuego” dio inicio a la lista de temas, solamente interrumpida por el “muchas gracias” de Anabella Cartolano, cantante y guitarrista.

Cual Gustavo Cerati y el “Nuevo Rock Argentino”, Anabella Cartolano lidera el nuevo día desde la consolidación de una propuesta artística – Foto: @thxompson

Asociados al indie, ellos entienden a este término no tanto como musical sino por su significado autogestivo. En varias entrevistas aportaron la idea de que los temas en vivo tienen matices ligados al punk. Es cierto. Las canciones adquieren varias velocidades más, que obligan al público a poguear pero también a bailar. “En invierno” fue dedicada para Irina Tuma, cantante de Buenos Vampiros que cumplió años. Tocaron “Piedra del águila” uno de los temas del próximo disco. Como suelen hacer en sus fechas, hubo lugar para covers como “Todo lo que pienso hoy” de Pixies y “Mabuse” de Los Punsetes. Para el final, Antonella cedió su guitarra a Santiago Piedra de Mujer Cebra para “Ni una canción”. El cierre fue con “De la mano” a puro salto, rapidez y digna de un día memorable.

La celebración del fuego – Foto: @thxompson

El teatro se despejó y la lluvia volvió a mojar las calles. Por un lado y hacia el otro caminaron todos los presentes en el festival. Esta fecha reunió a los nombres con más peso en la escena, pero no son solamente ellos. Hay una gran cantidad de bandas y recitales que se multiplican todos los fin de semana. Post-Punk, shoegaze, noise pop, punk, rock, la etiqueta que quieran ponerle. El nuevo día llegó. Acá hay presente, hechos y justificación. Ahora sí. //∆z.

Oíd mortales el indie sagrado – Foto: @thxompson