Vuelve el festival que consolidó la escena musical independiente de la última década. Nicolás Lantos, uno de sus organizadores, recuerda las primeras ediciones y advierte: “Siempre tenemos una sorpresa abajo del brazo”.
Por Martín Barraco
Después de un 2016 devastador que no dio respiro y noqueó al mundo entero con malas noticias, el 2017 nos entrega la primera buena noticia en mucho tiempo: vuelve el Festipulenta. Tras un parate de dos años, el festival que ayudó al crecimiento de la movida independiente tendrá su edición 25 en el Club Cultural Matienzo este fin de semana largo de Carnaval.
Sus creadores, los periodistas Nicolás Lantos y Juan Manuel Strassburger, deciden tirar la casa por la ventana de la mano de Los Reyes del Falsete, El Perrodiablo, Viva Elástico –las tres bandas que tocaron en el primer Festipulenta-, Mi Amigo Invencible, Rosario Bléfari, Valle de Muñecas y muchísimos más. También habrá lugar para la poesía y la tradicional feria de discos, libros e historietas.
AZ: ¿Por qué deciden volver después de dos años? ¿Qué pasó durante ese tiempo?
Nicolás Lantos: Si bien lo de “volver” es un relato muy atractivo, en realidad no es que el Festipulenta se haya ido a ningún lado. Durante varios años lo hicimos estacional, cuatro por año. Hacerlo en el Zaguán nos permitía esa periodicidad porque era un espacio más pequeño y donde además, conocíamos todos los resortes y el trabajo se minimizaba. Cuando dejó de existir esa posibilidad, sumado al crecimiento del festival, alternamos en lugares más grandes como Matienzo o el Salón Pueyrredón, que requerían más trabajo. Por eso, bajó el ritmo. Hubo un par de años que hicimos tres festivales. En 2015 hicimos dos. El año pasado fue muy particular por motivos personales de Juan y míos: problemas laborales en el caso de ambos (sumado a la pérdida de La Hora Pulenta que era un espacio que nos mantenía en movimiento), Juan fue padre, yo viajé siete meses al extranjero. De todas formas no estuvimos inmóviles y editamos el tercer volumen del Compipulenta, un disco triple con casi cincuenta temas inéditos de bandas que pasaron por el festival, incluyendo grupos uruguayos y chilenos. Tuvo cerca de diez mil descargas, una demencia. Y ahora que volví dijimos: vamos a hacer uno más. ¿El último? Quizás, no lo creo. Sí era necesario retomar esa historia y no dejar que se diluyera. Por ahora pensamos en este, y luego veremos.
AZ: Esta edición tendrá bandas y solistas muy interesantes que van a hacer su debut: Marina Fages, Nahuel Briones, Chillan las bestias y Los Bluyines. ¿Qué nos pueden contar de ellos?
NL: Históricamente en los Festipulenta buscamos siempre abrir el juego a artistas nuevos al tiempo que consolidamos un núcleo histórico si se quiere que nos acompaña desde siempre. En este festival tenemos bandas que participaron de la primera edición: Viva Elástico, El Perrodiablo, Los Reyes del Falsete, todos ellos fueron parte de aquel primer festi y están acá de nuevo. Hicimos un camino enorme juntos. Pero a la vez en ningún festipulenta no hubo al menos una banda que fuera debutante con nosotros.
En esta ocasión, al tener más días, más bandas en total, permite sumar muchos “nuevos”: el caso de Rosario Bléfari era una deuda pendiente que al fin pudimos concretar; Marina es una artista extraordinaria que quizás durante mucho tiempo se movió en otro registro y ahora con Chicas de Humo, una propuesta más roquera, entra perfecto en el festi. Nahuel es un crack y tiene una banda que ofrece algo distinto a todo lo que hay dando vueltas, y la novedad siempre nos atrajo. Y el caso de Chillan Las Bestias es particular, porque Pedro Dalton ya fue parte con los Buenos Muchachos. Lo bueno es eso, que los que hoy son nuevos mañana ya se sienten parte de la familia.
AZ: ¿Sienten que cambió algo en la escena independiente durante la ausencia del festival? ¿Con qué se encontraron?
NL: Cambió el mundo en estos dos años, mirá si no va a haber cambiado la escena. Después de unos años de lenta expansión, con nuevos lugares para tocar y mejores posibilidades, otra vez las clausuras complican el panorama. Por suerte se aprendió mucho en el interin y hay lugares que laburan bien y con una profesionalidad que antes era raro encontrar. Surgieron nuevos ciclos y festivales que toman un poco la bandera que nosotros izamos. Y sobre todo, siguen saliendo bandas buenas.
AZ: No solo habrá música sino también poesía. ¿Creen que en el ámbito literario están surgiendo nuevos artistas como viene pasando desde hace tiempo con la música?
NL: El tema de la poesía tiene que ver con que concebimos la cultura como un todo y no como compartimentos estancos. Las bandas nuevas, los poetas nuevos, los cineastas de nuestra generación, coexistimos en un mismo ecosistema. No se puede disociar la sensibilidad de Walter Lezcano de la del Chango. La estética suburbana de Incardona hace eco en las canciones de Acorazado Potemkin. Yo que sé. Vamos a los mismos lugares, hacemos las mismas cosas con la misma gente. En fin. Siempre buscamos aportar a esa sinergía. Desde la feria en los festivales, desde el programa de radio. En Matienzo, por las características del lugar, tenemos la posibilidad de abrirle el juego a los ciclos de poesía, y por eso lo hacemos. Nos gustaría alguna vez hacer una muestra de fotos o de arte plástico, pensamos en proyectar películas. Pero bueno, somos dos y es un laburo titánico.
AZ: ¿Cuáles son sus expectativas para este Festipulenta? ¿Va a haber alguna sorpresa?
NL: La expectativa es la de siempre: generar las condiciones para que todos tengamos un gran fin de semana. Que los músicos estén cómodos, la gente la pase bien, el lugar funcione y todo cierre. ¿Sorpresas? Siempre tenemos una sorpresa abajo del brazo.//∆z