Macaco Bong, una de los mejores representantes del rock independiente brasileño, presenta This is Rolê, su segundo disco. Una experiencia instrumental ciento por ciento garantizada.

Por Gabriel Feldman

Macaco Bong es un power-trío oriundo de Cuiabá, Mato Grosso, Brasil. POWER-TRÍO, así en mayúsculas, con composiciones totalmente instrumentales y sin duda uno de los mejores representantes que tiene el rock independiente brasileño. Con su primer disco, Artista igual pedreiro (2008) (“El artista es igual al obrero”, ninguna casualidad ese nombre), habían mostrado parte de su arsenal. En “Shift”, aquél intrépido caballo de batalla, pudimos apreciar la intensidad que poseían y, gracias a que Scatter Records editó su disco en nuestro país en 2009 y a la amistad que cosecharon con los muchachos de Pez, pudimos disfrutarlos en recitales espalda con espalda con la banda de Minimal y luego en una fecha memorable en Niceto.

Cuatro años después las piezas se reacomodaron en esta nueva placa. A Bruno Kayapy en guitarra y Ynaiã Benthroldo en batería se les sumó Gabriel Murilo en el bajo. A pesar del cambio que significa la partida de Ney Hugo, una bestia en las cuatro cuerdas y parte fundamental en la estructura del trío, la banda se muestra extremadamente precisa. Por casi una hora estaremos a su merced.

Mover la cabeza y estrellarla contra la pared es la primera reacción cuando empieza a sonar “Otro”, track inicial de This is Rolê. Apertura virulenta para despabilarnos por si todavía no estábamos en sintonía. Arranque bien furioso de más de siete minutos y nos imaginamos a estos tres monstruos con los ojos cerrados y los dientes apretados, sacudiéndose de un lado al otro.

Algunos podrán pensar que a la hora de hacer canciones las palabras son el contenido y lo estrictamente musical es sólo un ornamento que rodea las floridas frases de un cantante o songwriter en cuestión. Se equivocan. Como sucede en cualquier interpretación de este maravilloso trío instrumental, la música es el contenido, y no hace falta ninguna voz suntuosa para aclararnos el panorama. La guitarra de Bruno Kayapy, un Hendrix del Mercosur, hace el resto. Como reza la etiqueta en la tapa del disco: “Experimente isto”. Así que, dése la oportunidad y experiméntelo.

Siéntese cómodo – si es que puede -, ajústese el cinturón y déjese llevar por las melodías circulares de estos brasileños que no conocen límite. Imposible encasillarlos: su catálogo musical es amplio y versátil. Pasan de interpretar “Sumer Seeds”, una oda al verano en clave break-beat y “Seu João “, un track de corte progresivo que se apoya sobre las capas del Hammond de Túlio Mourão (antiguo miembro de los míticos Os Mutantes), a “Broken Chocobread” y “This is Rolê”, dos joyas con la violencia desmedida que los caracteriza influenciada tanto por la primera ola alternativa de los ‘80 y el grunge, como por el trhash metal ¿Se necesita algo más…? Sí, un final con “Dedo de Zombie”, en donde nuevamente las teclas mutantes de Túlio Mourão –ahora en piano– agregan el dramatismo necesario para un cierre épico.//z

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