Apenas un par de horas antes de la salida de su disco hablamos con Sol Marianela y con su productor Ignacio Castillo de Hasta Nunca, el debut de Sol que sin dudas dará que hablar.
Por Claudio Kobelt
Fotos por Nadia Guzmán
Ellos son como dos amigos de toda la vida. Se ríen, bromean, se respetan y admiran profundamente. Además, ambos comparten un mismo amor por la música y las canciones. Y se podría decir que gracias a él, Ignacio Castillo, hoy tenemos en nuestros oídos el tan esperado primer disco de ella, Sol Marianela.
Con más de diez años de carrera, por una cosa o por otra, Sol nunca había grabado ningún tipo de registro formal, y sus presentaciones en vivo en la zona oeste y/o en reductos de Capital, eran la única forma de mantener el contacto con esas canciones de folk salvaje y candente, emocional y catártico, que la chica del pelo rosa bien sabía -y sabe- ejecutar.
Hasta que un día, Ignacio Castillo, nueva figura musical de la zona del agite -como decía Divididos- que ya había grabado y oficiado de productor de varios discos de diversos artistas, se sumó como músico a la banda de Sol Marianela, y ahí el mecanismo comenzó a funcionar. Todo encajó a la perfección.
ArteZeta: ¿Castillo llegó primero como productor y luego como músico?
Sol Marianela: No, al revés. Nuestra banda empezó por Luisito, el batero (Luis Zunino), que en una fecha acústica mía – ya éramos todos medio amigos- se me acercó y me dijo ”¡Quiero tocar con vos!”, y como Ignacio y Luis son como Batman y Robín, entonces Igni se sumó al bajo. Y como Castillo empezó a componer las violas eléctricas del disco, decidimos que el tocara también las eléctricas en la banda, y Nacho Flores que hasta el momento me había acompañado en vivo con la guitarra, pasó a tocar el bajo.
AZ: ¿y que sentís que le agregó a la producción de tus canciones?
SM: Mis temas estaban crudos. Ya tenían todas sus partes salvo alguno que otro, pero por ejemplo mejoró todas las canciones en cuestión de ejecución. Hizo que cada parte de canción tuviera una intensidad, una manera particular de ejecutar la guitarra. Después, todo el tema de armonías vocales, donde tratamos de que fuesen lo más sensatas posibles para darle más espacio al concepto de canción o algo así.
Es mi primer grabación así que no estaba acostumbrada a tener que flashear un ensamble de voces, y ahí tuvo que enseñarme Igni. Algunas las inventó el, y otras me ayudó a soltarme y encontrarlas.
Además, compuso todas las baterías del disco que después el baterista que las grabó, Gastón Hernández, les dio su toque. Básicamente son mis canciones pasadas por una máquina pulidora que es Igni, de donde salen limpias y brillantes.
Otra cosa genial q hizo fue guiarme con lo vocal, respecto a cómo modular en determinadas canciones. Todo suena diferente, puede ser más violento o más dulce de acuerdo a como acomodas la voz, la apertura de tu boca y esas cosas, que como yo no estudio ni estudié prácticamente nunca no las tenía incorporadas, y ahora me doy cuenta que es magia pura, esta buenísimo. Lo re voy a incorporar.
AZ: Una cosa que me intriga, y que note en los últimos recitales que vi tuyos, es que hay canciones que cambiaron bastante de cuando las tocabas solas a esta nueva etapa. ¿Cómo fue ese trabajo de darle un nuevo cuerpo a las canciones?
SM: Bueno, siempre cambian las canciones solas, desde que las hago hasta que al otro día las vuelvo a tocar ya están diferentes. Con la banda también cambian solas porque por ejemplo a veces toco cosas que acústicas quedan bien pero que con una banda son desprolijas. Con una banda tenes un tempo que seguir, más instrumentos que acoplar, entonces ahí empieza el laburo de darle más forma a la canción, sin necesidad de deformarla toda a veces, y otras veces sí, como en “Tendrán sus razones”, que tuvo tres versiones distintas!
AZ: “Tendrán sus razones” es un ejemplo en cuanto a cambios…
Ignacio Castillo: Bueno, a “Tendrán sus razones” decidimos darle más peso a la rítmica, bajándole un poco el tempo, que la canción sea más una mochila cargada de emociones. Le buscamos algo así como otra densidad.
SM: Yo ese tema cuando lo hice, lo hice muy flasheando Amy Winehouse. Después me pareció que daba para hacerla ska medio Specials, ¡y con la formación anterior del proyecto, me quería matar! Yo la tocaba cada día más rápida, una cosa insoportable. Y ahora resultó que encontramos el equilibrio entre lo rápido que buscaba yo y la versión original, y quedó una balada de rock que me encanta. En un momento llegué a odiar esta canción, y ahora no se si no es mi favorita del disco.
AZ: ¿Cuánto llevó todo el proceso del disco en sí?
IC: Empezamos el año pasado, pero fue un poco inconstante, porque yo estaba trabajando en un local de música y solo teníamos los domingos para preproducir las canciones. Además lo agarramos cuando estaba terminando el año, por lo que optamos por arrancar a mediados de Enero. Desde Enero hasta Febrero estuvimos preproduciendo las canciones, limando los temas en estructuras y pensando bien cómo debía ser la instrumentación. En Febrero y Marzo empezamos con los ensambles vocales y a grabar las tomas definitivas del disco.
Es decir, primero maqueteamos y después sobre eso mejoramos más lo que ya habíamos hecho. Luego, Guillermo (Beresñak) se encargó de pasar por compresores y equalizadores analógicos en el estudio Heterogénea las mezclas que hice yo, y después hizo el mastering.
En otras palabras el año pasado lo trabajamos un poco relajadamente pero el proceso real y duro fue de mediados de enero hasta ayer!
AZ: Entonces a pesar del poco tiempo del que disponían se dio todo bastante rápido.
SM: Sí, la verdad que le dimos con todo este verano, fue heavy.
IC: y pensá que tuvimos que inventar muchos instrumentos y transformar canciones acústicas al formato banda. Estuvimos bastante flasheando.
Sol Marianela: Y déjame agregar que ya tocábamos hace un año como banda, pero eran otras canciones. La mayoría de los temas del disco no los tocábamos con la banda porque los hice a mediados del año pasado, y no estaban armados para banda, o sea que no fue una cosa que le veníamos tocando hace años.
IC: Sí, pero de todos modos siempre tocamos y armamos todo rápidamente, nunca nos tomamos el tiempo para pulir los temas, como lo hicimos en la producción de este disco
SM: Claro, los temas que si hemos tocado en vivo, ahora en el disco son una cosa del mas allá, están hermosos.
AZ: Sol, hace muchos años que haces música y tocas en vivo ¿por qué tardaste tanto en llegar al disco?
SM: Soy una colgada flashera que nunca me di cuenta que se me estaba pasando la vida, digamos que en mi mundo Disney siempre dejé que las cosas pasen solas, no forzarlas, y creía que si seguía tocando un día iba a venir alguien y me iba a decir “Grabemos tu disco”… Bueno, algo así pasó. Sólo que no era una compañía discográfica multinacional como yo imaginaba, sino Igni.
AZ: ¿Castillo fue el que lo propuso?
SM: Sí, me decía “tenes que grabar tu disco, veni grabemos tu disco, dale ya grabé a Natalia Ponso”…Y ahí caí que sí, que tenía que grabar.
AZ: Castillo, en tu rol como productor, ¿qué tan diferente, o cuál es la búsqueda que haces, para trabajar con cantautoras como Sol o como fue el caso de Natalia Ponso?
IC: Principalmente busco artistas que tengan algo para dar, cuando vi por primera vez a Sol en vivo flasheé y me emocioné. Sabía que se podía hacer algo buenísimo, y en su disco traté de potenciar sus magias de cantautora.
AZ: ¿Y por qué la decisión de grabar el disco con el formato banda y no solista?
SM: Empezó con una vaga idea de hacer algo acústico con baterías electrónicas, pero yo quería grabar con banda, porque me gusta tocar con banda y espero no tener que tocar muchos acústicos más, salvo cuando tenga ganas, o en pequeños lugares, porque me pongo muy nerviosa y sufro. Y nada, un día tocamos en vivo, Igni se quedó muy contento con la fecha, y un par de birras después le dije: “Dale, grabemos con batería de posta”. La birra siempre ayuda.
Después se le vino la noche: fue el doble de laburo, mucha más plata, mucho más tiempo, pero estoy totalmente contenta con lo que hicimos.
AZ: ¿Y quiénes grabaron en el disco?
IC: Principalmente Sol Marianela y yo. Gastón Hernández se aprendió las baterías de las maquetas y les agrego unas datas, y Pedro Díaz, que vino un día a flashear metalófones y quedaron buenísimos.
SM: No grabamos con nuestro baterista Luis por cuestión de tiempo. Las batas son todas nuevas y en medio del verano era difícil coincidir para ensayar y aprenderlas. Y queríamos tener el disco sí o sí ahora.
AZ: ¿Por qué “sí o sí ahora”?
SM: ¡Porque iba a salir el año pasado! ¡Porque lo necesito!
IC: Y así podemos presentarlo durante el año.
SM: Claro, sino era seguir pateándolo, Entonces a fines del año pasado dijimos “O lo sacamos en Diciembre (no íbamos a llegar jamás) o en Marzo”, y nos decidimos por el plan B.
AZ: ¿Por qué el nombre Hasta Nunca para el disco?
SM: Lo decidí en Enero, en Gesell, en el entretiempo entre la preproducción y la producción final. La estaba pasando mal, quería terminar con todo. Es muy difícil encarar un proyecto y terminarlo, aparecen complicaciones, fue difícil en verdad. Quería eliminar mi Facebook, que de hecho lo hice y después me hice uno nuevo, y no tocar nunca más. Irme a vivir a otro país con otro nombre artístico y cantar temas nuevos y que no me conozca nadie. Por eso, dije “Fue le pongo Hasta Nunca, lo presento y después no toco más”, pero ahora ya no es así, es Hasta Nunca con todo lo malo, ahora se viene lo bueno.
IC: Evitemos capaz el “no toco más” ¿no?
SM: Si, pero fue algo que pensé antes de grabarlo, ahora estoy más cebada que nunca. Puedo decir que Hasta Nunca es un disco hermoso, como si fuera de otra gente.
AZ: Hasta Nunca primero en el bandcamp de Sol Marianela, ¿y saldrá físico también?
SM: Sí, saldrá físico. Pero todavía no hay fecha para eso. You know… tema dinero. Esperemos que sea dentro de dos meses , no más.
Yo les diría a todos que se bajen el disco si les gusta, si quieren pueden colaborar comprándolo para así juntamos antes para la edición física, pero si no pueden todo bien. Me encantaría que les guste y lo escuchen, y si eso pasa, que después nos vengan a ver y a compartir las fechas con nosotros.
AZ: Para los que aún no lo escucharon, ¿cómo les contarían de qué se trata este disco?
IC: Yo creo que pasa por todos los estadios de sensibilidad de una persona, y también encuentro una conexión bastante zarpada con una línea temporal imaginaria.
SM: Es un disco sincero, posta, lleno de sentimiento. Seguro van a encontrar más de una canción con la que identificarse.
IC: Podes remitirte a cuando eras pibe y a situaciones más complejas relacionadas con la adultez.
SM: Podés llorar también. Y podes ponerte punk, y feminista.
IC: Musicalmente te podes encontrar con ritmos bastante variados. Se pueden escuchar influencias desde Pixies, Weezer, Boom Boom Kid, Él Mató a un Policía Motorizado, y muchísimas más.
AZ: ¿Cómo es el proceso de composición? ¿En las letras también influyó Ignacio?
SM: No, las letras Son 100% mías. Te cuento un secreto: Nunca quise que nadie se meta en mis canciones. Jamás, los odio a todos (Risas). En serio, me daba pavor, pero con Ignacio fue diferente. Mucho respeto, por eso le di vía libre para que musicalmente flashee lo que le pareciera mejor. Y fue una decisión acertadísima.
Yo vengo escribiendo desde los siete años, con conciencia. Hacia cuentos, quería ser escritora, y a la vez grababa canciones pero las letras las hacía mi viejo. Después, de más grande, a los 16, empecé a escribir mis letras y siempre fueron personales. Esta vez es la primera que escribo desde el adulto que recuerda sus últimos años de adolescencia, por así decirlo. Hay alguna canción de la adolescencia misma, como el último tema con letra del disco, “Los amigos no son para siempre”, pero la mayoría son del año pasado. Fue un momento de retrospección, mirar para atrás y ver donde estaba en ese momento también y decir “Ok, algunas cosas cambiaron, otras no, todo sigue siendo más o menos un quilombo”.
AZ: ¿Va a haber un show presentación del disco?
SM: Las dos fechas de presentación que tenemos son el 13 de abril en Old Rotten de Ituzaingo, nosotros solos, y el 3 de mayo en Rechazando Coimas, de Capital, que nos acompañará esa noche Gastón Massenzio en formato electro acústico. Igual, ya cuando tengamos el disco físico haremos otra presentación más.
AZ: ¿Y sale por algún sello o es completamente independiente?
SM: Sin sello, es completamente independiente, y porque así lo quiso Jehová! (risas) No, no sé, si bien tengo una carrera de 12 años como músico, con diez como cantautora, hace cinco que me vine a Buenos Aires a tocar. Digamos que, en algún punto, recién empiezo, y este disco, espero, me va a ayudar a darme a conocer.