A los 40 años, Marcelo Díaz Mayer y Martín Salas cumplen con todos los mandatos de la vida adulta: casados, con hijos e inmersos en una rutina laboral. ¿Qué los diferencia del resto? Slalom, el dúo que estos dos hombres, oriundos del barrio sureño de Adrogué, vienen fomentando hace más de 15 años. Presentando su tercer LP, +Negro, los músicos nos cuentan sobre su adhesión al Dub, sus mezclas constantes y, sobre todas las cosas, nos enseñan cómo vivir una vida normal sin perder el foco en lo que los apasiona: el arte.

Por Estefanía Lestanquet

AZ: Slalom es el freestyle arriba de las ruedas de los patines, ¿se podría decir que ustedes también tienen un estilo parecido, musicalmente hablando?

Slalom: El slalom es el zigzagueo entre obstáculos. Cuando arrancamos en el ‘97, hacer música con una computadora era algo diferente a lo que hasta ese momento era convencional y era un desafío aprender a componer solo con un teclado y un mouse, porque era toda una novedad y la velocidad y capacidad de procesamiento de las CPU era muy baja. Circulábamos por un camino más sinuoso. Ahora, desde el punto de vista del estilo musical, el freestyle, entendido como estilo libre, es decir, tener libertad para hacer cualquier cosa o lo que pinte en el momento, nos calza bastante bien, pero no nos define completamente.

AZ: ¿Qué tendría que saber alguien de ustedes antes de escuchar alguno de sus tres discos?

S: Que somos dos tipos que a los 40, casados con hijos y laburantes, seguimos siendo tan curiosos y tan entusiastas como cuando teníamos 20 y que eso se manifiesta en el tipo de música que hacemos. No tenemos nada que ver con lo que se conoce como música electrónica a nivel masivo, y cada uno de nuestros discos tiene un sonido específico, lo cual los hace más interesante a nivel obra.

AZ: ¿Cómo definirían a +Negro?

S: Es un disco de remixes que toma tanto temas del primero como del segundo disco. El nombre surge como una profundización del concepto del segundo disco, que se llama simplemente Negro que transitaba por la música negra con reminiscencias jamaiquinas y africanas, sin dejar de ser un disco electrónico, pero sí un poco más analógico. +Negro es mucho más denso, oscuro y combativo.

AZ: ¿Por qué decidieron tomar las canciones de sus anteriores discos y remixarlas?

S: Porque cuando terminamos Negro nos quedamos con las ganas de hacer más y hubo buena química con BK (Matías Naso) que fue el productor y con quien queríamos seguir trabajando. También por una cuestión evolutiva en cuanto a la producción y a la composición, tratando de reorientar algunos temas del primer disco (Posición Adelantada) a lo que estábamos haciendo.

AZ: ¿Y por qué decidieron hacer esos remixes impregnados de una atmosfera dub? ¿Por qué ese sonido y no otro?

S: Siempre estuvimos copados con el dub, es el género que más influyó en el desarrollo de la música electrónica. Sin embargo, tuvo mucho que ver la influencia de BK, que participó de todos los temas y que incluso algunos remixes los hizo él solo. Su injerencia en este proyecto fue fundamental.

AZ: ¿Cómo va a ser la presentación de este álbum?

S: Si bien tenemos muchas ganas de tocar estos temas en vivo, no creemos que un disco de remixes amerite una presentación en sí. El 18 de diciembre vamos a tocar en La Cigale y lo haremos como venimos haciendo hasta ahora, trabajando sobre pistas que se disparan y seleccionando sonidos, samples, loops y efectos en el momento. Eso hace que cada show nuestro sea distinto. De alguna manera nos remixamos constantemente.

AZ: ¿Cómo terminará Slalom este 2013 y como comenzará el 2014?

S: 2013 terminando de mezclar nuestro cuarto disco, tomando un nuevo camino bastante distinto a lo que venimos haciendo. La idea es poder lanzarlo a principios del 2014.

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