Como parte del ciclo que se encuentra realizando durante Noviembre, Tomás Aristimuño brindó un excelente show con lo mejor de “Verde Árbol” y volvió a emocionar con su talento.
Por Nayla Madia
Foto de Pablo Lakatos
A las 23.30 hs, en una cálida noche primaveral, el bar cultural “La Oreja Negra”, abrió sus puertas convirtiéndose en un placentero espacio de encuentro y celebración musical. Gabriel Ardanaz dio comienzo al recital que presentaba las canciones de su disco El Río. Entre la lista de temas sonaron “La Montaña” y “Brisa del mar”, con un increíble solo de guitarra, continuando con “La otra orilla”, una canción inspirada en el libro Sudeste, de Haroldo Conti. Siguieron “Al verlo”, “Viento” y un potente final rockero con “Viajero”, que se llevó todos los aplausos.
Luego se proyectó “Crisálida”, un bellísimo cortometraje realizado por Miur Namur, que mediante dibujos e imágenes a base de stop motion establecen una perfecta armonía con melodías instrumentales de flauta traversa a cargo del “Colectivo Cósmico”. La magia continuó cuando Tomás salió a escena con “Marte”, una canción inspirada en el libro El hombre ilustrado, de Ray Bradbury. Fundiendo su voz con la profunda letra, el músico sureño cantó: “los desterrados huimos aquí, para olvidarnos de las penas”, y los espectadores se deleitaron con un intenso viaje sonoro.
Dana Fernández y Rocío Aristimuño acompañaron con coros en “Florecerá”, cubriendo el ambiente de buenas vibraciones. Al tiempo que sonaba la canción, se proyectaron fotografías captadas por el propio Tomás, que crearon una fantástica conexión con las melodías que iban sonando.
Desde la intensidad del Didjeridoo, instrumento de viento aborigen, Juan Gracia marcó junto a Tomás un profundo y trascendental sonido que dio comienzo a “No me miras”. Luego, continuaron con “Te fuiste mucho y lejos”, una canción con alma y corazón compuesta a partir de las últimas palabras que su abuela le dijo a su abuelo el día que falleció. Sonó “Sobre mi lengua”, y a mitad del show subió al escenario Vico Zapata, quien forma parte del grupo de baile flamenco “La Tierra Al Aire”, junto a Rocío Aristimuño. Mediante una base instrumental y un gran despliegue de percusión, comenzó una experiencia que cautivó al público cuando la canción se alternaba con fragmentos de “Punto Cardinal”.
Entre las sorpresas de la noche, Tomás ofreció dos temas inéditos: “Fíjate bien”, una canción que fue variando rítmicamente, invitando al público a descubrir cada pequeño sonido, finalizando con un solo de batería de la mano de Tomás Aristide. A ello, siguió la sutileza de “El último día”, una melodía única y personal.
Anunciando el cierre del recital, comenzó a sonar “Verde Árbol” y la atmósfera musical se cubrió del color de la vida. Aristimuño ofreció un recital de melodías hipnóticas que condensaron un instante infinito en el que la naturaleza se expandió en cada una de las canciones.
Para revivir cada instante, el próximo viernes 25 de noviembre Tomás Aristimuño brindará la última fecha del ciclo junto a su banda. La cita es en Uriarte 1271 y tendrá como invitado al músico David Amado. Una experiencia que permitirá escuchar, ver, sentir y descubrir con los oídos atentos y el corazón receptivo la excelencia musical. Verde Árbol para todo el mundo.