Entrevista con Ale Marasso, guitarrista y cantante de La Buena Violencia de la Mente, el power trío correntino que hará su debut en las noches porteñas el viernes en la tercera edición de las Fiestas Misteriosas.

Por Gabriel Feldman

Balvanera se cubrirá de colores y sombras. De la mano de la Riki Riki Tave y Tulús se celebrará una nueva Fiesta Misteriosa en el Zaguán Sur, y se presentará por primera vez en la ciudad La Buena Violencia de la Mente, un trío correntino que cultiva lo mejor de las influencias progresivas de los setenta y combina a Spinetta y Pappo con las visiones mágicas del Nordeste argentino.

Luego de un par de años inactivos donde afloraron proyectos paralelos, La Buena Violencia se reagrupó con sus integrantes originales –Ale Marasso (voz y guitarra), Raúl Velásquez (bajo) y Guido Lovato (batería) – y con la energía renovada como si fuera la primera vez para tocar en todos los escenarios posibles. En noviembre del año pasado lanzaron su propio sello, Del Monte, publicaron un nuevo single, y quieren empezar a asomarse desde su ciudad natal hacia todo el mundo. Antes de su presentación en el ZAS en la Fiesta Misteriosa Vol. III, hablamos con Ale para adentrarnos en estos particulares senderos de la mente, lo que fue y lo que vendrá, y conocer qué pasa más allá de los límites de Buenos Aires, donde también hay gente haciendo ruido y generando espacios.

AZ: ¿De dónde viene el nombre de la banda? Me acuerdo que Spinetta había usado una expresión similar para referirse a la poesía de los Beatles, Artaud y Rimbaud.

A: ¡Totalmente! Es una mezcla de esas declaraciones de Luis junto con una coincidencia. En uno de nuestros primeros ensayos allá por el 2007 luego de terminar de tocar un tema que estábamos armando y que en ese momento no tenia nombre, Guido, apenas terminamos de tocar exclamó: “¡Qué buena violencia me produce ese tema!”. Estoy seguro que Guido no conocía las declaraciones de Luis, pero al escuchar eso yo asocié, y recordando las palabras de Luis yo asentí diciendo y completando: “¡Sí!, de la mente”. Desde entonces el tema pasó a llamarse “La buena violencia” y posteriormente decidimos ponerle a la banda La Buena Violencia de la Mente, como una forma de definir aquel estado emocional que nuestra música era capaz de despertar.

También hay que destacar que me era muy común leer poesía surrealista en aquellos días, recuerdo un poema: “Pregunta: ¿Qué es la violación? Respuesta: El amor de la velocidad”. De ahí saque titulo para el nuestro tema “El amor de la velocidad”, cuyo riff nace por mi admiración a Pappo’s Blues, y como un homenaje a Pappo que hacía poco tiempo había fallecido. De modo que las letras, los títulos y el nombre de la banda son un intento surreal de alguna forma.

AZ: el primer disco me contabas que ya les quedó viejo, y lo ven como una carta de presentación, un demo. Después grabaron el segundo pero no lo editaron y estuvieron un tiempo inactivos hasta que se volvieron a juntar. ¿Cómo definirías a la banda en este momento?

A: la banda en este momento es un trío de poder formado por los tres miembros fundadores del grupo. Retomamos los ensayos y recitales, un repertorio de temas de todas nuestras épocas, pero sobre todo de los dos primeros años de la banda. Estamos en nuestro mejor momento musicalmente, queremos tocar en todos los escenarios posibles, que la gente se entusiasme con lo que tenemos para cantar y tratar de ubicarnos en el mapa de la música. Luego veremos la posibilidad de regrabar los temas viejos o bien encarar algo nuevo. En estos días vamos a lanzar vía internet un tema nuevo, “Decoloración”, grabado en un ensayo, sin mucha producción es uno de los temas que compusimos al regreso.

AZ: llama la atención además del sonido que ustedes reconocen influenciado por el rock progresivo de los setenta que en las canciones se cuelan paisajes con mucha presencia de la naturaleza y misticismo ¿Qué aporta el Noroeste en esa mezcla de rock, blues y psicodelia?

A: el Noroeste, la Mesopotamia es un lugar mágico, lleno de paisajes que nos otorgan visiones descomunales de la existencia, la fauna y el ecosistema, el río Paraná, las cataratas del Iguazú y la gran extensión de los esteros del Iberá y monte verde se introducen lentamente en mi forma de componer letras y entender la música en general. El misticismo hoy lo entiendo como herencia directa de los ancestros guaraníes de nuestra región, había sido que ellos rendían mucho culto a las aves y desde allí generaban sus rituales más sagrados de ascensión. Es larga la historia de las composiciones de la BVM, te podría decir que las canciones de las últimas épocas ya representaban un poco más mi tendencia a componer fusión con el folklore (que después profundicé en la temática de Ale Marasso y los Camalotes, mi proyecto solista después de la separación de la BVM).

Ahora que volvimos a juntarnos, retomamos nuestro repertorio más rockero y me vuelvo a conectar con esas influencias setentonas (sic). Yo creo que un tema como “Caudal” es una de la formas que resultan genuinas de esta simbiosis entre de rock, psicodelia y paisaje autóctono: Hendrix + Chamamé desde lo rítmico y la canción se pregunta por la aguas del pasado, cuando no estaba Yaciretá, ni las ciudades portuarias sobre el Paraná, cuando estas aguas eran limpias, libres y transparentes:. “Quiero remontarme al caudal de tu misterio, para recordar la orillas del pasado, besadas por el agua transparente, besadas por el agua transparente”. A mi al menos me parece un buen aporte y genuino del rock correntino. Lamentablemente no grabamos todavía ese tema, pero lo vamos a estar tocando.

AZ: ¿Qué pueden contar de la movida de Corrientes?

A: Corrientes tiene muy poca movida de Rock y arte under en general. Hay mucho arte “tradicional” y “burocrático”, es decir museos históricos, museo de bellas artes, teatro, cantores de chamamé por doquier, pintores, escritores artesanos, algunos muy buenos. Pero no hay una fuerza under emergente unida que empuje. Está al menos es mi visión.

Considero que hay músicos excelentes, muy creativos y también buenos artistas. Pero en estos últimos años no hay mucha movida. Es una ciudad sin centros culturales fuertes y con apenas un solo Bar donde se rockea. Tenemos el Corrientes Rock que es un festival grande en el Anfiteartro Cocomarola que se hace una vez por año y en donde tocan bandas locales junto a bandas más mediáticas y profesionales. Hay muchos problemas con la municipalidad para tocar por las noches, no es un momento muy lindo para rockear acá. En Resistencia, Chaco, que esta a 20km hay más movida, más escenarios, nosotros vamos bastante allá.

AZ: en noviembre lanzaron su propio sello, Del Monte, ¿Cómo nació la idea? ¿Formar un sello, un colectivo de bandas, es una buena forma para poder generar una voz más fuerte desde el interior? ¿Hay en el futuro cercano un nuevo lanzamiento de La Buena Violencia de la Mente?

A: la idea del sello viene un poco después conocer Noseso Records y Mamboretá Recors entre otros. La idea es generar una voz más fuerte sí, de a poco. Este año vamos a publicar algunos discos y organizar recitales. Estamos dando los primeros pasos, tenemos mucho que aprender. Creo que nuestro primer paso sería armar un reducido catalogo de discos lanzados por el sello de artistas afines.

AZ: la fecha que se viene con la Riki y Tulús completaría el intercambio del año pasado, cuando la Riki, Gualicho Turbio y Fútbol estuvieron en Corrientes en el lanzamiento del sello y fue una causa común de Del Monte y Noseso Records ¿Cómo nació la relación y ese intercambio?

A: mi amigo Juanjo Harervack, cantor de la Riki Riki Tave, es realmente un ser luminoso, esta completamente loco y sabe lo que quiere. El tipo conoció el primer disco de la BVM una vez que estuvo en Formosa y alguien se lo pasó. A partir de ahí tuvimos la suerte que flasheó mal con nuestra música y se contactó con nosotros.

Pasaron dos años desde nuestra primera charla que se había dado justo en el momento en que BVM estaba disuelta allá por 2011. Siempre hubo buena onda y me pasó cosas de Noseso, a partir de entonces mi cabeza cambió muchísimo, conocí músicos increíbles como es el caso de Edu Herrera, los chicos de la Riki, Pali, Manuel, Walde, un bajista violento como Mati, un mago como Juanjo; conocí Gualicho Turbio que me voló la peluca con un negro blusero como Hernán; lo conocí a Zelmar Garín, sus discos, su poesía, su sabiduría, Ácido Canario.

Yo me identifico mucho con ellos, con cómo viven la música, cómo la hacen, la sienten y la piensan. Esta oportunidad de estar allá en Buenos Aires con ellos, volver a verlos y conocerlos mejor. Es para mí un orgullo, y estoy emocionado de escuchar Tulús en vivo. En Corrientes tengo amigos fanáticos de esa banda, que no podían creer que íbamos a tocar con ellos, ¿me entendés? Sinceramente espero que este vínculo vaya mucho más que este ida y vuelta. Ojalá ellos puedan venir de gira para la zona nuevamente, y que a su vez lentamente asomemos lo nuestro a la esa escena del under porteño.

AZ: ¿Qué podemos esperar de un show en vivo de la Buena Violencia de la Mente?

A: en primer lugar se trata de nuestro debut en Buenos Aires, me hablaron muy bien del ZAS, y hemos asumido la responsabilidad de ir a dar lo mejor de nosotros. Vamos a dar un show de 50 minutos en donde pensamos tocar temas de ese primer disco y de nuestra trunca ópera de rock La Saga de los Pájaros, y también los nuevos: “Caudal”, que es de la tercera generación de canciones nuestras y el single “Decoloración”. Vamos a tratar de hacerles sentir la Buena Violencia y conectarnos todos juntos con el misterio del momento.//z

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