En su EP debut Los Subterráneos (proyecto paralelo de Los Japón) homenajean a la ciudad que los vio crecer y nos cuentan historias a través de una maravillosa música.

Por Nahuel Ugazio

¿Cómo cerrar una obra maravillosa con apenas 5 canciones en 13 minutos? Ese bien podría ser el desafío que se plantearon Los Subterráneos a la hora de proyectar su primer material. Aunque en realidad, no creo que sea así, para nada. Su EP debut es producto de la fuerza, la urgencia, la frescura y las ganas de hacer algo, de ahí nace lo maravilloso de su sonido, de su composición y de su lírica. El concepto de “tener ganas” a veces queda subvalorado, pero sin dudas, de las “ganas”, de la intención, del nervio por sobre cualquier imposición está lo que posibilita que surjan grandes cosas, por más pequeñas que sean.

Los Subterráneos es un proyecto paralelo de algunos integrantes de Los Japón (Emiliano, Emilio, Marto), banda que supo dejarnos uno de los mejores discos de los últimos años (sí, para tanto), La Playa. Obviamente, al ser un proyecto paralelo, no deja de estar relacionado en muchos puntos. Tanto en vivo (donde Los Japón mutan en esta nueva banda) como en su sonido, no podemos dejar de relacionarlo con el disco de los Japón, por más que este EP tenga vuelo propio.

Los 5 temas que componen este EP, tienen una idea clara y concisa: ser libres, y buscar algo parecido a la estructura canción. Ya desde el arranque con “Estación de Tolosa” y las guitarras de sonido limpio que juegan entre sí, casi luchando contra el ritmo de la batería con un marcado estilo kraut. Pasan “Malditos y perdidos”, “Noche Especial”, “Galope” (de lo mejor de la producción) y con un aire más acústico cierra “Viaje al fin de la noche”. Ninguna de las canciones pasa de los 3 minutos, es inevitable escuchar el EP dos o tres veces seguidas en repeat.

Este conjunto de canciones comparten el mismo pulso. El sonido no varía demasiado, pero  cada canción es un mundo y es una historia, podríamos hablar de concepto general de la placa.

Los Subterráneos, tanto la banda como el EP, se puede leer en definitiva, como un homenaje a la ciudad que los vio crecer, La Plata. El nombre del grupo surge de la obsesión de sus integrantes por los túneles subterráneos de la ciudad, túneles que salieron a buscar, cual aventura extraordinaria, por distintos paisajes de la ciudad de las diagonales, como el bosque, la destilería y el rio. Según cuenta Marto, no hubo éxito en la exploración, aunque, hace poco y  casi por accidente, encontraron uno.

Esta historia bien podría relacionarse con la lírica de sus canciones, un repaso por personajes malditos y hermosos, paisajes, a veces realistas, a veces más oníricos, pero historias al fin.

Bueno es saber que en apenas unos meses, podremos tener este EP en edición física, y que, según palabras de Marto, se vendrá otro EP lo más rápido posible.

Mientras tanto, aquí seguimos dando repeat a este debut, cerrando los ojos, e imaginando estar con amigos, buscando túneles por La Plata.