Jason Simon, cantante de Dead Meadow, toma distancia del furor por la nueva psicodelia y recuerda sus inicios junto a bandas como Fugazi.

Por Gabriel Feldman

Para unos pibes de DC, rodeado de punks a mediados de los ’90, la mejor forma de llamar la atención en la escena fue sumergirse en los discos de Led Zeppelin, Sabbath y 13th Floor Elevators, y empezar a tocar canciones de diez minutos llenas de solos larguísimos y riffs pesados. Así nació Dead Meadow con Jason Simon en guitarra y voz, Steve Kille en bajo y Mark Laughlin en batería. Con el tiempo se mudaron al Estado Dorado de California, donde había una movida “psicodélica” más establecida, trocando los enormes bosques por las playas y el desierto.

Después de dieciocho años, con idas y vueltas, Laughlin dejando para recibirse de abogado, desde el 2010 retomaron con la formación original y sacaron Three Kings, DVD en vivo con destellos de ficción esotérica tipo Page en La canción sigue siendo la misma, y Warbie Womb (2013), disco de estudio donde retoman el costado melancólico campestre que Jason había despachado en sus canciones solistas.

Antes de su presentación en el marco del Concrete Jams, Simon responde algunas preguntas sobre los inicios de la banda, la influencia del misterio, y da cuenta de su melomanía.

dead meadow flyer

AZ: ¿Cómo fueron sus inicios en DC? ¿Cómo se llevaban con la escena punk de la ciudad? 

Jason: Todos nosotros crecimos escuchando el punk de DC. Hay tantas bandas que salieron de ahí: Fugazi, Rites of Spring, Circus Lupus, The Nation of Ulysses, por nombrar algunas. Steve y yo tocamos en algunas bandas de punk y postpunk de más chicos.

Éramos dos pendejos stoners, y en 1998 o 99 sentimos que había que hacer algo completamente diferente. Algo más expansivo, más relajado que el postpunk filoso que había a nuestro alrededor. Queríamos llamar la atención sobre bandas como Led Zeppelin o Black Sabbath sin ser metal o sonar como una banda tributo. Lo más punk que podíamos hacer era tocar canciones de diez minutos llenas de solos larguísimos y riffs bien pesados. Queríamos sorprender, asustar. No había bandas iguales a nosotros. Tocábamos con bandas stoner como Spirit Caravan y otras como Fugazi y The Make-up.

AZ: Su primer disco fue editado por el sello de Joe Lally, ¿Cómo lo conocieron?

J: La movida en DC era muy pequeña y los Fugazi venían a nuestros primeros shows. Creo que Ian McKaye le contó de nosotros a Joe, sabiendo que le gustaríamos y que nos podría sumar al sello que estaba armando en ese momento. Joe creció con los chicos de The Obsessed y siempre le gustaron las melodías pesadas. Es un gran tipo, y nos ayudó un montón en los primeros años. Todos los Fugazi nos ayudaron y nos hacían tocar con ellos en nuestros primeros shows.

AZ: ¿Antes de empezar con la banda tenían otros planes? ¿Iban a estudiar alguna carrera en la universidad?

J: Mark y yo estábamos en la universidad cuando empezó la banda. Tengo una licenciatura en Estudios Religiosos pero siempre supe que lo mío era hacer música. No había otra opción realmente, aquellos que han tocado durante toda su vida saben a lo que me refiero.

AZ: ¿Se acuerdan cuales fueron los discos que les volaron la cabeza y los hizo dedicidir tocar esta clase de rock psicodelico?

J: Cuando empezamos escuchábamos los clásicos: Led Zeppelin, Black Sabbath, Jimi Hendrix, The Pretty Things, T. Rex, la etapa psicodélica de los Beatles y de los Stones, y por supuesto The 13th Floor Elevators, especialmente Easter everywhere y Bull of the Woods. Personalmente, un disco que me inspiró mucho fue El señor de los anillos, de Bo Hannson, que usa unas escalas muy cool. Mucha música hindú también: Ali Akbar Khan es mi onda.

Cory Shane, que después se unió a la banda para el disco Feathers, tenía una gran colección de vhs de Jimi Hendrix en vivo –todo esto, pre DVDs y Youtube- y pasábamos mucho tiempo mirándolos y estudiándolos.

AZ: Especificamente en su DVD, mientras tocan, se cuelan imágenes de un viaje, de magos, de chamanes, los tatwass todo muy esotérico, ¿Por qué piensan que hay tanta relación entre su música y la fantasía, magia? ¿Después de tantos años, no está un poco gastada esa dependencia?

J: El DVD de Three Kings fue un proyecto muy divertido. Grabamos el show final de la gira de Old Growth y después nos enteramos de que había sido grabado también por otras tres cámaras, y nos hicimos amigos de los chicos que lo grabaron. Era la época de la recesión en Estados Unidos y de repente nadie tenía trabajo. De pronto, nos encontramos todos con mucho tiempo libre y el proyecto fue creciendo y creciendo. Pensamos que era buena idea hacer una película del concierto al estilo de los ’70, como The Song Remains The Same.

Las imágenes en la película buscaban estimular la imaginación del espectador. Las tres figuras encapuchadas podían ser Dioses en silencio mirando nuestro mundo, podían ser representaciones de nuestro ser superior en el viaje que es nuestra vida, o las múltiples capas de nuestra alma. Vivo para el misterio y el misterio explicado pierde su poder. Lo mismo ocurre con las letras: paso mucho tiempo creándolas para que evoquen ciertos sentimientos e ideas. Me inhibo cuando me preguntan qué significan mis canciones. Un poema explicado no tiene más poder ni misterio.

AZ: En este último tiempo hubo una explosión muy grande de bandas que recuperan el sonido psicodélico, ¿Cómo lo ven ustedes? ¿Les gusta el estatus de “banda de culto”?

J: Me parece que está bien. Lo que sí creo es que hay muchas bandas nuevas que la gente llama psicodélicas y que entran en ese rótulo de nueva psicodelia para mí no buscan expandir la mente o no son lo que yo llamaría psicodélicas. Eso no significa que no haya psicodelia de la buena, aunque no estoy siguiendo mucho a las nuevas bandas. Hoy en día los que me hacen viajar son Sun Ra, Pharaoh Sanders, Lee Perry, Yabby You, Eric Dolphy, y gente como Clarence Ashby y Doc Boggs, que tocan el banjo de la vieja escuela. He estado escuchando mucho a Staples Singers en estos días… eso sí que es pesado.

Estamos muy agradecidos por que la gente de todo el mundo responda tan bien a la música que hacemos. Muchas bandas, autores o cineastas que admiro son figuras “de culto”, asi que creo que está bien que la banda entre en esa categoría. Además: ¿A quién le puede gustar ir por el camino del medio? Nosotros preferimos tomar el camino menos transitado.

AZ: Radio Moscow ya vino a la Argentina y lo van a hacer por primera vez, ¿Cuáles son sus expectativas?

J: Tocamos en muchos festivales junto a Radio Moscow, pero no pasamos mucho tiempo juntos. Pero tenemos muchas ganas de estar ahí y disfrutar de la gente y de la ciudad de Buenos Aires.

AZ: Pregunta del capitulo de The Wire: Dead Meadow? What the hell was wrong with The Ramones?”

J: me tengo que poner del lado de McNulty y decir que no hay nada de malo con los Ramones. The Wire es sin dudas uno de los mejores shows de televisión de la historia y es honor para nosotros ser parte de ello. De hecho, aparecemos en un episodio anterior, de la tercera temporada: dos chicos blancos van a comprar drogas y en un auto empieza a sonar “At her open door”, del disco Feathers. Bastante apropiado, no?//∆z