The Firm, la serie de televisión basada en el libro del escritor de novelas-thriller John Grisham y que tuvo una excelente versión cinematográfica dirigida por Sydney Pollack en 1993, no tendrá una segunda temporada por sus bajas audiencias.

Por Luis García Fanlo

Los llamados “dramas legales” son uno de los géneros más característicos, junto las historias de médicos y policías, de la ficción cinematográfica y televisiva. De “Perry Mason” a “Boston Legal” pasando por “Damages”, este tipo de historias inauguraron la industria de las series de televisión e incluso establecieron un formato típico y característico: las series “de procedimientos”. The Firm no es una típica serie “de procedimientos” ya que si bien los tiene, cada episodio presenta un caso legal que hay que resolver, están subordinados al desarrollo de una diégesis principal que es, finalmente, el eje conceptual y narrativo de la historia. Y esa historia es la del abogado defensor de oficio Mitch McDeere (Josh Lucas) un idealista que cree en el sistema legal norteamericano y que al aceptar un caso aparentemente intrascendente se ve envuelto en una conspiración de la que participan una corporación de seguros y otra de abogados.

The Firm es una excelente serie con una original estructura narrativa, que tiene suspenso, intriga, conspiraciones, y además despliega un discurso ético que pone en cuestión al sistema judicial norteamericano mostrando no solo su falta de independencia sino también que forma parte, junto al poder económico y político, de una red de corrupción y administración de ilegalismos. A pesar de esto, y a tan solo diez episodios de su estreno, las bajas audiencias –en el rango comercial de 18-49 años- ya han dado su veredicto y, lamentablemente, no tendrá segunda temporada.//z

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