Las hermanas franco-americanas regresan al país en noviembre para presentar Tales of a Grass Widow, su más reciente trabajo. Enigmáticas como experimentales, se suman a la lista de espectáculos fuera de lo común que valen la pena presenciar.
Por Estefanía Lestanquet
Cuando en 2007 las hermanas Casady llegaron al Club Ciudad de Buenos Aires para formar parte de una obsoleta grilla del masticable festival Personal Fest, las condiciones no eran las mejores: la luna no estaba ni cerca, los invitados tardaban en aparecer y las (pocas) personas esperándolas se encontraban en disconformidad absoluta por falta de atención a estos dos talentos freak-folk. Contra todo pronóstico, maravillaron a los entendidos y a los curiosos con una decena de canciones con tintes melanco-franceses y sonidos del más allá.
Este año habrá revancha (no el 5 de noviembre pero casi), Coco y Rosie -así las apodó su madre- se presentarán como únicas protagonistas los días 16 y 17 de noviembre en Mendoza y Buenos Aires respectivamente.
En el Espacio Le Parc de la capital del vino y en Niceto Club para los porteños, CocoRosie le sacará jugo a Tales of a Grass Widow (2013), sucesor del alocado Grey Oceans (2010). Estas dos mujeres amantes de una estética grotesca esconden en sus canciones las batallas familiares dignas de una novela de García Márquez, por las que estuvieron separadas por años y por las que se reencontraron en 2003 para darle vida a una de las bandas femeninas más destacables de este milenio.
Las entradas para este viaje intergaláctico ya están a la venta y a un precio de 200 pesos vía Ticketek. Los que aún no las conocen podrían empezar escuchando cualquiera de sus cinco tan deformes como admirables trabajos discográficos.
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