Boom Boom Kid: 10 canciones
Pauta Agosto 2021

A veinte años de Okey Dokey, su debut como solista, una selección de temas de uno de los artistas más peculiares de la escena independiente. Con sinceridad y distorsión, toda niño sensible sabrá de qué estamos hablando.

Por Pablo Díaz Marenghi y Gonzalo Penas

 Fin de siglo. El año 2000, como todo comienzo, venía cargado de sueños y esperanzas. Sobre todo, auguraba un mundo lleno de futuro. Esas revistas de la década del sesenta que fantaseaban con autos voladores y sirvientes robots parecían estar a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no todo fue así. Ni mucho menos. El nuevo milenio estalló, no en sentido metafórico, en la Argentina con el denominado “Argentinazo”, la crisis del 2001 y uno de los presidentes más inefables de nuestra historia eyectado, de nuevo no en sentido metafórico, en un helicóptero de la Casa Rosada.

Como suele ocurrir, los territorios más subterráneos de la contracultura, que ya se encontraban vociferando en contra de todas estas pálidas hace ya tiempo, seguían activos y en ebullición. Carlos Rodríguez ya no se llamaba Nekro, como en los tiempos que lo tuvieron al frente de Fun People. El cambio de época le trajo, también, un cambio de nombre e identidad aunque no de esencia. Nacía Boom Boom Kid que con el disco Okey Dokey (2001) inaugura una carrera solista que ya lleva veinte años de manera ininterrumpida. Una notable cantidad de discos, singles y fanzines sumado a libros, DVDs, merchandising, memorabilia variopinta y una infinidad de shows colocaron a BBK como un referente dentro del under nacional e internacional. Ya que, al igual que en la década anterior, siguió girando por el mundo desde EE.UU a Japón.

En ArteZeta elegimos diez canciones que permiten trazar apenas un muestrario del universo boomboomkiano: mensajes de esperanza sin caretas, amor por la naturaleza y el bien común y alaridos de disconformidad ante la injusticia social sin necesidad del panfleto subrayado.

  “My Smiling Fragile Heart” (Okey Dokey, 2001)

Track cinco de Okey Dokey (2001), esta canción es un ejemplo del cambio de rumbo que tomaría BBK en el nuevo milenio al frente de su proyecto solista. No sería un volantazo sino, más bien, un reajuste sutil y coherente al recorrido que venía trazando desde comienzos de los noventa. En cuanto a lo sonoro, se nota que “baja un cambio” alejándose con levedad del hardcore más crudo para coquetear con otro subgénero afín como lo era el skate punk y el punk californiano. Aquí todo se estructura sobre un sencillo riff de guitarra y la letra es, como de costumbre, una primera persona testimonial que pide por favor que su ser amado entienda su silencio y su reclusión debido a que no quiere herirlo. Por supuesto que en los shows en vivo todo se acelera varios tiempos y marca uno de los puntos fuertes de los conciertos con pogos frenéticos que, en tiempos pandémicos, se extrañan cada vez más. Pablo Díaz Marenghi

 “She Runaway”, (Smiles From Chapanoland, 2004)

Guitarras abiertas y vertiginosas que disparan una invitación a perderse andando en skate, masticando chicle y dejándose embriagar por el olor a pasto recién cortado en verano. Algo de eso aparece en este tema, uno de los hits del disco, partido al medio por un pequeño solo de viola, que se volvió un clásico de los gigs en vivo. En una combinación ambigua fiel al sello de los Smiths (música y ritmo alegre, letra melancólica y angustiante) Nekro cuenta la historia de una chica joven que queda embaraza y decidió salir corriendo, escapar de aquí porque se cansó de los prejuicios que la rodeaban por ser madre joven. “Querías ser madre / una de verdad” castellaniza el blondo frontman en algo habitual de su estilo: pasar del inglés al español sin previo aviso. Es un ejemplo clásico de como BBK supo poner en melodías y palabras el descontento, la insatisfacción y la duda juvenil y adolescente. Algo que, incluso, atraviesa edades y momentos. Es una de esas canciones que dice mucho más de lo que canta. Pablo Díaz Marenghi

“I do” (Okey Dokey, 2001)

Junto a la despedida que significó la salida de Angustia no, no (Fun People, 2000) podíamos conocer – a su vez- la continuación, el nuevo proyecto, el nuevo camino que tomaría Carlos Rodríguez, ex Nekro, a partir de ahora Boom Boom Kid (BBK), con la llegada del nuevo milenio. Un simple (algo que no se observaba hacía años y menos aún en formato CD) acompañaba al último trabajo de Funpi con dos canciones ¿en formato solista? del cantante de la banda: “I do” y “Abrazame”. La primera enseguida se convirtió en hit y para la salida del disco debut de BBK contó con un videoclip vintage y una presentación especial en Much Music.  Una canción que narra las idas y vueltas de una pareja que debe prometerse dejar las adicciones  de lado (‘’las drogas’’ nos dice la canción original pero el término a lo largo de los años ha ido cambiando en sus versiones en vivo por fotolog, facebook, redes sociales) porque van a tener una nena. La ternura de las canciones sensibles que conocíamos de Nekro se transformaban en esta obra que a través de los años sería un himno para adolescentes y jóvenes. Gonzalo Penas

“Es Duro Ser una Chica en Cualquier Lugar”  (Smiles From Chapanoland, 2004)

Smiles from Chapanoland es, tal vez, el mejor disco de Boom Boom Kid. 21 canciones en donde se recorren las principales obsesiones, anhelos, deseos y miedos de Carlos Rodríguez. El amor, la muerte, la ternura, la nostalgia y la melancolía reposan sobre un campo de flores compuestas de electricidad y vértigo hardcorepunk. BBK abraza la polirritmia que algunos fans de los noventa veían con algo de desconfianza o no entendían pero que, con el tiempo, se irían relajando y dejándose llevar por un pogo que oscilaba entre el abrazo, el sonido gutural y la imitación del ronroneo de un gato. En este caso, una melodía simple, casi un mid-tempo algo más veloz, donde Nekro transforma en verso una realidad que no era tan cantada en aquel entonces: “Es duro ser una chica en la gran ciudad”. Con pocos trazos, pinta una situación que, lamentablemente, aún se repite más allá de que se vivan tiempos de necesarias deconstrucciones y reivindicación feminista: “cientos de personas en un tren por la mañana / decenas de personas por la noche en colectivo  / volver a casa difícil situación / en cualquier lugar si tu look es femenino”. Pablo Díaz Marenghi

“Perfume de vos” (Smiles from Chapanoland, 2004)

Los aromas y las fragancias como recuerdos que traen a una persona al mismísimo presente no es algo que sea una novedad en las letras de canciones pero si esto viene acompañado con acordes punks y distorsión ahí sí hacen una pieza única, sensible y sincera. Sin perder la impronta del Kid, la canción cuenta la historia de una persona que guarda en su pullover el perfume de un amor que está preso -porque se lo llevó la cana- pero lejos de la tristeza que esto pueda generar en ningún momento se deja de cantar al amor. ‘’Si me vuelves a abrazar, mañana estaré mejor’’ culmina cantando a los gritos BBK en una de las canciones que se transformaron en esos hits inoxidables de toda su trayectoria solista. Gonzalo Penas

“Razones” (The many, many moods of Boom Boom Kid, 2005)

Si Fun People siempre fue una banda que se caracterizó por mantener el espíritu con humor aún en un país donde no siempre abundaba la luz del sol, BBK llevará esta idea a lugares más altos (poética y musicalmente hablando). Lejos de las canciones que existían en el rock local -mainstream, alternativo o indie- con historias que giraban alrededor de excesos o como odas al suicidio, la letra de este tema grita que es tiempo de parar y, como en las mejores épocas de Fun People, hace un llamado a la vida. “Razones” -que recién sería editada en el tercer disco de BBK pero que era interpretada en vivo desde los primeros shows de la banda en Cemento, en el Mocambo de Haedo o en El Borde de Temperley- grita en los oídos que tenemos muchas razones por las cuales seguir viviendo y que quitarse la vida nunca es la solución. Gonzalo Penas

“Balada de un Original Deficiente” (Espontáneos Minutos De 2×2 Es 16 Odas Al Dada Tunes, 2007). “La masa es triste y tu lo serás también, no te mediques tu no estas loco / Tu buscas algo de verdad que te conmueva” canta  Carlos Rodríguez en otra letra que invita a levantar el estado de anímo, a fortalecer el espíritu pero sin bajadas de línea subrayadas y pobres. Con sinceridad y distorsión. De la mano de una guitarra eléctrica que va punteando los acordes en quintas y una guitarra latosa que va estallando, esta canción repite un leitmotiv boomboomkiano que podría resumirse como: “Canciones para darle pelea a la soledad y el desánimo dirigidas a quienes se sienten socialmente incomprendidos”. Pablo Díaz Marenghi  “A chance to shine” (Wasabi, 2007)

Otra de las canciones que tienen varias versiones (en inglés, en castellano, una más furiosa, la otra más melódica y que cuenta con un video que muy pocos recuerdan) pero que en cuanto a la letras significa una marca registrada y quizás, completamente desapercibida, en la discografía del Kid. Este tema que aparece al comienzo de un disco que fue lanzado como de sorpresa a comienzos del 2007 -junto a los Gummy Bears, la banda con la que tocó en enero y febrero de ese año durante la gira por EEUU- tiene mucho de la época final de Fun People: una letra que habla de ver los colores del mundo, no dejarse caer cuando el bajón toca tu puerta (¿recuerdan?: ¡Angustia no, no!) y a ritmo pausado entre los acordes en quinta y la distorsión al mango. Una perlita que bien vale el recuerdo como uno de los grandes temas de BBK, que no suele tener mucho espacio en los shows pero que sí lo tiene entre los fans de la banda. Gonzalo Penas

 “Lo Único Feo Es No Tener Porque Vivir”, (Frisbee, 2009)

Títulos largos que podrían ser grafittis existenciales o aforismos. Esa podría ser otra categoría de canciones de BBK. Hay varias así. Una de las más recientes es “Lo Único Feo…”, canción que a fuerza de velocidad y potencia, con una letra introspectiva que también interpela a la persona que escucha y la invita a una reflexión profunda sobre su humanidad. ¿Qué nos hace humanos? ¿Dónde está el límite? BBK da su respuesta, tómala o déjala: “Si puedes abrazar, gritar y sonreír, aún, tú haces falta aquí”. Pablo Díaz Marenghi

“Dulce de Leche” (El disco del verano, 2018)

En tiempos de amores efímeros, espúreos y completamente vinculados a los diarios de relaciones sexoafectivas en la que se han transformado las redes sociales (vía las apps de ‘’citas’’), esta canción va a contramano de tanta posmodernidad y le canta a otra persona -sin pausa y con prisa- que no hace otra cosa que pensar en ella, que se entrega en cuerpo y alma a ese amor. Por supuesto que hoy veríamos deambular por muros y timelines las capturas de pantalla del protagonista de esta canción mientras propios y ajenos se mofan del ‘’mensaje buque’’ (como le gusta decir a falsos centennials o, dicho en criollo, los progres de redes sociales de siempre) pero a lo largo de la letra aparecen preguntas que son centrales para entenderla: ‘’¿cuándo dejarás de apostar a relaciones con personas con las que no tenías que estar? / ¿cuándo empezarás a cuidarte más y pensar menos en algo fugaz?’’ y remata con la certera frase: ‘’el amor no se fuerza, te encuentra’’. Vivan por siempre estas declaraciones de amor -aún en pleno siglo XXI- que tan bien, tan dulce y tan sensible, Boom Boom Kid supo narrar y cantar en esta bellísima canción. Gonzalo Penas