Nuevo grito de guerra de los Die Toten Hosen que vuelven al campo de batalla con un disco digno de halagar. Desplegando todo su potencial y versatilidad, siguen defendiendo la sana tradición de levantar el estandarte de hacer música de calidad y con arreglos de excelencia sin perder esa característica Punk que les dio reconocimiento mundial y que las hace una de las bandas del género más reconocidas de todos los tiempos de la vieja Europa Continental.
Por Mauro D’Angelo
Ballast der Republik es el nombre del nuevo disco de los Hosen que tras dos años de gestación, finalmente salió a la venta en mayo en el Viejo Continente y un tiempo después llegó a tierras criollas. A modo de celebración los teutones nos brindan como motivo de sus treinta años en la escena, una producción doble que consta en su primera parte de dieciséis canciones de autoría propia con colaboraciones y quince covers la mitad restante. Una vez más como las anteriores obras, este disco fue producido por Vincent Sorg, quien acompaña a la banda desde el 2007. El trabajo se caracteriza por no ser monotemático tanto en sus líricas como en su composición musical, pero mantiene ese vigor que le da carácter identitario a los DTH; se podría decir que se trata a grosso modo de un eclecticismo de parámetros bien demarcados. No es un disco de Punk ortodoxo ya que posee temas no tan veloces y/o agresivos, sin embargo un cierto temple se repite y eso remite a los cráneos alineados de estos muchachos que, además, encuentran en Sorg un consultor y consejero que ayuda a la causa.
Hablando propiamente de lo musical el álbum nº 1, arranca con una introducción aguda que entre ladridos de perros, guitarras distorsionadas y unos finos arreglos de cuerdas -todos prolijamente acoplados- van ganando en intensidad y preparando un terreno lúgubre. Genera la atmósfera adecuada para dar inicio al tema que lleva el nombre del disco. Con una fuerza inconmensurable rompe con el clima creado, para volverlo una inmensa tempestad sonora que lleva a -como poco- agitarla en donde estés. El primer corte de difusión del disco llamado “Tage wie diese” merece un capítulo aparte y es sin dudas el himno del disco. Un tanto nostálgico, un tanto triste, pero con esa mística que da la sensación y las ganas de abrazar a quien tengas al lado tuyo, levantar tu vaso de cerveza, brindar y festejar “por días como estos”.
El disco, fiel al estilo Hosen, posee varios pasajes que nos dan la posibilidad de gritar y poner nuestras cuerdas vocales a la par de las suyas, o a la de sus guitarras como es el caso de “Oberhausen”, o también saltar al unísono con las bases secas de la batería de Vom, como es el caso de “Zwei drittel Liebe”. “Schade, wie kann das passieren?” combina las tres mociones mencionadas anteriormente siendo una de las canciones más divertidas.
Los temas un tanto “raros”, si se quiere, para lo que nos tiene acostumbrados el universo H son “Reiß dich los” con una impronta media arábiga desde lo musical; “Europa”, canción de corte melancólico que consigna la situación de quienes se escaparon de África hacia Europa, todo encuadrado en un ritmo cansino donde toma preponderancia el piano y la batería. Por su parte “Draußen vor der Tür” (con un acompañamiento musical de una guitarra solista pero contundente) y “Das ist der Moment”, hablan sobre la relación padre/hijo e hijo/padre, composición en manos de Campino. Puntos muy altos del disco sobre todo el primero. “Alles hat seinen Grund” es un tema lento, denso en el buen sentido, con melodías de guitarras que reposan sobre un colchón propiciado nuevamente por cuerdas y pianos, además del bajo y la bata.
Los temas con más fuerza (además del ya mencionado “Ballast der Republik”), con guitarras firmes y la garraspera rabiosa de Campa al frente son “Traurig einen Sommer lang” (homenajeando a su manera) a músicos desaparecidos como Morrison o Michael Jackson, “Drei Worte”, y el último tema denominado “Vogelfrei” que, siguiendo la misma línea, culmina la obra retomando un fragmento de la intro transformándolo en outro o coda. El ladrido del perro que anuncia el final trata de espantarnos, algo poco probable ya que es una obra que vale la pena escuchar una y otra vez.
El 2º disco llamado Die Geister, die wir riefen, contiene covers de diversos autores como ser aquellos compañeros de ruta en sus primeros tiempos en Düsseldorf allá por 1982 como Male, S.Y.P.H o Mittagspause entre otros. Las reversiones más conocidas y que despiertan alguna que otra sonrisa son “Das Model” de Kraftwerk o “Rock me Amadeus” de Falco, por ser llevadas al extremo y darles un giro de actitud opuesto al original. Por otro lado, también llevaron a cabo la musicalización de poemas de Hermann Hesse “En la niebla” y “Las voces de la fosa común” de Erich Kästner. Cierra al mismo “Lasset uns singen”, un tema muy festivo ideal para sellar la segunda entrega.
“Los Impotentes” siempre se caracterizaron por hacer estructuras musicales simples, pero altamente afectivas/efectivas que se puedan corear, convirtiéndolas en sumamente contagiosas. Este disco (precisamente el nº1) en varios espacios no escapa a esta lógica, pero tiene como gran acierto el de implementar detalles que vuelven a la obra más completa. Una mezcla muy bien lograda de reviente distorsionado y sensibles pinceladas.
La fecha ya está pactada para volver a la tierra que ellos mismos han proclamado como “su segunda patria”. El aniversario de los treinta trajo un gran material que pinta de cuerpo entero un presente de excelente nivel y para que la espera no sea tan terrible, despuntemos el vicio y suavicemos la ansiedad escuchando este discazo.
Zum Geburstag und ein langes Leben Die Toten Hosen!!!//∆z
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