Desde Texas, donde sólo imaginábamos cowboys valientes en sus caballos, con sus botas atosigadas por el clima, llega YALL, dos amigos que se juntaron a tocar y hacer ruido.

Por Gabriel Feldman

YALL, oriundos de Austin y Denton, Texas, es un dúo conformado por Travis Franklin en guitarra y Andy Richardson en batería. Sí, un dúo: guitarra y batería. Los dos son amigos desde la escuela primaria, tienen diecinueve años y se conocieron en primer grado. Pasó la primaria y vino la secundaria y bueno, finalmente se juntaron a hacer ruido. A la larga, vieron que iba saliendo algo copado. Formaron la banda el año pasado e hicieron algunos shows. Entre los estudios y mudanzas pudieron hacer que el proyecto continuara y el resultado de sus esfuerzos es su primer EP titulado Drink From Between Our Hair. Siete canciones sin tregua para el oído perezoso.

En cuanto a lo estrictamente musical, YALL puede ser clasificado de muchas maneras: “Math Rock”, “Progresivo”, “Noise”, y de muchas maneras más si uno tiene la capacidad de unir palabras y encontrarlas reflejadas en la música (habilidad cotizada en bolsa y un trabajo muy bien remunerado en algunas partes del mundo, el famoso “Categorizador de Música”). En fin, YALL es todo eso y algo más. Para pintar un poco mejor el panorama: sí, sus canciones, a pesar de ser sólo guitarra y batería, alcanzan un grado de complejidad alto. Sí, en sus canciones nos vamos a encontrar con cortes abruptos y cambios de ritmos. Sí, hay efectos de guitarra galácticos. Sí, la batería de Richardson es un tanque que te pasa por arriba. Sí, nos van a llevar por donde quieren: desde el simple rock amistoso y amigable, haciendo escala en la desprolijidad propia del garage, subiendo más el volumen con aproximaciones más hardcore y metaleras, hasta llegar a los campos fértiles de lo progresivo, en donde todo puede pasar.

Por eso es difícil encasillarlos, ¿te alcanza?, y es que cubren un gran terreno. Desprolijidad-sutileza, tranquilidad-pesadez, versatilidad y crudeza. Una amplia gama para el caballero o la dama exigente. Eso sí, no cantan. Lo más cercano al canto son algunos gritos o coros que se escuchan en alguna de las canciones, como para enfatizar cierta emotividad; como una catarsis más o menos. Y ya desde la primera canción, “Banded to write noises”, esto queda bastante claro cuando entre la guitarra y la batería surge un coro que se escucha lejano, aunque no lo suficiente como para pasar desapercibido ¡Para colmo en japonés! El cantito (entre enfermo y bizarro) se te queda dando vueltas. <<Hospital. Sí, lobotomía por favor…gracias >>.  Contundencia.

YALL forma parte de Trembleface/Sanddagger, un sello que deja todo su catálogo digital para la distribución gratuita; así que podés bajarte el disco sin costo alguno desde la página web del sello, sin represalias de la justicia, ni de Dios. Un click, mediafire y listo, derechito al reproductor. Eso sí. va a estar complicado googlearlos a menos que seas específico: YALL, en el “lunfardo norteamericano” – con muchas comillas – (Y’ALL), es lo mismo que decir “You All” (“todos ustedes”), por lo que escribir “yall” en la barra de búsqueda así solo es como buscar una aguja en un pajar. Van a saltar resultados de todo tipo, sobre todo gramaticales.//z

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