Una ola de canciones pop invade la ciudad con letras y melodías que rescatan la Buenos Aires de Bioy Casares y las ganas de hacer música por amor al arte.

Por Martín Barraco

Nada de Belle and Sebastián, ni Zooey Deschanel cantando villancicos en She & Him. No, no acepte imitaciones foráneas. Mariano Gilmore y Belén Arroyo nos regalan un puñado de canciones para caminar por la ciudad y fundirse con el paisaje urbano. “Nos conocimos en la facultad, estudiando Historia del Arte. Se dio la casualidad que los dos llegábamos temprano y nos poníamos a hablar. Ahora, hace más de 4 años que estamos juntos”, cuenta Belle, quien hace los coros y algo de percusión. “Nunca nos propusimos hacer música. Fuimos grabando espontáneamente y cuando nos dimos cuenta, teníamos un disco”, confiesa Mariano (guitarra y voz), y agrega: “Cuando tuvimos que ponerle un nombre a eso, que era algo tan nuestro, tan cotidiano, no había mejor que nuestros nombres. Belén siempre fue Belle para todos nuestros amigos y así que quedó Mariano Gilmore & Belle”.

AZ: ¿Cómo se iniciaron cada uno en la música?

Mariano: cuando tenía 15 años, me pase un año tocando arriba de discos de Los Beatles, The Who, Clash y el rock de acá de los 60´s… y así aprendí.

Belle: yo me inicié con Una catarata!!!! Siempre me gustó mucho la música, pero nunca se me había ocurrido hacer algo. Mi formación viene de las artes visuales, pero siempre me gustó cantar. Y como las canciones se fueron dando de manera tan espontánea, cuando me quise dar cuenta ya habíamos grabado un disco.

AZ: cuéntennos un poco del concepto detrás de Una Catarata de Caramelos. ¿Qué relación guarda el nombre del disco con las canciones?

B: si bien al principio no teníamos la idea de hacer un disco, cuando nos dimos cuenta que era inevitable, quisimos hacer algo en donde volcar todos nuestros intereses. De ahí surgió la idea del Disco-Objeto: 500 copias hechas a mano, firmadas y seriadas. Que contengan música, fotos, textos.

M: ¡Algo así como una polaroid de quienes somos! Ese fue el concepto. Además, para nosotros es muy importante sostener la idea del objeto. Pero como Una catarata… no es un disco convencional, queríamos ir un poco más lejos, llegar a lo más parecido a un objeto artístico. Las canciones tienen algo muy desfachatado, son frescas y rápidas. Una catarata es algo casi indetenible y nos encantó la idea de invadir con caramelos la ciudad, que serían las canciones en este caso.

AZ: ¿Cuál es su canción favorita del disco?

B: “La chica ochentosa” me encanta, pero el estribillo de “Navidad” y “El Baile” me parecen tremendas.

M: yo disfruto mucho de tocar “Turismo por la cuidad” y “El Baile” en vivo. También la letra de “Antes de tomar tu taza de café” es para mí lo mejor que hayamos escrito. Pero creo que Una catarata de caramelos sintetiza esa cosa desfachatada y fresca que está en todo el disco.

AZ: El disco está dedicado a Bioy Casares. ¿Qué representa él en sus vidas y particularmente en la creación de Una Catarata…?

M: Bioy nos acompañó en ese año en que estábamos componiendo. No fue premeditado, fuimos consiguiendo sus textos, hablábamos mucho entre nosotros de lo que él propone, de la ciudad, de ese lenguaje tan cotidiano y elegante.

AZ: además hay muchas menciones de calles porteñas, como una revalorización de lo cotidiano, algo que quizás la música en general parece haber olvidado… ¿Lo sienten así?

B: TOTALMENTE! Amamos Buenos Aires y como todo lo que amamos, no podía no ser parte del disco. Por eso, Bioy estuvo tan presente. También nos influencia mucho escuchar a  Moris o al Polaco Goyeneche, que no solo hablan de eso, sino que te lo hacen vivir.

AZ: volviendo sobre la idea de revalorizar lo cotidiano, ocurre lo mismo con el concepto Disco-Objeto: es el artista quien coloca a la música y particularmente a sus discos como obra de arte. ¿Piensan que ese puede ser un recurso del artista para cuidar su arte ante un mercado musical/discográfico en retroceso?

M: nos encanta la idea de que surjan nuevas cosas, que la gente experimente, pero tiene que ser por una búsqueda personal y natural. El disco lo hicimos porque queríamos, esa es la única manera de que te salgan cosas verdaderas y realmente desinteresadas. Nada más alejado a nosotros que el mercado. El disco no tuvo esa pretensión. Olvidarse del mercado es lo mejor que puede hacer cualquier artista.

El video. “Una catarata de caramelos” es el cierre que dan Mariano & Belle a esta etapa que marcó la grabación del disco que lleva el mismo nombre. Belle lo explica mucho mejor: “La idea para el nuevo video salió de una charla con Cata León, que además de ser una increíble artista, es nuestra amiga. Hablando con ella del concepto de la catarata, surgió la idea de invadir la ciudad con globos. De invadir la ciudad con algo simple y bello; Con todo lo que es la catarata. Tomamos los globos como una síntesis de eso e invadimos el rosedal”.//z

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