La música instrumental tiene voz propia en este grupo surgido en la Patagonia, que vuelve a reunirse para hacer ruido en La Plata

Por Martín Barraco

La llegada de esta ola de frío polar me recordó de esta pequeña entrevista por mail que mantuve con el grupo de rock instrumental La Gran Pérdida de Energía, oriundo de Villa la Angostura, provincia de Neuquén. No hay que dejarse engañar por el nombre: no se trata la de pérdida de energía sino de la carga energética y la entrega que imprime este grupo en sus cancions. “No recordamos mucho de donde surgió, pero a todos nos gusta por las diferentes interpretaciones que le damos y que le da la gente”, escribe Lisandro, integrante del grupo, cuando se le consulta por el origen de su nombre. Ciertamente refiere a alguna abstracción, a algún trip que se inició tras horas de ensayo y de la música de la nieve al caer desde los cielos patagónicos.

AZ: Se los señala como una banda de post-rock, con algunas cositas del math rock, ¿Cuáles son sus influencias dentro del género?

Lisandro: Algunas, de una laaaarga lista, son Battles, Animal Collective, Sigur Ros, Radiohead.

AZ: son varias las bandas del sur del país que hacen música instrumental: están ustedes, Atrás hay truenos, Hacia dos veranos… ¿Por qué creen que se da eso justamente allí? ¿Qué comunica la música instrumental que no puede comunicarse con la voz humana o con las letras de una canción?

L: no creemos que sea solo del sur, quizá sea una coincidencia. La música instrumental tiene algo mucho más emotivo que racional, no intentamos transmitir ningún tipo de mensaje intencionado, pero sin querer por ahí algo de nuestras vivencias y cosas del momento se filtren inconcientemente. Nosotros y la gente le damos interpretaciones muy variadas.

AZ: Volvemos en 10 años es el primer trabajo del grupo y marca además una interrupción en la vida de la banda. ¿Cómo vivieron la grabación del EP sabiendo que tras editarlo iban a separarse? ¿Era realmente la intención juntarse nuevamente tras 10 años?

L: la grabación del primer EP fue muy corta, de un solo día. Una sola sesión en vivo y afuera nevaba. Éramos muy chicos también (16, 17 y 20 años) y no había tanta búsqueda en el sonido, sino más bien fue un registro de lo que habíamos hecho. Fue todo muy relajado y una experiencia nueva para todos nosotros. El nombre, al igual que el de la banda, fue un juego de palabras que nos gustaba por las imágenes que despertaba.

AZ: coincidieron todos justamente en La Plata y Buenos Aires, donde hay buena onda con las bandas locales, sobre todo con las de La Plata, por ejemplo con El Mató a un Policía Motorizado compartió hace poco un show con Atrás hay truenos. ¿Sienten que hay una misma búsqueda a nivel sonoro por ambas partes?

L: no sabemos si el sonido es parecido, pero lo que puede llegar a influir es que en La Plata hay mucha gente de diferentes puntos del pais, por lo general pueblos, como del que venimos nosotros.

AZ: finalmente tras dos años volvieron a armar la banda y sacaron su álbum debut a fines del año pasado. ¿Cómo fue el reencuentro en el estudio?

L: para este disco entramos al estudio con una cabeza un poco más ambiciosa y estuvimos un año grabando y mezclando, donde hubo mucha diversión y también mucho agotamiento, pero por suerte quedamos muy contentos y sorprendidos con el resultado. Marcelo Suraniti de Estudio Martillo, nos dio una mano increíble y eso cambio el sonido.

AZ: ¿Cómo es un show de La Gran Pérdida de Energía?

L: tratamos de que sea lo mas energético posible (un poco contradictorio no?). Es algo que fecha a fecha uno trata de ir mejorando, así como se aprende a tocar un instrumento, se aprende a tocar en vivo. La verdad que tendrían que venir a uno para verlo.

AZ: ¿Cuáles son los planes de la banda para este año?

L: tocar, tocar, tocar y tocar. Difundir lo más que podamos estos discos, quizás hacer alguna pequeña gira. Y trabajar en el próximo con algunas maquetas que ya tenemos.//z

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