Cinco amigos que tenían una banda tributo a los Beatles se dieron cuenta que tenían entre manos algo que excedía a la interpretación de los cuatro de Liverpool.
Por Gabriel Feldman y Pablo Lakatos
Happines es una banda que afloró en la cosmopolita ciudad porteña, y vale la pena levantar las antenas y captar las señales que emiten. La banda integrada por Eugenia Jolly (voz), Odín Schwartz (guitarra y voces), Fran Messina (guitarra), Marcos Cabobianco (bajo) y Alejandro Servín (batería) es una banda “moldeable”, en palabras de Eugenia. Empezaron como una banda tributo a los Beatles y después de tres años mutaron en Happiness.
El viernes pasado se presentaron en el palermitano Makena junto a Güai Machines. Estos sensibles indies post-rockeros colombo-argentinos (fíjense que esta palabra la van a escuchar muchísimo en unos años) radicados en Buenos Aires repiten una formula que de un tiempo a esta parte se ha cristalizado de forma alarmantemente rápida: riffs matemáticos y complicados sobre los que baila una plácida melodía arpegiada; los despegues psicodélicos, espaciales; las voces suaves y desarticuladas que se vuelven ininteligibles en medio de la música, y progresiones de acordes repetidas ad infinitum con variaciones de intensidad (suave, suave, FUERTE, FUERTE). Todos estos elementos se balancean peligrosamente entre la receta cansada y la honestidad vital, y aunque el recital empezó con mal augurio, ya para el tercer tema los Güai Machines se habían ganado su espacio a fuerza de canciones intensas, que desde su humilde lugar gritaban una verdad particular. Se nota, se siente que lo suyo viene de ese lugar vital donde las formulas adquieren luz y color individual, propio. Canciones como “Meloso” o “Domingo” lo confirman.
Después de una corta espera salió al escenario la banda que nos citaba esa noche en el lugar. Lo de Happiness es, inmediatamente, interesante. La emoción evocada en el título no es azarosa. La música es intensa, alegre y sin embargo, esta alegría no es para catalogarla así rápido y pasar a lo siguiente. Si en sus perfiles internetianos se presentan como un sensible quinteto pop, armónico y delicado, psicodélico, magmático, con especial gusto por alguna electrónica under noventera y una emoción-neblina celeste bien captada del shoegaze, sorprenden en vivo como una intensa banda ajustada que transforma su mundo ilusorio y misterioso en pura fiesta rockera. Eugenia baila desenfrenada, corre, va, toca un teclado allá, una melódica por acá y canta enajenada, convirtiendo su dulce y encantadoramente templada voz de estudio en canto de campaña de la fiesta Happiness. La locura que “Paste Kurtz” amenazaba desde el bandcamp combustiona, hace efervescencia (ahí con alguna cumbia mezcladita en algún tema) y se derrama sobre un show que regala fiesta, baile y ¿qué más? Sí, JÁPINES.
Después del show, AZ se quedó charlando con ellos para que nos cuenten un poco acerca de la banda y los futuros proyectos.
AZ: ¿Hace cuánto están tocando?
Odín: es que en realidad la banda tiene muchos años, pero los primeros tres años y medio en realidad hacíamos covers de los Beatles.
AZ: ¿Happiness is a warm band…?
Odín: sí, Happines is a warm band éramos. Tocamos mucho, muchos concursos y cosas así y ahora, hace un año y medio, dos años, dijimos: “Bueno muchachos, tenemos temas, vamos a tocar nuestras canciones”.
AZ: ¿Siempre los mismos cinco?
Eugenia: hubieron (sic) algunos cambios. De hecho, la banda empezó y Odín ni siquiera estaba cuando empezamos. Éramos seis en ese entonces. Había una tecladista que se fue, un baterista que se fue y un guitarrista que se fue. Empezamos en el 2006, al toque se fue el guitarrista y entró él. Después se fue la tecladista, porque no quería estar más y el baterista se fue a vivir al sur. De pedo lo encontramos a Ale y ya al primer ensayo hubo química. Y nada, esta es como la formación del momento.
(Aparece Martín ‘Pin’ Scian, sonidista de la banda, que se suma a la charla)
AZ: ¿El sexto Happiness…?
Pin: sin lugar a dudas.
AZ: se fue el guitarrista, entró Odín. ¿Cómo se dio? ¿Audicionaste, los conocías?
Odín: los conocí a través de un familiar. Yo toda mi vida… bah, desde los quince más o menos que escucho mucho los Beatles, medio que aprendí a tocar con los Beatles. Y bueno, en un almuerzo, que de casualidad estaba con uno de ellos, me enteré que el violero se había ido y le dije: “Che boludo, me sé todos los temas de los Beatles, puedo tocar todos. ¿Por qué no entró yo a la banda y ya está?”. Así que entré y ahí, bueno, había unas versiones muy impresionantes de los Beatles.
Eugenia: sí, estuvo muy bueno. La parte beatle estuvo muy buena.
AZ: ¿Y hay rastros todavía?
Odín: muchísimos. Más allá de que los Beatles son parte de la música casi siempre en casi todos los casos, pero en nosotros es muy fuerte. ´Tuvimos tocando tres años, sacando todos los arreglos. Sacar las guitarras, sacar los bajos, sacar las baterías, sacar todo y como que queda la huella beatle.
Eugenia: todos en nuestras familias fuimos criados escuchando los Beatles y en algún lado está eso siempre.
AZ: ¿Y cómo componen ahora en esta nueva etapa?
Odín: la mayoría de los temas los componemos Eugenia y yo. Generalmente por separado, muy pocas veces juntos. “Paste Kurtz” es el único que hicimos en conjunto.
Eugenia: además cada uno lleva sus cosas y lo que hacemos en banda es arreglarlo. Son muy distintos los temas como los llevo yo a un ensayo y como terminan quedando. En general el que cumple más la función de director musical es Odín. Yo tal vez compongo un poco más y él le va encontrando la generalidad del tema.
AZ: hay una cosa que puede pasar con las letras argentinas, es una reducción horrible, pero para que se entienda: o escribís bizarro como spinetta, o escribís chabón, o escribis un par de cosas más. ¿Cómo sale un tema como “Frankenstein” o “Paste Kurtz”?
Eugenia: yo en música prácticamente no tengo formación de profesor. Tampoco nunca tuve un género definido a la hora de escuchar música, nunca tuve eso. Entonces, con la suma de esas cosas, cuando yo hago un tema, hago lo primero que se me ocurre. No en un sentido berreta sino que yo realmente creo en lo que a uno le sale naturalmente. Igual cambié mucho mi forma de componer. Hace un año, año y medio quizás, componía pensando en que sea “re-loco”, letras como “Paste Kurtz” que se prestan para todo y me parece muy copado y de repente empecé a pensar en cosas más simples, más concisas. Quizás más emocionales…
AZ: cantan en ingles y en castellano, ¿cómo se da eso?
Eugenia: la cosa es así: antes era todo en inglés y ahora empezó a ser todo en castellano. Pero seguimos tocando temas de antes…
Marcos: igual Eugenia va a seguir siendo esquizofrénica…
Eugenia: pasa que mi viejo es yankee. Desde que soy chica me habla en inglés, entonces lo tengo medio naturalizado el idioma.
Odín: hay una facilidad con el inglés para componer y para escribir…
AZ: las palabras encajan mejor en inglés que en castellano ¿no?
Eugenia: totalmente.
Odín: igual la influencia del rock nacional es también super fuerte.
Eugenia: … y está saliendo más a la luz ahora en los temas nuevos.
AZ: y del rock nacional, ¿qué les gusta?
Odín: Charly, Fito, El flaco lalalala, los clásicos. Todo, todo, todo. Todo bien con el rock nacional, a mí me encanta.
AZ: hace un año entonces que están con Happiness, ya encaminados…
Odín: sí, un año… Y el público por suerte nos tira la mejor onda, cosa que no siempre les pasa a todas la bandas… (Risas)
Marcos: y ha habido contactos de este tipo, no quiero decirles que no son los únicos, digamos. O sea, extrañamente llega por Internet de golpe. Hasta amigos no sabían que nosotros éramos los que tocábamos llegaban por el facebook o por haber escuchado algún demo. A Pin le pasó que en su trabajo, la recepcionista terminó escuchando…
Pin: estaba en mi laburo y fui a decirle algo a la manager del estudio, y de golpe escucho el demo… eso lo conozco. Era un tema que lo grabamos nosotros en un estudio y después se mezcló en ese mismo lugar donde lo estaba escuchando. Lo había colgado una amiga que se lo pasó una amiga que se lo pasó otra amiga que no sé qué, que se va pasando así por Internet. Está bueno eso.
AZ: a las bandas que empiezan imagino que les viene muy bien. Páginas como Bandcamp, como antes fue Myspace, impulsan toda esta idea de mostrar la música más allá de un formato físico. Está buenísimo el disco como obra, como objeto, pero hoy en día cambió la cosa…
Marcos: claro, hoy en día te lo podés bajar de otra manera. Es uno de los costados copados de la muerte de la intimidad. Una parte de que podés mostrar todo está bueno, una parte, la parte de izquierda, digamos. La otra es un garrón.
AZ: frente a la cuestión de Internet, ¿cómo se replantea el futuro como banda? ¿Cómo se paran frente a este nuevo panorama?
Eugenia: hay pros y contras. Es mucho más amplio el espectro, para empezar, de bandas que hay. A menos que la super-pegues estás en un mar de miles y miles y miles de bandas, más en Bs. As. que está lleno de esas cosas. A mí me pasa que voy a ver bandas del amigo de un amigo y bueno, estamos todos en la misma. Por otro lado también podés compartir lo tuyo con mucha más gente, de muchos lugares distintos. O sea, yo no tengo cabeza de manager y de producción y no sé cuales son las técnicas más apropiadas para la difusión, pero bueno, tenés que hinchar mucho las bolas vos con todo lo que puedas a tu alrededor, conectarte con muchas personas y también dejar buenas impresiones en un show. Hacer buenos shows y bajar eso en la gente que viene y que eso vaya haciendo un efecto… Fin de mi discurso (risas).
AZ: ustedes quieren tocar en vivo y no sé si hay tantos lugares para las bandas nuevas ¿no?
Odín: y en eso estamos todavía incursionando. Nos quedan muchos lugares por tocar, hay muchos circuitos que inspeccionar.
AZ: en el show anunciaron una fiesta…
Odín: hablé con Barbi de los Utopians y ella hace un ciclo los sábados a la noche en La Cigale. Hablé con ella y me dijo de armar algo. La idea es que toquen dos bandas y fiesta gratis toda la noche. Ponele a las doce, una de la mañana, empieza ahí el baile con nosotros tocando y después sigue la fiesta toda la noche. Está buenísimo porque no todos los días uno puede hacer una fiesta que encima es gratis. ¡Para que vengan todos! ¡Es grátis!
Marcos: Odín, padre de todos, invita a las fiestas en el Valhalla (NdR: en la mitología nórdica, el Valhalla es un lugar sagrado, regido por el dios Odín, en el que son bienvenidos todos los guerreros muertos en batalla).
AZ: grabaron los demos que están disponibles en Bandcamp, ¿Cuáles son los planes a futuro?
Pin: está el EP que lo grabó y masterizó Martín Misenta, que ya está en la web. Ese es el que escucharon. Después está “Good night” que es una canción que la grabamos en cinta en el estudio Del Cielito, después la mezcló Edu Bergallo en Revolver Mix y es el adelanto del futuro disco que estamos terminando de mezclar y mas o menos para mediados de septiembre va a estar listo. Además ya está la idea de grabar otro disco con temas nuevos porque en verdad el disco que va a salir son temas bastante viejos. Así que estamos en la pre-producción para otro disco cuando todavía no tenemos este. No se puede pedir más.
Eugenia: ese es el espíritu de Happiness, ¡ansiedad!
AZ: tienen bastante material acumulado…
Pin: la diferencia quizás entre el disco que estamos terminando de mezclar ahora y el futuro disco es que en este son como temas. Son canciones que tiene Happiness que se fueron componiendo a lo largo del tiempo. El próximo es mucho más conceptual. En el próximo hay toda una idea del disco, los temas son más homogéneos y hay todo un contexto mucho más elaborado en plan disco.
AZ: ¿Un mensaje para el mundo?
Eugenia: be happy.//∆z